“Pensaba que asistirían más jóvenes”.
Orgil Tuvshinsaikhan, director de Comunicación de ADRA (Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales) en Mongolia, hizo este comentario al compartir su opinión acerca de la Conferencia de la Red Global Adventista de Internet (GAiN) en Asia. El encuentro reunió en septiembre a más de 230 líderes adventistas de la comunicación y la iglesia en la isla de Jeju (Corea del Sur) durante varios días de capacitación, trabajo en red y culto.
Las nuevas generaciones entran en escena
Orgil, su esposa, Otgonbayar, y sus amigos Bilguun y Maral Nyamdavaa formaban parte de la joven delegación de la Misión de Mongolia, una región donde un porcentaje significativo de los miembros de la Iglesia Adventista son jóvenes. Y a pesar de su comentario pasajero, la reunión de adventistas que sirven en puestos de radio, televisión, internet y prensa en toda Asia muestra una tendencia constante hacia profesionales más jóvenes, conocedores de la tecnología y con un alto nivel educativo.
A diferencia de muchos de los pioneros extranjeros del pasado y, en su momento, de las primeras generaciones de misioneros autóctonos, muchos de estos jóvenes que desempeñan funciones de comunicación en la iglesia parecen haber viajado más, tener más experiencia y estar mejor preparados para afrontar los cambios radicales en el campo de la comunicación (la inteligencia artificial, IA, es lo último) y utilizar lo que saben o llegan a saber para la misión.
Estos jóvenes profesionales nacieron en la era de los ordenadores e internet. Muchos de ellos son demasiado jóvenes para recordar una época en la que no existían los teléfonos móviles. Y estar en línea no es, para muchos, un lujo, sino la única forma que conocen de moverse y comunicarse.
Las fronteras nacionales también son cada vez más difusas. Los jóvenes indonesios hablan un inglés fluido con un marcado acento australiano o británico, dependiendo de dónde hayan estudiado. Varios de ellos hablan más de dos idiomas y pasan de uno a otro con facilidad, según con quién hablen. Otros apenas hablan, ya que su trabajo se centra en la escritura, la fotografía, la edición de vídeo o la optimización de motores de búsqueda (SEO).
Las fronteras geográficas también se han difuminado, ya que los profesionales adventistas de la comunicación colaboran en proyectos desde oficinas situadas en varios continentes y husos horarios: un evangelista digital afincado en Filipinas; un consultor SEO de Corea del Sur; un editor de vídeo de Malasia; un desarrollador de contenidos de Taiwán. Los comunicadores de todo el continente combinan sus esfuerzos con un solo objetivo en mente: compartir las buenas nuevas de Jesús con más personas, más rápido y de manera más eficiente y rentable.
Al mismo tiempo, el talento asiático está apuntalado por la nueva generación de líderes mundiales de la comunicación. El pastor Sam Neves, director asociado de Comunicación de la Asociación General, Justin Kim, editor ejecutivo de Adventist Review, y Vyacheslav Demyan, presidente electo de Hope Channel, tienen muchas diferencias, pero un elemento clave en común: Los tres rondan los 40 años.
En cierto sentido, las nuevas generaciones de comunicadores adventistas son el futuro, pero no es un futuro lejano, ni siquiera cercano. Es un futuro que ya está aquí, a medida que redefinen y despliegan sus aparentemente inconmensurables talentos para la misión.
La voz de la experiencia
Al mismo tiempo, muchos países de Asia valoran la palabra y el consejo de los líderes más experimentados. Se trata de profesionales resilientes que, a lo largo de su vida laboral, han tenido que adaptarse a la rápida evolución de los desafíos que plantean los cambios en la comunicación.
Estos líderes son los que planifican estrategias, elaboran presupuestos y abren caminos para que los profesionales más jóvenes renueven lo que ellos mismos empezaron a hacer hace décadas.
Varios de ellos tienen amplia experiencia en iniciativas de misión y comunicación. Está Suk Hee Han, presidente de la Misión de Mongolia, que ahora presta servicio en una región difícil. Mientras estudiaba en Filipinas hace dos décadas, Han participó en la planificación y lanzamiento de la iniciativa Movimiento de los 1.000 Misioneros. Más tarde, trabajó en el Instituto de Idiomas ASD regional, la Editorial Coreana, Radio Mundial Adventista, Hope Channel y el Movimiento Misionero digital His Hands (HHMM, según sus siglas en inglés).
En el ámbito tecnológico, está Joo-Hee Park, recientemente elegido presidente de la Universidad de Salud Sahmyook de Corea del Sur. Doctor en ingeniería y profesor experimentado de sistemas de información médica, Park ha creado lo que él denomina la primera plataforma educativa metaverso del mundo y ahora adopta la formación de robots de inteligencia artificial para compartir las creencias adventistas.
Este poderoso trabajo en equipo entre los veteranos y experimentados y los jóvenes y audaces para afrontar nuevos retos está demostrando ser un factor de cambio para las iniciativas de comunicación en toda la región. Como proclama el lema no oficial de la iniciativa Todo Miembro Involucrado de la Iglesia Adventista: “Todos hacen algo por Jesús”.
En este contexto, el futuro de la comunicación adventista en Asia no puede ser más prometedor.
La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de Adventist Review.