Southern Asia-Pacific Division

Un ministerio sobre dos ruedas

El negocio de turismo en bicicleta de un camboyano abre puertas para compartir el Evangelio.

[Foto: DSAP]

[Foto: DSAP]

Hay un hombre que vive en medio de la imponente grandeza de los templos antiguos y el vibrante bullicio de la vida cotidiana. El increíble celo de este hombre por el trabajo misionero resuena mucho más allá de las fronteras de su país de origen. Un modesto laico adventista llamado Seyha Pen es responsable de tejer un tapiz de fe y compasión que trasciende el complejo terreno de la sociedad principalmente budista de Camboya.

El peregrinaje espiritual de la familia de Seyha está estrechamente relacionado con la historia de los refugiados camboyanos que regresaron de Tailandia en 1992. Seyha es un creyente adventista de primera generación en Camboya. Chenda Pen, su padre, se destaca por ser uno de los adventistas pioneros en Camboya. Participó activamente en la difusión del Evangelio por todo el país.

A la temprana edad de 12 años, Seyha tomó la firme decisión de dedicar su vida a Jesús por medio del bautismo. Esto marcó el comienzo de su camino de fe personal, que continúa hasta el día de hoy. Este momento decisivo presagiaba un nuevo capítulo en su vida. Después de eso, Seyha decidió continuar estudiando la Biblia y finalmente descubrió las verdades transformadoras que estaban escritas en las páginas sagradas.

A medida que avanzaba en su estudio de la fe, Seyha se dio cuenta del llamado que residía dentro de él. Esto fue para dedicar su vida a la misión que Dios comenzó aquí en la Tierra. Desde ese día, un fuerte anhelo quedó grabado en el corazón de Seyha, impulsándolo a compartir con los demás el amor y la gracia ilimitados que había recibido de Jesús. Esta necesidad no ha hecho más que fortalecerse con el paso del tiempo y la acumulación de experiencias, lo que le ha llevado a tener una influencia aún más significativa.

Fue en 2018 cuando Edward Rodríguez, en representación del departamento de Comunicación de la División Sudasiática del Pacífico (SSD), finalmente pudo estrechar la mano de Seyha en persona por primera vez. Después de pasar muchos días explorando la antigua ciudad de Siem Reap, Edward tuvo la oportunidad de familiarizarse más con la personalidad de Seyha y pudo forjar una conexión con él que ha persistido hasta el día de hoy.

La dedicación desinteresada y el ejemplo de servicio de Seyha impresionaron a Edward de inmediato cuando se conocieron. Su profunda espiritualidad y la fuerza de carácter que poseía dejaron un efecto inolvidable en todos aquellos con quienes entró en contacto.

Seyha reflexionó de manera humilde: “Nunca pensé que un hombre sencillo como yo pudiera marcar la diferencia”, y sus ojos brillaban con la intención de lograr algo. Su comportamiento manso oculta una firme determinación de enfrentar la dificultad de difundir el Evangelio en una nación con una herencia budista tan fuerte. Él es inquebrantable en su búsqueda de este objetivo.

El compromiso de Seyha está impulsado por el entusiasmo por predicar el mensaje de Jesucristo a los demás. Navega con sinceridad y gracia a través de un paisaje en el que la presencia de diversas tradiciones culturales y religiosas frecuentemente crea obstáculos.

La familia de Seyha también ejemplifica los principios que tanto apreciamos. Está casado con So Theavy y tienen una hija, Shulamit. “Nuestro viaje no está exento de pruebas”, comentó Theavy, y sus ojos mostraban la tenacidad que surge de tener un objetivo compartido. “Sin embargo, la pasión inquebrantable de Seyha por el trabajo misionero continúa sirviendo como una fuente confiable de motivación”.

Theavy continuó: “Aunque con frecuencia tenemos que lidiar con circunstancias financieras difíciles, puedo contar mis bendiciones y sentirme cómoda a pesar del hecho de que mi esposo afronta estos problemas con fe e impulso inquebrantables. El hecho de que él sea capaz de mantener la compostura ante la adversidad sirve como modelo inspirador para nuestro hijo”.

COMPARTIR A JESÚS SOBRE DOS RUEDAS

Un enorme complejo de templos budistas conocido como Angkor Wat se puede ver a menos de ocho kilómetros (aproximadamente cinco millas) de la residencia de Seyha. Fue reconocido como Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1992 y mucha gente cree que es el monumento religioso más grande del mundo. Cada año, los templos son visitados por aproximadamente 2 millones de personas.

“Tuve la impresión de que Dios quería que yo iniciara un negocio turístico para poder llegar a estos visitantes”, explicó Seyha. Como resultado, lanzó un negocio, Goshen Tours, que reunió tres de sus mayores pasiones: las personas, las bicicletas y la fe.

El ministerio único que lleva a cabo Seyha se inspira en su amor de toda la vida por las motocicletas y ha dado lugar a una empresa turística que actúa como vehículo para su misión. “Me fascinan las motocicletas y las bicicletas. El paisaje de Siem Reap ofrece a los viajeros una vista única de Camboya”, dijo Seyha con una sonrisa mientras impartía su visión.

Debido a la naturaleza del negocio de Seyha, ha tenido la oportunidad de hablar de su fe con un gran número de clientes que provienen de una amplia gama de tradiciones culturales y religiosas.

“Me acuerdo de la narración de Pablo, en la que se le presentó la oportunidad de aumentar sus ingresos y, al mismo tiempo, contribuir al ministerio que dirigía construyendo tiendas de campaña. El objetivo de Pablo no era promover sus propios intereses; más bien, trabajó por un deseo genuino de dar a conocer el amor de Jesús a todos los que estuvieron bajo su esfera de influencia”, explicó Seyha.

“Mi negocio es una manera de llegar a personas que nunca entrarían a una iglesia y a quienes ni siquiera les gustan los cristianos”, dijo Seyha. “Mi negocio es una manera de compartir el Evangelio con personas a las que ni siquiera les gustan los cristianos”.

Aquellos en el negocio turístico local que contratan los servicios de Seyha de manera constante tienen una alta opinión de él y de su reputación. Sin embargo, para cumplir con sus demandas, primero debe cumplir algunos requisitos previos.

“Todos y cada uno de mis clientes saben que soy adventista”, dijo Seyha. “Ellos son conscientes de que no salgo a beber y que llevo un estilo de vida muy diferente. La observancia del sábado está al frente de mi educación religiosa. Aunque el huésped pagará 100 dólares por día, no trabajaré si no pueden satisfacer mi necesidad de observar el sábado. En segundo lugar, no aceptaré el trabajo si intentan impedirme hablar acerca de mi relación con Dios con las personas que están cerca de mí”.

Seyha es un seguidor de Jesús y quiere ganar más personas para su fe mediante su negocio de turismo en motocicleta. Sin embargo, el ministerio de Seyha abarca mucho más que la adrenalina de los paseos en motocicleta. Joshua Sagala, un turista de Indonesia, dijo lo siguiente respecto a la actitud de Seyha hacia el turismo: “El enfoque de Seyha hacia el turismo es un ejemplo de integridad y respeto. Debido a su franqueza y preocupación genuina, este fue un encuentro que no será olvidado pronto”.

Más que un simple paseo emocionante a través de hermosos paisajes, las visitas guiadas de Seyha brindan una variedad de experiencias únicas. “No es solo un paseo; es un viaje del corazón”, comentó además Joshua sobre la experiencia. Seyha incorpora hábilmente el mensaje de fe en sus relaciones con sus invitados al tener diálogos significativos con cada uno de ellos.

Sovattana, un devoto seguidor del budismo y un ávido ciclista, da fe del potencial transformador de Seyha. Reflexionando en su experiencia, Sovattana dijo: “Salir a andar en bicicleta junto a Seyha me enseñó que la fe se puede vivir por medio de acciones. Su firme amistad y su carácter me vigorizan para buscar verdades más profundas”.

Sovattana continuó: “Recuerdo haber visto a Seyha interactuando con un cliente. La compra de un paquete turístico le cuesta al cliente más de 150 dólares estadounidenses. Increíblemente, Seyha le devolvió al cliente su pago original de 70 dólares. Añadió que su cargo incluía los servicios, así como las tarifas de entrada para todos los destinos visitados. El cliente, que quedó desconcertado por esto, lo comparó con los precios más altos cobrados por otros. La respuesta de Seyha: “Mi Dios me ve; doy lo que es correcto para mis invitados”. 

Theavy compartió un encuentro con un hombre que le pidió a Seyha que hiciera una reserva para una habitación en una casa de huéspedes específica. “Él [el turista invitado] se sorprendió cuando Seyha le informó que el precio se había fijado en 13 dólares. Él respondió afirmando que era imposible. ‘Otros guías turísticos me han cotizado un precio de 25 dólares por alojamiento en ese lugar’. Un hombre descubrió que la tarifa por alojarse en la casa de huéspedes siempre había sido de 13 dólares después de confirmar el precio con el establecimiento.

Más tarde, el hombre le preguntó a Seyha: 

–¿Por qué eres diferente de otros guías turísticos?

–¿Qué quieres decir con eso? –preguntó Seyha.

La respuesta del hombre fue: 

–Tienes integridad.

–Eso es porque creo en Cristo –dijo Seyha–. Por eso.

Theavy continuó: “Después de un breve período de silencio, el hombre habló y declaró: ‘¡Desprecio a los cristianos, pero tú me agradas!’. Preguntó acerca de las creencias religiosas de Seyha y, en respuesta, Seyha reveló que era miembro de la Iglesia del Séptimo Día, una denominación cristiana. Después de que el hombre regresó a su casa, inmediatamente le envió un mensaje a Seyha, diciéndole: “Ahora estoy leyendo mi Biblia”.

“Continuó diciendo: ‘Solo quiero que sepas que, en este mundo, eres la única persona que no me estafa’. Incluso los miembros de mi propia familia solamente están interesados en recibir dinero de mí”.

Theavy concluyó: “Este individuo no es el único a quien Seyha ha persuadido para que siga a Jesús como su Salvador. Algunos de sus invitados, que profesaban ser ateos, le han dicho: “Gracias a ti estoy leyendo mi Biblia”.

LA GRANJA DE MARIPOSAS

El ministerio de Seyha va mucho más allá de los límites del sector hotelero, penetrando en el núcleo mismo de la compasión y la comunidad. El lugar turístico Granja de Mariposas, ubicado en Siem Reap y operado por una familia misionera adventista de Australia que también es buena amiga de Seyha, es una de las atracciones más nuevas de la ciudad que atrae a turistas. Este lugar encantado es uno de los innumerables lugares de Siem Reap a los que Seyha lleva a sus invitados a conocer.

Sin embargo, el mariposario no es el típico destino turístico; más bien, sirve como un refugio seguro para los niños que han sido abandonados y buscan un sentido de aceptación y pertenencia. “La enorme compasión de Seyha se extiende tan generosamente hacia estos niños como hacia sus invitados”, confirmó Tim Maddocks, el genio de la Granja de Mariposas y un preciado amigo de Seyha. “Él encarna una presencia paternal, que vela incesantemente por la próxima generación y alimenta la esperanza en todo momento”.

Muchos de los invitados de Seyha quedan profundamente impactados por los aspectos invisibles de Siem Reap, lo que a su vez despierta en ellos un deseo profundamente arraigado de contribuir activamente al viaje transformador de la vidadd de los niños pequeños que conocen. Como consecuencia directa de esto, se enciende una llama de altruismo en sus corazones, que motiva a las personas a actuar como agentes de transformación. Según Seyha, algunos invitados, después de regresar a sus países, contactaban a Seyha y expresaban su deseo de ayudar compartiendo libros y bolsas para estos niños. Algunos incluso regresarían con sus comunidades para realizar un viaje misionero y encontrar formas de ayudar al orfanato, ya sea construyendo más escuelas e instalaciones o pasando tiempo con los niños.

Esta dedicación compartida ha dado como resultado el establecimiento de una escuela dedicada al cuidado y empoderamiento de estos niños, brindándoles los recursos y oportunidades que necesitarán para convertirse en personas destacadas en los años venideros. Es un homenaje al profundo impacto que un sencillo ministerio sobre dos ruedas, dirigido por la inquebrantable dedicación de Seyha, es capaz de causar en la vida de las personas que tienen la suerte de cruzarse en su camino.

UN MINISTERIO DE 1.000 KILÓMETROS

A principios de 2023, Seyha concibió una nueva y emocionante idea para ministrar que encendió su entusiasmo. En agosto, emprendió un viaje increíble que lo llevaría un total de 1.291 kilómetros (aprox. 800 millas) y varios días para completarlo a lo largo de todo el viaje.

Seyha comenzó su extraordinaria aventura con el apoyo inquebrantable de dos jóvenes voluntarios adventistas, Yut y Mengly, quienes compartían su fe y su compromiso. Se embarcaron en un viaje en bicicleta que les cambió la vida, desde Siem Reap hasta las regiones aisladas y espiritualmente significativas de Preah Vihear, Steung Treng, Ratanakiri, Mondulkiri, Kratie, Thbong Khmum, Kompong Cham y Kompong Thom antes de regresar a Siem Reap.

El camino por delante no era sencillo. Las carreteras que conectan las provincias de Camboya fueron un obstáculo importante. La mayoría de ellas no estaban pavimentadas, eran duras e implacables, especialmente durante la temporada de lluvias, cuando se convertían en lodazales fangosos que eran prácticamente intransitables. Sin embargo, Seyha, junto con sus dos devotos camaradas, no tuvo miedo.

No solo encontraron obstáculos físicos, sino también numerosas oportunidades de crecimiento espiritual y conexión mientras pedaleaban a lo largo del terreno montañoso. Cada kilómetro que recorrieron demostró su fe inquebrantable y su devoción a su vocación.

“Me sentí profundamente inspirado por el viaje incansable de Seyha de una provincia a otra. Como joven creyente en mi propio camino de exploración del amor de Dios, su pasión inquebrantable por ayudar a los demás y compartir el mensaje de Jesús fue nada menos que contagiosa y profundamente genuina”, dijo Yut.

Sabiendo que un propósito mayor guiaba su viaje, Seyha y sus colegas confiaron en su fe para atravesar la lluvia y el barro. Estaban unidos, no solamente por su objetivo común, sino también por una profunda creencia de que Dios estaba cuidando de ellos, asegurándoles que su difícil viaje sería espiritualmente gratificante y maravillosamente bendecido.

Su viaje demostró la fuerza de la fe, y una determinación inquebrantable de transmitir su mensaje de esperanza y amor en un país principalmente budista como Camboya. A pesar del difícil camino que tenían por delante, Seyha y sus dos jóvenes voluntarios adventistas siguieron pedaleando, creyendo que su misión era un llamado divino que tocaría el corazón de muchos a lo largo del camino.

Seyha organizó el viaje a pesar de no tener dinero disponible. Oró para que Dios usara el dinero que tenía disponible de una manera que trajera el mayor bien. Al comienzo del viaje, únicamente tenía 50 dólares, cantidad suficiente para un viaje de tres días de duración y que cubría todos los gastos asociados, incluida la comida y el alojamiento de cada noche.

En una serie de sucesos milagrosos, se pudo ver la mano de Dios obrando durante todo el viaje. Cuando el dinero de Seyha estaba a punto de agotarse, un extraño generoso aparecía y le ofrecía comida o un lugar donde pasar la noche. Esto sucedería justo cuando su presupuesto estaba a punto de agotarse. Seyha contó la historia con asombro: “La provisión de Dios nunca vaciló en su firmeza o consistencia, y siempre llegó de las maneras más imprevistas y extraordinarias. Al cumplir su parte del trato, Dios demostró que es invariablemente confiable”.

Un testimonio que proporcionó Seyha se puede ver en una de sus publicaciones: “La fidelidad de Dios realmente no conoce límites. Mi hija Shulamit le pidió a su madre que me llamara mientras yo estaba pedaleando esta mañana. Después de nuestra charla, una pareja de ancianos se acercó a mí y generosamente me ofreció algunas frutas. Al instante, me detuve a un lado del camino para responder el llamado. Al reconocer su atención y recibir su regalo, la alegría inundó mi ser.

“Resultó que estas frutas, junto con el agua e incluso dos paquetes de fideos, fueron una maravillosa bendición para la excursión que hice hoy. Esto es evidencia tanto de la bondad de Dios como de su capacidad para obrar de maneras misteriosas. Si Shulamit no hubiera expresado interés en tener una conversación con su padre, yo habría continuado y no se me habría concedido este regalo. Te estoy agradecido, Shulamit, por permitir que Dios obre por tu intermedio para cumplir los requerimientos de tu padre”.

Seyha viajó con varios compañeros devotos que apoyaron la importancia de su misión en este viaje histórico. Juntos, distribuyeron material cristiano, fueron a iglesias ubicadas en una variedad de provincias, predicaron con valentía el Evangelio de Jesús a lo largo de las bulliciosas calles y fueron testigos de milagros asombrosos que tuvieron lugar a lo largo de su extraordinario viaje.

Seyha dijo: “Podemos compartir que Jesús es un verdadero amigo para nosotros. Y si eres un verdadero amigo para la gente, ellos te abren todo, y cuando te abren todo, cuando confían plenamente en ti, ¡entonces confían en tu Dios!”.

UNA PROVINCIA TRAS OTRA

Seyha y su decidido equipo emprendieron su aventura, con Preah Vihear como primera parada. Pedalearon bajo la lluvia y un calor abrasador, atravesando casi 200 difíciles kilómetros (aproximadamente 125 millas) antes de llegar a la ciudad. Su apariencia indicaba no solamente un logro físico, sino también un atractivo espiritual.

Quedaron instantáneamente absortos en su tarea en Preah Vihear. Asistieron a un servicio de adoración en la iglesia local, una conexión espiritual que marcaría el tono de su estancia en la ciudad. Seyha y su equipo se asociaron con miembros de la iglesia para compartir el Evangelio de Jesús por medio de publicaciones que habían traído consigo.

A lo largo de su largo viaje a Preah Vihear, distribuyeron incansablemente folletos y publicaciones periódicas, impartiendo el mensaje del amor de Jesús a todos los que conocieron. Su dedicación a difundir este mensaje fue inquebrantable, y Preah Vihear fue solo el comienzo de su viaje, un viaje lleno de dificultades tanto físicas como espirituales.

El primer viaje a Preah Vihear fue un momento decisivo que marcó la pauta para todos sus viajes posteriores. A lo largo de los sinuosos caminos que tenían por delante, Seyha y su equipo conocieron a innumerables personas, forjando conexiones tal como lo había hecho Jesús mediante su propio ejemplo. Interactuaron con personas de todos los ámbitos de la vida, incluidos niños, familias e individuos que se cruzaron en su camino. Quedó claro que muchas de estas personas enfrentaban una variedad de dificultades, desde problemas financieros hasta exigencias físicas.

Entre muchos otros, destacó un encuentro con un niño pequeño que tenía un gran bulto en la cara. Seyha, en su inquebrantable compromiso de ayudar a los necesitados, buscó ayuda en su red de amigos de Internet. Sus esfuerzos combinados tenían como objetivo brindar la ayuda médica que tanto necesitaba la familia del niño y, al mismo tiempo, ejemplificar la compasión y empatía que inspiraron su ministerio.

LA VIDA MISIONERA DE SEYHA PEN

La vida en misión no es fácil, pero la fidelidad y la devoción hacen que el viaje valga la pena. Seyha experimentó diversos rechazos por parte del gobierno, las comunidades, otras religiones e incluso personas cercanas a él. Estos casos no lo hicieron renunciar a la fe, sino que lo hicieron más comprometido con el ministerio.

El compromiso de Seyha de observar el sábado se convirtió en un aspecto importante de su experiencia religiosa desde una edad temprana, cuando reconoció públicamente su fe en Jesús por medio del bautismo. Esto fue un gran obstáculo, en particular cuando se trataba del proceso de encontrar un establecimiento educativo que respetara su devoción religiosa y le permitiera faltar a la escuela los sábados. Esta fue una tarea muy difícil.

Seyha no renunció a su compromiso; presentó una serie de apelaciones en un esfuerzo por obtener este componente esencial de su creencia religiosa. Pese a ello, todas las solicitudes fueron denegadas. Incluso cuando era joven, Seyha se mantuvo inamovible en su fe y firme en su determinación de proteger la santidad del sábado. No se dejó intimidar por la oposición que enfrentó.

A pesar de que la educación oficial de Seyha fue interrumpida, eso no le impidió comenzar una carrera profesional para mantenerse a sí mismo y a su ministerio. Pudo desarrollar un negocio que era congruente con sus creencias gracias a su inquebrantable ambición y ética de trabajo. Como resultado de su compromiso inquebrantable, no solamente encontró consuelo en la carrera que había elegido, sino que también estableció importantes conexiones con personas interesadas en adquirir sus servicios turísticos. Esto ejemplifica cómo la fe inquebrantable y el esfuerzo constante pueden allanar el camino hacia el éxito.

“Puede que no sea un David o un José, pero en esta era contemporánea, el Señor busca cristianos de hoy en día que se mantengan firmes en su fe, dispuestos a comprometerse de todo corazón a seguir a Jesús y decididos a entregar su futuro a Dios”, afirmó Seyha.

En su negocio de turismo, Seyha se aferra a la promesa de Mateo 10: “Este pasaje, para mí, captura el núcleo de mi peregrinaje espiritual personal, de principio a fin. Es la fuente de fuerza interior y paz que me guía, y resume la determinación que impulsa mi objetivo. Cuando emprendí este viaje, así como los discípulos confiaron en la providencia de Dios y la buena voluntad de completos desconocidos, yo también confié en la misma idea fundamental. Es una demostración de mi fe, una fuente eterna de motivación y un recordatorio diario de que la guía eterna que se encuentra en la Biblia continúa conduciendo y sosteniendo a discípulos como yo en el mundo contemporáneo”.

Seyha Pen es un ejemplo vivo del impacto transformador de vivir una vida auténtica en un mundo que anhela conexiones genuinas. Su historia continúa repercutiendo en Siem Reap, encendiendo una chispa de esperanza y ayudando a superar las divisiones. El ministerio de Seyha arroja luz sobre una forma en la que la fe y la compasión pueden prosperar, sin restricciones por fronteras nacionales o dogmas religiosos, dentro del tejido cultural que es Camboya.

La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de la División Sudasiática del Pacífico.

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