Una nueva miniserie que se estrenó en la plataforma de streaming Netflix el 30 de agosto de 2023 incluye parte de un episodio protagonizado por adventistas del séptimo día longevos de Loma Linda (California, Estados Unidos).
Vivir 100 años: Los secretos de las zonas azules, de Dan Buettner, incluye algunas de las observaciones del director acerca de lo que, en su opinión, ayuda a los adventistas a vivir más allá de los 80, 90 e incluso 100 años, manteniéndose activos, sanos y comprometidos. “Zona azul” es un término utilizado para describir cualquier área del mundo donde los seres humanos tienen una longevidad extraordinaria.
Vivir 100 años se basa en el trabajo previo de Buettner, que incluyó un reportaje en el número de noviembre de 2005 de la revista National Geographic y sus posteriores investigaciones y hallazgos adicionales, publicados más tarde en varios libros, entre ellos su bestseller de 2008 El secreto de las zonas azules: Comer y vivir como la gente más saludable del mundo.
“He descubierto que la mayoría de las cosas que la gente cree que conducen a una vida larga y saludable son erróneas o simplemente equivocadas”, afirma Buettner en el tráiler oficial del documental. “¿Y si pudiéramos aplicar ingeniería inversa a la longevidad? Me he pasado los últimos 20 años intentando hacerlo”.
Un descubrimiento inesperado
En la miniserie de cuatro capítulos de Netflix, Buettner dedica la segunda parte del segundo episodio, titulado “Un descubrimiento inesperado”, a visitar de nuevo Loma Linda y hablar acerca de su estilo de vida con algunos de sus residentes más longevos.
Buettner nos cuenta cómo consiguió una pista para investigar el Adventist Health Study-2 [Estudio de salud adventista-2], que analiza la dieta y los hábitos de salud de los miembros adventistas de Estados Unidos y Canadá. “Dado que tiene la intención de indagar en los hábitos y el estilo de vida, también se puede empezar a ver qué comportamientos están asociados a una vida más longeva”, explica al introducir el segmento. A continuación, viajó a Loma Linda para hablar con algunos de sus residentes de más edad en busca de pistas con respecto a lo que convierte a esa ciudad estadounidense en una zona azul.
Según Buettner, en Estados Unidos la gente gasta miles de millones de dólares en suscripciones a gimnasios que en su mayoría no se utilizan. Sin embargo, en Loma Linda, señala que los adventistas “están consiguiendo que las rutinas de actividad física y otros comportamientos saludables se mantengan”.
Buettner entrevista a varios residentes, entre ellos Loida Medina, que, a sus 84 años, pasa varias horas al día jugando al pickleball con otros amigos octogenarios. “La longevidad es ejercicio y comunidad”, le dice Medina. “Si estás deprimido, no vas a vivir mucho”.
Pilares del comportamiento
A lo largo del segmento, Buettner deja claro que los adventistas son algo más que un pueblo sano. “Evangelizan con salud”, afirma. “Realmente se mantienen unidos en torno a esta doctrina de la salud, y no se trata tanto de un entorno físico como de un entorno religioso y social”.
En los minutos siguientes, Buettner describe otros “pilares de comportamiento” que vio en los adventistas de Loma Linda, como el voluntariado, una dieta basada en plantas, la fe y la pertenencia a “la tribu correcta”.
Buettner entrevista a Joan Sabaté, profesor de Nutrición y Epidemiología de la Universidad de Loma Linda, que habla de los principios compartidos por primera vez por la cofundadora de la Iglesia Adventista, Elena de White, respecto a la nutrición óptima. Destaca que los adventistas “enmarcan su mensaje de salud en positivo”, invitando a la gente a adoptar una dieta equilibrada que evite la carne e incluya frutas, verduras, legumbres y frutos secos.
Buettner también se refiere al significado de la fe, concretamente a la observancia del sábado, y su relación con la salud. “La vida estadounidense está llena de estrés. [...] Nuestras agendas están repletas”, afirma. “Los adventistas tienen este santuario en el tiempo [...] donde simplemente se desconectan”.
Por último, después de observar y entrevistar a algunos de los adventistas más longevos de Loma Linda, Buettner dice que cree que hay poder en rodearse de personas que luchan por los mismos objetivos. “Rodearse de gente cuya idea de ocio es la jardinería o el senderismo tiene un impacto mensurable en tus hábitos”, dice.
Origen, alcance y propósito
Peter Landless, director del Ministerio de la Salud de la Asociación General, ha enfatizado repetidamente el origen, el alcance y el propósito de los principios adventistas de salud. “Dios demostró su interés por la salud de su pueblo al crear un magnífico entorno para sustentar a sus criaturas”, escribió Landless. “Proporcionó una dieta nutritiva, aire fresco, agua pura y la oportunidad de hacer ejercicio mientras nuestros primeros padres cuidaban del jardín. [...] Incluso después de la caída, el diluvio y el cautiverio, Dios demostró su interés por la salud de su pueblo al darles instrucciones específicas”.
Landless remontó el origen del mensaje adventista de salud a una visión dada en 1863 a Elena de White, que “demostraba que es un deber espiritual cuidar del cuerpo-templo, y confirmaba la integración integral del cuerpo, la mente y el espíritu”, escribió. “Estos principios han resistido la prueba del tiempo y el escrutinio de la ciencia. El descanso, el sol, una nutrición equilibrada, la confianza en Dios, el ejercicio, la temperancia, beber agua y respirar aire fresco mantienen una integridad equilibrada”.
A continuación, Landless hizo hincapié en la finalidad primordial de que el pueblo de Dios cuide de su salud: “Nos capacita para servir a Dios y a nuestros semejantes”, escribió. “Gozaremos de mejor salud, pero somos salvos para servir”.
La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de la Adventist Review.