Southern Asia-Pacific Division

Proyecto de ley de libertad religiosa suscita preocupación y apoyo entre los grupos religiosos

La libertad religiosa es una parte importante de la cosmovisión adventista, ya que defiende la idea de la libertad de conciencia y la libre expresión de la fe para todas las personas.

[Foto: DSAP]

[Foto: DSAP]

Representantes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día asistieron a una audiencia en el Senado respecto a la propuesta “Carta Magna acerca de la Ley de Libertad Religiosa”, que busca defender el derecho del pueblo a la libertad religiosa en Filipinas, según lo dispuesto por la Sección 5, Artículo III de la Constitución de 1987, el 1° de agosto de 2023. Evin Villaruben, tesorero asociado y secretario corporativo de la División Sudasiática del Pacífico, y la abogada Gizelle Lou Cabahug-Fugoso, en calidad de asesora jurídica, representan a la Iglesia Adventista.

La ley es importante y concierne al departamento de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa (PARL, por sus siglas en inglés) de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. La libertad religiosa es una parte importante de la cosmovisión adventista, ya que defiende la idea de la libertad de conciencia y la libre expresión de la fe para todos los individuos. Dicha libertad no debe ser negada, gravada, regulada o restringida, a menos que cause violencia, daño o peligro a otros o infrinja sus propios derechos religiosos. El objetivo de la medida de proteger la seguridad, el orden, la salud, la propiedad y la moral públicos es coherente con el compromiso de la Iglesia con la ciudadanía responsable y la responsabilidad social.

La abogada Cabahug-Fugoso expresó su preocupación por las dificultades que tienen los miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día para conciliar sus obligaciones educativas y laborales. El principal problema se deriva del conflicto entre el día de culto adventista, el sábado, y la asistencia obligatoria a clase o al trabajo en dicho día. La abogada Cabahug-Fugoso hizo hincapié en el caso de Denmark Valmores, estudiante adventista de Medicina, en el que el Tribunal Supremo dictaminó que exigir a un estudiante que elija entre cumplir sus obligaciones religiosas y terminar sus estudios constituye una patente violación de su libertad religiosa.

Villaruben instó al gobierno a mantener la autonomía de las instituciones religiosas en materia de religión y culto. La Iglesia, junto con otras confesiones religiosas, desea añadir una salvedad en el artículo 13 del proyecto de ley, a saber: “El Estado protegerá y promoverá el derecho de toda persona a la igualdad de oportunidades y de trato, y a la no discriminación en el empleo, en virtud de su afiliación religiosa o sus creencias. Siempre que las instituciones religiosas fundadas en creencias o principios religiosos tengan derecho a sus normas de contratación o códigos de conducta de acuerdo con sus creencias y disciplinas religiosas.

 La Iglesia Adventista ha sido proactiva en la creación de colaboraciones beneficiosas con el gobierno, en consonancia con los objetivos de buena gobernanza y apertura. Y la Iglesia seguirá apoyando y adhiriéndose a los objetivos y actividades del gobierno, siempre que sean coherentes con los ideales bíblicos.

La Comisión de Educación Superior y el Departamento de Trabajo afirmaron su compromiso con la defensa de la libertad religiosa en los contextos educativo y laboral.

El PARL forma parte del esfuerzo global de la Iglesia Adventista por establecer condiciones favorables para compartir la buena nueva de la libertad e invitar a todos a la comunión amorosa con Dios y con los demás seres humanos. Además, el PARL trabaja proactiva e incansablemente para borrar las ideas preconcebidas contra la Iglesia Adventista (su identidad, mensaje y misión), interactuando con la gente y ofreciendo puntos de vista adventistas distintos mediante la persuasión no violenta. Esencialmente, el PARL pretende elevar a la Iglesia Adventista del Séptimo Día y sus servicios a una posición de credibilidad pública, confianza y relevancia.

Aunque la medida propuesta es un paso importante para garantizar la libertad religiosa en Filipinas, requerirá una revisión y un debate cuidadosos para lograr un equilibrio entre la protección de los derechos individuales y la preservación de la separación entre Iglesia y Estado.

La Iglesia apoya plenamente la medida propuesta y desea dar las gracias a sus autores, así como a los dirigentes del Senado de Filipinas y de la Cámara de Representantes.

La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de la División Sudasiática del Pacífico.

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