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Pastor adventista ayuda a refugiados ucranianos en Kiev

“Entramos en uno de los muchos hoteles que han estado acogiendo a refugiados ucranianos desde el comienzo del conflicto. [...] Levanté la vista y vi a un anciano que nos sonreía cálidamente y nos daba la bienvenida", cuenta Fani Bachvarova. Inmediatamente, supe que era él, el pastor del ministerio que da esperanza a los refugiados ucranianos”.

Photo: Bulgarian Adventist News

Photo: Bulgarian Adventist News

“Era un frío sábado de invierno en las costas de Bulgaria”, empezó Fani Bachvarova, miembro del equipo de Comunicación de la Unión Búlgara. “Entramos en uno de los muchos hoteles cercanos a la ciudad septentrional de Varna, que acoge a refugiados ucranianos desde el comienzo del conflicto. Mientras pensaba en todos los retos a los que se habían enfrentado el año pasado –sus esperanzas rotas de que pronto volverían a casa y todo se acabaría– levanté la vista y vi a un anciano que sonreía cálidamente y nos daba la bienvenida. Inmediatamente, supe que era él: el pastor del ministerio que da esperanza a los más necesitados: los refugiados ucranianos”.

Vladimir Pop, o el Pr. Volodya, como lo llama todo el mundo, es un pastor adventista jubilado de Donetsk (Ucrania). Fue pastor durante 25 años. Tuvo que jubilarse en 2014, no porque él quisiera, sino porque la iglesia de Donetsk dejó de funcionar tras la expansión del conflicto en la región, y no era posible seguir sirviendo.

En 2014, el Pr. Volodya dejó Donetsk y se fue a Kiev. Llegó a Bulgaria en abril de 2022, después de que comenzara el conflicto a gran escala en Ucrania. A finales de septiembre, empezó a trabajar con ADRA Bulgaria en un proyecto de apoyo a los refugiados, donde actualmente realiza terapia artística y presta apoyo psicológico a niños ucranianos. Poco después, uno de los pastores locales de Varna lo invitó a dirigir un curso de estudio de la Biblia en ruso en la iglesia. Aceptó de buen grado la propuesta.

“Dios, por medio de ADRA, me llamó a servir a los refugiados, pues ya he sido refugiado de guerra dos veces”, explicó Pop. “En Kiev, estuve compartiendo el mensaje de esperanza a los que venían de Donbass y Donetsk, y ahora toda Ucrania está en esta situación. Estoy aquí para transmitir el mensaje de que Dios seguirá ayudándonos. Como me ayuda a mí, ayudará a todos”.

En varios meses de reuniones para el curso de estudio de la Biblia en ruso, asistieron unas 25 a 30 personas en total. El grupo estudió pasajes concretos y acontecimientos históricos de las Escrituras que ilustran cómo Dios nos ayuda, está con nosotros en medio de nuestros problemas y se preocupa por nosotros.

INAUGURACIÓN DEL PRIMER GRUPO UCRANIANO

El sábado 28 de enero, el grupo ucraniano se reunió por primera vez para celebrar su propio servicio sabático. El sermón tuvo lugar en un estudio de peluquería abandonado. El extraño lugar no molestó a nadie, porque lo más importante para todos los asistentes era que tenían un lugar donde alimentar y fortalecer su fe en estos tiempos de penuria.

El pastor Volodya compartió en su sermón que, mediante el estudio de la Biblia, Dios da esperanza y apoyo a quienes lo necesitan. A sus clases de Biblia no solo acuden cristianos de distintas confesiones, sino también personas que no se definen como cristianos, sino que simplemente buscan a Dios. Lo único en común es que todos buscan la misericordia de Dios y el mensaje de esperanza. Y aquí también encuentran apoyo espiritual y amistad.

“Independientemente de la denominación, aquí nos reunimos, oramos unos por otros, leemos juntos las Escrituras, buscamos la verdad y creamos relaciones de amistad”, afirma el Pr. Volodya.

LA CONMOVEDORA HISTORIA DE OLYA

Olya camina casi una hora para asistir a la Escuela Sabática todos los sábados. Conoció al pastor por casualidad en la cocina del hotel. Él se ofreció amablemente a orar por ella. A partir de entonces, nunca faltó a una clase de estudio bíblico. Antes de venir a Bulgaria, Olya fue primero a Moldavia y se instaló cerca de la frontera rumana. No había ninguna iglesia de habla rusa, ya que la mayoría de la gente solamente hablaba rumano. Se sentía bien en la comunidad cristiana, pero echaba de menos el compañerismo y las relaciones cercanas.

“Damos gracias a Dios por esta misericordia de tener un pastor que habla nuestro idioma”, dijo Olya. “Buscaba compañerismo espiritual y una persona con la que pudiera estar en estrecha comunión espiritual. Alabo al Señor por habernos enviado a este hombre. Es muy fácil, cuando uno está solo, abandonar el camino emprendido, y por eso es tan importante celebrar estos encuentros”.

También se unen al grupo de estudio de la Biblia ucranianos de varios hoteles y pueblos cercanos.

UN MENSAJE PARA TODOS LOS REFUGIADOS

“A todos los refugiados, les diría que ahora estamos cerca de Dios, y Dios está cerca de nosotros... muy cerca”, declaró Volodya. “Y a los que creen en Jesús, a ellos quiero decirles que vienen tiempos realmente duros en los que encontraremos a Jesús, y entonces tendremos mucha fuerza y amor, y podremos ser fuente y apoyo para los demás cada día. Y quiero orar por ello”.

El Pr. Volodya continúa su ministerio con el apoyo de la Iglesia Adventista Búlgara de Varna y cree que Dios lo ha enviado a donde debe estar para hacer su voluntad.

La noticia original se publicó en el sitio de noticias de la División Intereuropea.

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