Mujer adventista de 102 años en Brasil participa del proyecto Misión Caleb

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Mujer adventista de 102 años en Brasil participa del proyecto Misión Caleb

“Cuando vi a aquellos jóvenes que iban delante, pensé que era la actividad más hermosa. Entonces, llamé al pastor, le pedí una camiseta y le dije: ‘¡Yo también quiero ser un Caleb!’ ”, afirma doña Nilza Rodrigues.

El proyecto Misión Caleb es conocido por movilizar a los jóvenes durante sus vacaciones para realizar actividades sociales y misioneras en diversas comunidades. Sin embargo, esto no fue un obstáculo para Nilza Rodrigues. A los 102 años, decidió participar de la iniciativa y lo hizo mediante oraciones de intercesión.

A pesar de su avanzada edad, la jubilada dice que quería ayudar de alguna manera. Se decidió en una celebración de los voluntarios de Caleb en el estado de Ceará. “Cuando vi a aquellos jóvenes yendo para allá, pensé que era la actividad más hermosa. Entonces, llamé al pastor, le pedí una camiseta y le dije: ‘¡Yo también quiero ser un Caleb!’ ”, explica Rodrigues.

El equipo de voluntarios de la iglesia a la que asiste Rodrigues realizó, durante 18 días, actividades de evangelización y visitas a estudiantes de la Biblia. Como no podía acompañar al grupo en las actividades por su debilidad, se quedó en casa orando por los interesados.

“Mi madre siempre ha participado en las actividades de la iglesia. Actualmente está un poco debilitada, pero aun así quiso participar. Ella es una inspiración para mí y para aquellos que, de alguna manera, sienten que no pueden o no quieren ayudar. Este año, aprendí que no importa la edad que tengas; es necesario hacer algo por Dios mientras tengas vida”, destaca José Aurinelson, hijo de Rodriques.

El Pr. Marcos Militão entrega un certificado a doña Nilza Rodrigues como homenaje (Foto: Joseph Redfield)
El Pr. Marcos Militão entrega un certificado a doña Nilza Rodrigues como homenaje (Foto: Joseph Redfield)

TRIBUTO

La experiencia de Rodrigues con Misión Caleb ha inspirado a muchas personas en el estado. Por ello, recibió una placa que la honra por su servicio voluntario de oración. El Pr. Marcos Militão, presidente de la Iglesia Adventista en Ceará, celebró el momento de reconocimiento y gratitud.

“Ella es la prueba de que no hay límite de edad para hacer algo por Dios: ir a buscar a otras personas para el Reino e interceder. A los 102 años, sigue buscando ser útil a las personas y a la Iglesia. Su actuación es un ejemplo que nos invita a hacer algo por Dios mientras podamos”, señala Militão.

El proyecto comunitario terminó con cuatro bautismos y una promesa: “El año que viene, volveré a participar”, dijo Rodriques.

La noticia original se publicó en el sitio de noticias en portugués de la División Sudamericana.