El presidente de Estonia ha decidido no aprobar una ley, aprobada por el parlamento nacional 13 de junio, que han negado el registro legal a las organizaciones religiosas con liderazgo extranjero.
El presidente de Estonia ha decidido no aprobar una ley, aprobada por el parlamento nacional 13 de junio, que han negado el registro legal a las organizaciones religiosas con liderazgo extranjero. Entre los grupos que se arriesgaban a perder su estatus legal eran Testigos de Jehová, la Iglesia Ortodoxa Rusa, la Iglesia Adventista del Séptimo Día y otras iglesias protestantes.
El presidente Lennart Meri se negó a proclamar la ley debido a que contenía "restricciones desproporcionadas al ejercicio de la libertad de religión", según un comunicado dado a conocer 29 de junio por la oficina de prensa del presidente. El comunicado de prensa citado la Unión Estonia de adventistas del séptimo día como un ejemplo de un grupo que sería injustamente afectados por la ley.
La ley estaba dirigida a las organizaciones religiosas, en lugar de las congregaciones individuales. Habría negado el registro a los grupos cuya administrativas o de gestión económica se lleva a cabo en el extranjero, o cuyas decisiones necesitan la afirmación de los dirigentes o de la administración en el extranjero.
Tuno Jugar, presidente de la Iglesia Adventista en Estonia, había escrito al presidente Meri pidiéndole que no se apruebe la ley en su forma actual. Señaló que los pasajes en la legislación en conflicto con la Constitución de Estonia y de los convenios internacionales de la libertad religiosa.
Los líderes de la Iglesia Ortodoxa Rusa también vocal sobre sus preocupaciones, diciendo Keston News Service que la ley significaría "la completa deslegitimación de nuestra estructura de la iglesia en ese país."
La ley no habría afectado a la situación de la Iglesia Católica Romana, que opera bajo un acuerdo especial con el gobierno de Estonia con la mediación del Vaticano.