Expertos israelíes utilizan inteligencia artificial para traducir escritura cuneiforme antigua

[Foto: UA Adventista]

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Expertos israelíes utilizan inteligencia artificial para traducir escritura cuneiforme antigua

Se trata de otro paso importante hacia la conservación y difusión del patrimonio cultural de la antigua Mesopotamia, afirman los científicos.

Investigadores de la Universidad de Tel Aviv y la Universidad Ariel de Israel han desarrollado un modelo de inteligencia artificial capaz de traducir automáticamente textos cuneiformes acadios al inglés. Se trata de otro paso importante hacia la conservación y difusión del patrimonio cultural de la antigua Mesopotamia, afirman los científicos.

Los especialistas en asiriología, especializados en estudios arqueológicos, históricos, culturales y lingüísticos de Asiria y el resto de la antigua Mesopotamia, llevan muchos años intentando comprender los textos acadios escritos en cuneiforme, una de las formas de escritura más antiguas que se conocen. Cuneiforme significa “en forma de cuña” porque en la antigüedad se escribía con un estilete de caña, haciendo marcas en forma de cuña sobre una tablilla de arcilla.

Ahora, investigadores de Tel Aviv y Ariel han desarrollado un modelo de inteligencia artificial que ahorrará todo este esfuerzo. Este modelo puede traducir automáticamente al inglés textos acadios escritos en cuneiforme.

Así lo informa el proyecto educativo “Arqueología Bíblica” con referencia a The Jerusalem Post.

Asiria, llamada así por el dios Ashshur (el más elevado del panteón de dioses asirios), estaba situada en la llanura mesopotámica. En el año 721 a.C., el ejército asirio llegó desde el norte, capturó el Reino del Norte de Israel y tomó cautivas a diez tribus de Israel, desapareciendo así en la historia.

Los arqueólogos han encontrado cientos de miles de tablillas de arcilla en la antigua Mesopotamia, escritas en cuneiforme y que datan del año 3400 a.C. Sin embargo, hay muchas más tablillas de las que pueden traducir fácilmente el limitado número de expertos que pueden leerlas.

El Dr. Shai Gordin, de la Universidad Ariel, el Dr. Gai Gutherz y otros de la Universidad de Tel Aviv, y sus colegas publicaron sus hallazgos en la revista PNAS Nexus el 2 de mayo de 2023, con el título “Translating Akkadian to English with neural machine translation" [Traducción del acadio al inglés con traducción automática neuronal] (Gai Gutherz, Shai Gordin, Luis Sáenz, Omer Levy, Jonathan Berant. PNAS Nexus, volumen 2, número 5, mayo de 2023, pgad096).

Al desarrollar el nuevo modelo de aprendizaje automático, los investigadores prepararon dos versiones de traducción automática a partir del acadio: una traduce a partir de inscripciones latinizadas y la otra traduce a partir de elementos Unicode cuneiformes directamente al inglés.

La primera versión, que utiliza la transliteración latina, dio resultados más satisfactorios en este estudio, alcanzando una puntuación de 37,47 en el Best Bilingual Evaluation Understudy 4 (BLEU4), que es una prueba del nivel de correspondencia entre la traducción automática y la humana de un mismo texto.

El programa es más eficaz cuando traduce frases de 118 caracteres o menos. En algunas frases, creó “alucinaciones”, resultados sintácticamente correctos pero inexactos en inglés.

El Dr. Gordin señaló que, en la mayoría de los casos, la traducción podía utilizarse como tratamiento primario del texto. Los autores sugieren que la traducción automática puede utilizarse como parte de la colaboración entre humanos y máquinas, en la que los científicos humanos corrigen y mejoran los resultados de los modelos.

Cientos de miles de tablillas de arcilla escritas en cuneiforme documentan la historia política, social, económica y científica de la antigua Mesopotamia, escriben los autores, “pero la mayoría de estos documentos permanecen sin traducir e inaccesibles debido a su gran número y al limitado número de expertos que pueden leerlos”.

Los científicos concluyen que la traducción es una actividad humana fundamental que tiene una larga historia científica desde la aparición de la escritura. “Puede ser un proceso complejo, ya que suele requerir no solo el conocimiento experto de dos lenguas distintas, sino también de entornos culturales diferentes. Las herramientas digitales que pueden ayudar en la traducción son cada año más comunes, impulsadas por los avances en campos como el reconocimiento óptico de caracteres y la traducción automática. Sin embargo, las lenguas antiguas siguen planteando un serio desafío en este sentido. Leerlas y comprenderlas requiere el conocimiento de una comunidad lingüística desaparecida hace mucho tiempo, y además los propios textos pueden ser muy fragmentarios”.

La versión original de esta noticia se publicó en el sitio de noticias en ucraniano de la Unión de Ucrania.