Durante las vacaciones de primavera de marzo de 2023, un grupo de estudiantes y profesores del Pacific Union College viajaron a la isla de Mana, Fiyi, para un viaje misionero de diez días.
Ha pasado casi una década desde el primer viaje del PUC a este remoto lugar. Mana es muy pequeña, con solo una población de unas 500 personas. Cada viaje misionero se ha centrado en satisfacer sus necesidades en diversas áreas. Con cada viaje de regreso a la isla se ha desarrollado una profunda conexión entre el PUC y la comunidad.
Bajo la dirección del exdirector de misiones Fabio Maia y dos colíderes, el profesor de biología Floyd Hayes y la profesora de enfermería Sandra Ringer, el viaje misionero de este año incluyó a doce estudiantes de enfermería y tres estudiantes que no eran de enfermería. Nicolette Piaubert, profesora de enfermería del PUC, también participó en el viaje y ayudó a dirigir los servicios sanitarios.
“Este año, nos centramos sobre todo en proporcionar atención médica y dental a los residentes de la isla, trabajando en equipo con profesionales sanitarios estadounidenses y brasileños”, dijo Hayes. “También proporcionamos ordenadores portátiles, equipos de snorkel, sistemas de energía solar, Escuela Bíblica de Vacaciones y recolección de basura”.
En un programa de la Semana de Oración de primavera, en abril, Ringer habló a los estudiantes acerca del reciente viaje a Fiyi y dijo que, prácticamente, no hay asistencia sanitaria en la isla de Mana. Solamente hay una enfermera que trabaja a tiempo parcial en un centro turístico cercano.
En este viaje, el grupo del PUC se enteró de que un “curandero” local disuadió inicialmente a los miembros de la comunidad de acudir a sus servicios sanitarios. Ringer dijo que el primer día no acudió mucha gente. Sin embargo, cuando Piaubert trató a algunos pacientes esa noche, empezó a correr la voz. Al día siguiente, acudieron más de 100 pacientes y 90 el día siguiente.
Jan Jernigan, estudiante del PUC, acaba de terminar el programa de Diplomatura en Enfermería y ahora está estudiando la Licenciatura en Enfermería. Estaba entusiasmada con el viaje misionero a Fiyi y con la oportunidad de adquirir experiencia médica y ayudar a atender a la gente. Cuando se enteró de que también podría obtener créditos académicos por sus horas clínicas, dijo que era un escenario donde todos obtenían beneficios.
Jernigan dijo que ,una vez que el grupo llegó e instaló la clínica, se puso a trabajar ayudando con el triaje. Tomó las constantes vitales de los pacientes y recopiló información acerca del motivo por el que acudían a la clínica. Luego, los dirigía al profesional médico especializado adecuado. Jernigan y otros estudiantes visitaron los hogares y ayudaron a inspeccionar el pueblo en busca de posibles riesgos para la salud. También repartieron ropa y jabón.
Para Jernigan, lo más memorable del viaje fue jugar con los niños y ver cómo se cuidaban unos a otros. “El pueblo fiyiano, especialmente en la isla de Mana, tiene una comunidad tan hermosa que ha influido en mi vida hasta el punto de que aprecio más a la gente que me rodea”, afirma. “Ríen, adoran, oran, juegan, trabajan duro y pasan el tiempo disfrutando de verdad de la compañía de los demás”.
Hayes dijo que los residentes de la isla de Mana estaban especialmente entusiasmados con dos de los proyectos misioneros. “Los residentes estaban muy contentos de tener electricidad en la escuela por primera vez en varios años, y estaban muy contentos de recibir atención médica y dental de profesionales médicos y estudiantes del PUC”, dijo.
El último día del viaje, el grupo se reunió con la gente del pueblo. Mientras el sol se ponía con espléndidos colores en el cielo, unieron sus manos y cantaron “We Shall Overcome” [Venceremos].
La estudiante de trabajo social Madison Alejandra Dietrich dijo: “Siento que hemos perdido la idea de comunidad. Esto fue como volver a casa, al cielo”.
Hayes dijo que le gustaría que PUC continuara regresando anualmente para clínicas médicas y dentales, y proporcionara más equipos y suministros científicos para la escuela.
Maia, excoordinador de servicio y misiones del PUC, fue el pionero de este viaje misionero anual a la isla de Mana, en Fiyi. Su plan desde el principio fue crear vínculos y confianza. “Tratamos de construir relaciones con la gente de allí, en lugar de simplemente hacer algo, irnos y nunca más volver”, dijo en 2018 después de su cuarto viaje a la isla.
Este año marca el cuarto viaje de Hayes a Fiyi, incluidos tres viajes misioneros. Dijo que PUC y la gente de la isla de Mana “tienen una enorme deuda de gratitud” con Maia. “Nuestro trabajo no podría llevarse a cabo sin su extraordinaria capacidad de organización y liderazgo”, afirmó.
Jernigan dijo que animaría absolutamente a otros a servir en un viaje misionero de corta duración. “Ir a un viaje misionero cambia la vida”, dijo. “Podemos ir allí con todos estos planes, pensando que vamos a hacer todos estos cambios en las personas que visitamos, pero lo que aprendí es que es realmente una asociación entre ellos y nosotros. Nos enseñan sobre la vida, el culto y la salud, tanto como nosotros les enseñamos a ellos”.
Cada año, los estudiantes del PUC tienen la oportunidad de servir con amor en otros países en viajes misioneros. Además de Fiyi, también hay un viaje anual a Kenia. El PUC también ha servido en Brasil y Perú. Ingresa aquí para obtener más información acerca de estas oportunidades.
La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de la División Norteamericana.