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Estudiantes dedican su tiempo de vacaciones y construyen una nueva estructura de iglesia para la creciente congregación adventista en la República Dominicana

Más de 40 estudiantes del Colegio Secundario Andrews se asocian con Maranatha para proporcionar un lugar estable para el culto.

Cuarenta y un estudiantes del Colegio Secundario Andrews pasaron diez días de sus vacaciones de invierno prestando servicios en un proyecto en Santo Domingo, República Dominicana, del 31 de diciembre de 2023 al 10 de enero de 2024, junto con Maranatha Volunteers International, un ministerio de apoyo de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. [Fotografía: Lake Union Herald]

Cuarenta y un estudiantes del Colegio Secundario Andrews pasaron diez días de sus vacaciones de invierno prestando servicios en un proyecto en Santo Domingo, República Dominicana, del 31 de diciembre de 2023 al 10 de enero de 2024, junto con Maranatha Volunteers International, un ministerio de apoyo de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. [Fotografía: Lake Union Herald]

A comienzos de enero, un grupo de 41 estudiantes del Colegio Secundario Andrews en Berrien Springs, Míchigan, dedicó diez días de sus vacaciones para un proyecto con Maranatha Volunteers International, un ministerio de apoyo de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

El grupo levantó las paredes del nuevo templo de la congregación Agape en la región sudeste de Santo Domingo, República Dominicana del 31 de diciembre de 2023 al 10 de enero de 2024. Después de años de reunirse en cualquier espacio que pudieran hallar disponible, la congregación de 45 miembros se siente agradecida y entusiasmada de tener finalmente un templo oficial propio. “La iglesia dijo que fuimos una respuesta a sus oraciones”, dijo Gina Pellegrini, coordinadora del proyecto para el equipo. “Se mostraron realmente agradecidos de que las cosas funcionaron, y que ahora puede tener [un templo]”.

Además del trabajo de construcción, estudiantes voluntarios estuvieron al frente de los esfuerzos de obra comunitaria. Ofrecieron un programa de la Escuela Bíblica de Vacaciones para los niños del lugar, al que asistieron unos 50 niños todas las noches. Mientras el grupo de estudiantes de secundaria enseñaba a los niños de Jesús por medio de cánticos, manualidades y relatos bíblicos, otros estudiantes compartieron el evangelio con los adultos, durante una serie de sermones de cinco noches, para la congregación adventista local y la comunidad.

Cada dos años, los estudiantes del Colegio Secundario Andrews viajan a algún lugar del mundo brindar servicios a una comunidad necesitada. Los estudiantes colaboraron con Maranatha en viajes pasados, hasta que el número de estudiantes que se apuntaban a los proyectos comenzó a mermar y la pandemia del COVID-19 limitó las opciones de viaje, explicó Pellegrini. Después de coordinar viajes en forma independiente por varios años, el Colegio Secundario Andrews sumó suficientes estudiantes interesados como para asociarse con Maranatha una vez más este año. Pellegrini aprecia los proyectos de construcción de Maranatha, porque dan a los adolescentes la oportunidad de ver los resultados tangibles de su duro trabajo. “Tenemos cierta satisfacción en edificar algo desde el mismo comienzo”, dijo.

Los estudiantes de este viaje compartieron la opinión de Pellegrini, disfrutando de cumplir con el duro trabajo manual a pesar de las sofocantes temperaturas. Cuando se les ofreció un día libre para preparar el programa de la EBV de esa noche, uno grupo de estudiantes se negó a ello. Ya habían preparado su parte del programa y escogieron, en cambio, un día de duro trabajo con los bloques. “No quisieron tomarse el día libre. Quisieron quedarse en el lugar de trabajo. No había experimentado eso antes”, destacó Pellegrini.

Para el estudiante de último año Marco Sciarabba, el momento de mayor impacto del viaje fue cuando escuchó la historia de cómo comenzó la iglesia con un grupo de personas en la parte superior de una casa. “El viaje me hizo ver el poder de la oración en un ejemplo de la vida real”, dijo. “Me dio una nueva perspectiva respecto a cuán importante es realmente la oración, y también me probó que Dios es tan bueno y que él siempre proveerá, y que todo lo que necesitamos es tener fe”.

Maranatha organiza viajes misioneros para grupos de voluntarios privados, como es el caso del Colegio Secundario Andrews, y para equipos que quieren sumarse. Esos grupos construyen iglesias, escuelas, pozos de agua y otras estructuras que se necesitan con urgencia en diversas partes del mundo. Desde 1969, Maranatha ha construido más de 14.000 estructuras y más de 2.200 pozos de agua en noventa países.

La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de la División Interamericana.

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