Desde hace más de un año, el pastor Edgar Mongua lidera la iniciativa “Dadle vosotros de comer” y programas de asistencia social en plazas públicas y cárceles de Ocumare del Tuy y Yare, Miranda, Venezuela.
“Dadle vosotros de comer”, que se lleva a cabo específicamente en los barrios Uveritos de la Pica y Guillermo García en Yare, incluye la distribución de 30 a 60 arepas un día a la semana a niños, madres solteras y ancianos.
Asimismo, se distribuyen de cinco a diez bolsas de alimentos entre las familias de bajos ingresos. Los líderes también organizan otras actividades en beneficio de la comunidad, como cortes de pelo, consultas gratuitas con un dentista y revisiones de la tensión arterial. Los voluntarios también distribuyen ropa, calzado y comidas calientes a quienes lo necesitan.
“También organizamos juegos y actividades deportivas para niños, jóvenes y adolescentes”, explica Mongua. “Los viernes por la tarde, estos niños y jóvenes se reúnen con nosotros para escuchar un mensaje de la Palabra de Dios”.
Un grupo de voluntarios adventistas también visita una plaza pública en Ocumare del Tuy todos los viernes por la mañana para atender las necesidades físicas y espirituales de quienes se encuentran allí.
“Cantamos, oramos, estudiamos la Biblia con un grupo de aproximadamente 60 personas (la mayoría de ellos ancianos), y luego compartimos un sabroso desayuno con ellos”, compartió Mongua. “También organizamos jornadas especiales de salud y asistencia social que, de nuevo, incluyen cortes de pelo y servicios dentales gratuitos”.
La iniciativa ha dado como resultado muchos nuevos visitantes regulares a las congregaciones locales. Entre las personas atendidas hay 20 que han estudiado la Biblia y han pedido bautizarse.
Las acciones de evangelización también se ha trasladado de los lugares públicos para beneficiar a los detenidos o encarcelados. Todos los martes por la mañana, voluntarios adventistas ofrecen apoyo físico y espiritual en la comisaría de Ocumare del Tuy. Las iniciativas de la iglesia han beneficiado a presos y agentes policiales.
“Cada martes es una experiencia diferente. Hemos visto cómo el Señor ha tocado y transformado corazones”, dijo Wilma, la esposa del pastor Mongua. Añadió que, hasta el momento, 12 personas han sido bautizadas como resultado directo de esta iniciativa de ministerios penitenciarios.
Entre ellos, Wilma compartió la historia de Miguel y Gerly, un hombre y una mujer que habían estado viviendo como enemigos de Dios. “Mi marido predicó acerca de la necesidad de pedir al Señor que los cambiara e hizo un llamamado al altar. No lo aceptaron de inmediato, pero después de visitarlos y orar [continuamente] por ellos, pidieron perdón por sus pecados pasados y decidieron bautizarse en una ceremonia especial en enero. Ese mismo día, un agente de policía y una funcionaria del Departamento de Justicia aceptaron estudiar un curso bíblico acerca de ‘Mujeres transformadas’ ”.
Mongua, a cargo de cinco iglesias y dos grupos en Yare, no es nuevo en la labor de los ministerios de extensión. En sus 15 años como pastor, ha introducido iniciativas de acción social y evangelización en todos los distritos en los que ha servido. “Incluso antes de ser pastor, salía con mi hija por las calles de Caracas para compartir el desayuno con las personas sin hogar los domingos por la mañana”, explicó.
Mongua explicó que siente una carga por atender las necesidades de quienes más lo necesitan, como los ancianos, los indigentes, las personas con necesidades especiales, los niños y las madres solteras.
“Me gusta sentirme útil en las manos de Dios, ser testigo de cómo se ilumina el rostro de las personas y recibir un abrazo de gratitud”, dijo Mongua. Y los voluntarios trabajan intensamente, recalcó. “Nuestra meta es que la gente llegue al punto de entregar su vida a Jesús, y plantar iglesias en lugares sin presencia adventista”.
Gracias al apoyo de las juntas directivas de las iglesias locales y a los fondos aportados por amables feligreses, los diversos ministerios dirigidos por el pastor Mongua distribuyen cada mes 680 desayunos, 240 almuerzos calientes y 12 bolsas de comida con siete alimentos básicos.
Según Mongua, cerca de 15.000 personas se han beneficiado ya de sus iniciativas en los últimos 12 meses.
“Nuestro objetivo es duplicar esas cifras, por lo que ahora estamos orando e invitando a otros voluntarios a ayudar y sumar su apoyo a nuestro proyecto”, dijo Mongua.
El pastor también compartió que un desafío y sueño más abarcador es construir un comedor adventista permanente en Ocumare del Tuy. “También nos gustaría crear oportunidades de trabajo para nuestros miembros”, dijo.
La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de la División Interamericana.