La 18a Cena Anual de Libertad Religiosa de la División Norteamericana (NAD), llevada a cabo el martes 30 de abril de 2024 en Capitol Hill, Washington, D.C., celebró un derecho humano central: la libertad de religión o creencia. Reunió a cerca de 100 defensores de la libertad religiosa, funcionarios del gobierno, académicos, líderes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, estudiantes del Honors College de la Universidad Adventista de Washington y otros invitados, para disfrutar de una comida, un discurso de apertura y una ceremonia de entrega de premios a la libertad religiosa.
En su bienvenida, Orlan Johnson, director de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa (PARL) de la DNA, amplió el tema de la velada, “Defender la libertad de conciencia”, parafraseando al difunto Martin Luther King Jr. “La injusticia para uno sigue siendo injusticia para todos”.
Patrocinada y organizada por el departamento de PARL de la DNA y Liberty Magazine, fue la primera cena de este tipo de la DNA desde 2019. El evento se celebró en el Edificio Dirksen de oficinas del Senado, facilitado por la participación de la oradora principal, la senadora estadounidense Susan M. Collins.
Collins, representante de Maine, es la primera mujer republicana en ganar un quinto mandato en el Congreso. Melissa Reid, directora asociada del PARL de la DNA, destacó los logros de Collins, incluido “el liderazgo para garantizar la inclusión de disposiciones sustanciales de libertad religiosa en la Ley de Respeto al Matrimonio (LRM) de 2022”.
La LRM, aprobada en noviembre de 2022, garantiza el reconocimiento federal y estatal de los matrimonios del mismo sexo e interraciales. Debido a las preocupaciones de los adventistas y otros defensores de la libertad religiosa, la LRM incluye disposiciones que abordan cuestiones críticas de libertad religiosa.*
La LRM fue codificada en ley federal el 13 de diciembre de 2022, con un fuerte apoyo bipartidista en el Senado (61-36) y la Cámara (258-169).
Reid dijo: “La senadora Collins y su equipo invitaron a todos a la mesa (líderes religiosos, grupos de derechos LGBTQ, grupos de derechos civiles y defensores de la libertad religiosa) y acogieron genuinamente la diversidad de perspectivas”.
Collins dio las gracias a los líderes religiosos que habían formado una coalición de libertad religiosa que contribuyó a la LRM, declarando: “Ustedes lo hicieron posible, [ayudando a elaborar] lo que creo que son las protecciones de libertad religiosa más significativas promulgadas por el Congreso desde la Ley de Restauración de la Libertad Religiosa hace más de 30 años. Lo hicimos garantizando la dignidad y el respeto de todas las parejas casadas”.
Citó a la cofundadora de la Iglesia Adventista, Elena de White, de quien le había encantado descubrir que era de Maine, su estado natal. “Cada acción, cada obra de justicia, misericordia y benevolencia, produce música celestial en el cielo” (Review and Herald, 16 de agosto de 1881).
“Esos actos a menudo tienen un precio. En un momento de profundas divisiones en nuestro Congreso, comunidades y nación, hace falta valor para enfrentarse a las críticas”. Elogió a los “defensores de la igualdad matrimonial y la libertad religiosa” que “tuvieron el valor de unir sus voces en armonía con [la cita de Elena de White] y los ‘mejores ángeles de nuestra naturaleza’ de Abraham Lincoln”, recibiendo una ovación de pie al terminar.
Premios a los campeones de la libertad religiosa
Durante el evento, se rindió homenaje a varias personas. Alan J. Reinach, director ejecutivo y consejero general del Church State Council [Consejo de relaciones entre Iglesia y Estado], un ministerio de libertad religiosa de la Unión del Pacífico, y Todd R. McFarland, consejero general adjunto de la Oficina del Asesor General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, recibieron premios como juristas de la libertad religiosa.
Fueron reconocidos por sus contribuciones a la decisión del Tribunal Supremo a favor de Gerald Groff, un trabajador de USPS obligado a elegir entre guardar su sábado o seguir empleado. La victoria en el caso Groff contra Dejoy revocó un precedente de casi 50 años establecido por el caso Trans World Airlines, Inc. contra Hardison de 1977, elevando la norma de minimis (es decir, mínima) para las obligaciones de los empleadores en virtud del Título VII de la Ley de Derechos Civiles, que les exige hacer “ajustes razonables” para las necesidades religiosas de los empleados.
Bettina Krause, directora asociada del PARL de la DNA y editora de Liberty Magazine, reconoció a Reinach y McFarland “por su incansable compromiso de mantenerse en la brecha y luchar para representar a hombres y mujeres de muchas confesiones diferentes que se han visto obligados [a elegir] entre sus convicciones religiosas y su empleo”.
“La lección de la victoria [de Groff] es la importancia de trabajar juntos”, respondió Reinach, subrayando el “peso de la evidencia” de los 35 escritos de “amigos del tribunal” de diferentes grupos religiosos presentados en apoyo de Groff.
Ambos reconocieron que la lucha no había terminado. Tras bromear diciendo que “normalmente, este es el tipo de premio que te dan cuando estás a punto de jubilarte”, McFarland afirmó: “Pienso quedarme y seguir luchando con todos ustedes”. Reinach coincidió: “Nuestro trabajo sigue en pie”, prometiendo servir un tiempo más y “reclutar a la próxima generación para continuar el trabajo”.
A continuación, Shirley V. Hoogstra, presidenta del Consejo de Colegios y Universidades Cristianas (CCCU, por sus siglas en inglés) desde 2014, recibió el premio a la defensa de la libertad religiosa por su prolongado compromiso con la protección de los derechos de libertad religiosa de las instituciones confesionales de educación superior.
“Recibir un premio de un grupo al que amas tiene un gran significado profesional y personal”, dijo Hoogstra. Calvinista holandesa, exaltó el liderazgo de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en asuntos espirituales, médicos, cívicos, legales y educativos. “He aprendido mucho de ustedes y soy mejor por mi amistad con ustedes. Son campeones de la libertad religiosa”.
Por último, Thomas C. Berg, profesor de la cátedra James L. Oberstar de Derecho y Políticas Públicas en la Facultad de Derecho de la Universidad de St. Thomas, recibió el premio a la libertad religiosa, dijo Krause, por “sus tres décadas de destacada erudición en libertad religiosa”. Señaló que su trabajo, que incluye escritos ante el Tribunal Supremo, casos representados y libros, ha proporcionado a los defensores de la libertad religiosa “planes y enfoques procesables para resolver profundos conflictos en la sociedad, conflictos que [parecen] insolubles”.
Destacó el caso de 1963 de la adventista del séptimo día Adell Sherbert, cuya victoria en el Tribunal Supremo consideró “inconstitucional negarle la manutención durante una época de desempleo porque se negó a trabajar en su día de reposo”. Este caso amplió los derechos legales de adaptación religiosa. “Su negativa no era simplemente una cuestión de elección o preferencia”, dijo Berg. “Ella no podía trabajar en su día de descanso, sábado, sin una lesión profunda a una característica esencial de la humanidad, a saber, nuestra capacidad de buscar y responder a Dios”.
Avanzar juntos
Un tema subyacente de la noche fue “juntos somos más fuertes”. Johnson señaló que en Estados Unidos hay 1,1 millones de adventistas del séptimo día, pero ocho millones de mormones, 30 millones de bautistas del sur y 90 millones de católicos. “Si no construyes coaliciones, no puedes sobrevivir”.
Johnson también subrayó la presencia estudiantes del programa de honores de la Universidad Adventista de Washington, la beca Branson, entre los que se encuentran los internos del PARL de la DNA, como un punto destacado en su discurso de clausura. “Es simplemente increíble no solamente estar aquí con los que han estado en las trincheras, sino también con la próxima generación de personas que ya han demostrado su interés en esta área”.
Calvin Watkins, vicepresidente de la DNA, concluyó la velada afirmando que “la Iglesia Adventista está comprometida con la libertad religiosa. Y nos hace a todos más fuertes cuando trabajamos juntos”.
A continuación, Watkins oró: “Te damos gracias, oh Dios, por los poderosos campeones que están aquí esta noche. Luchan por los que no pueden luchar por sí mismos, por los que no se parecen a ellos y por los que no rinden culto como ellos. Te damos gracias, Señor, por tu poder y tu fuerza. Te pedimos que sigas dando a los que están en primera línea la fuerza para correr esta carrera. Y si tropiezan, te pedimos que bajes, los tomes de la mano y los guíes. En el nombre del Dios Todopoderoso, Amén”.
*Por una declaración de la DNA, las disposiciones de la LRM “incluyen que el Congreso reconozca que ‘tanto los partidarios del matrimonio tradicional como sus creencias son decentes y honorables’, que proteja a las iglesias de ser [obligadas] a facilitar los matrimonios entre personas del mismo sexo y que impida represalias contra las organizaciones religiosas por sus opiniones acerca del matrimonio”.
El artículo original se publicó en la página web de la División Norteamericana.