AdventHealth dirigirá un estudio nacional de 11 millones de dólares acerca de ejercicio y salud cerebral

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AdventHealth dirigirá un estudio nacional de 11 millones de dólares acerca de ejercicio y salud cerebral

El estudio FLAME representa el primer análisis de este tipo acerca del cumplimiento a largo plazo y los efectos de la intervención con ejercicio en la salud cerebral, la cognición y la patología de la enfermedad de Alzheimer.

El Instituto de Neurociencia de AdventHealth dirigirá una investigación pionera acerca del ejercicio y la salud del cerebro como parte de un esfuerzo nacional y multisitio financiado con 11 millones de dólares de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), la mayor fuente de financiación de la investigación médica en todo el mundo.

Conocido como Análisis Longitudinal de Seguimiento del Ejercicio de Intensidad Moderada (FLAME, por sus siglas en inglés), este nuevo esfuerzo pondrá a prueba los efectos a largo plazo de un ensayo clínico de ejercicio aleatorizado previamente realizado e iniciado en 2016, llamado “Investigating Gains in Neurocognition in an Intervention Trial of Exercise (IGNITE)” [Investigación de la mejora de la neurocognición en un ensayo de intervención con ejercicio físico], que examinó los efectos del ejercicio sobre la salud cognitiva y cerebral en adultos mayores cognitivamente normales.

Por primera vez, FLAME examinará si la participación en una intervención de ejercicio de intensidad moderada influye en la tasa de cambios en el rendimiento cognitivo y en el riesgo de padecer la patología de la enfermedad de Alzheimer cinco años después. El estudio FLAME también examinará en qué medida los participantes mantuvieron las rutinas de ejercicio que iniciaron en el estudio IGNITE y determinará si existen factores que predigan la adherencia a largo plazo a las conductas de ejercicio. En resumen, el estudio podría ayudar a establecer pruebas de que el compromiso a largo plazo con el ejercicio físico es un enfoque destacado para reducir el riesgo de deterioro cognitivo relacionado con la edad y la demencia.

“Con la previsión de un crecimiento exponencial del número de nuevos casos de Alzheimer, nos interesa saber cómo podemos seguir aprovechando las propiedades naturales del cerebro para mantener y mejorar la función cerebral”, afirma el investigador principal, Kirk Erickson, director de Neurociencia Traslacional del Instituto de Neurociencia de AdventHealth. “Aunque muchos creen que nuestro cerebro simplemente se deteriora, se atrofia y declina inevitablemente, estamos descubriendo que hay cosas que podemos hacer al respecto y que el cerebro conserva su capacidad de modificación, incluso a edades avanzadas”.

En combinación con los resultados de IGNITE, se espera que los resultados de FLAME sean transformadores. También financiado por los NIH, el ensayo clínico aleatorizado IGNITE analizó una muestra diversa de 648 adultos de entre 65 y 80 años. El estudio FLAME se iniciará con un nuevo contacto con los participantes de IGNITE a principios de 2024. El objetivo del estudio será volver a examinar la función cerebral y reevaluar las funciones cognitivas, así como volver a caracterizar aspectos de las conductas de ejercicio, la salud y la función física entre los participantes.

“Es la primera vez que podemos tomar un gran ensayo clínico aleatorizado de ejercicio aeróbico junto con los ricos datos que obtuvimos por medio de IGNITE para examinar si la actividad física altera la trayectoria de la patología acumulada de la enfermedad de Alzheimer”, añadió Erickson, quien también es profesor de psicología en la Universidad de Pittsburgh. “Y aunque sabemos que el ejercicio, en general, es bueno para nosotros, este estudio puede resultar innovador no solamente al ampliar nuestra comprensión de cómo el ejercicio afecta al cerebro y a la enfermedad de Alzheimer, sino también a la forma en que motivamos a nuestros pacientes y a la comunidad para mantener un estilo de vida físicamente activo que pueda ayudar a reducir su riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer más adelante en la vida”.

AdventHealth, la Universidad de Pittsburgh, la Universidad Northeastern y el Centro Médico de la Universidad de Kansas serán las sedes de esta investigación financiada por los NIH. Además de Erickson, entre los investigadores del estudio se encuentran los doctores Jeffery Burns, Eric Vidoni, Chaeryon Kang, Anna Marsland, Dan Forman, Thomas Karikari, Arthur Kramer, Charles Hillman y Edward McAuley.

La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de la División Norteamericana.