Inter-American Division

ADRA ayuda a cientos de personas a completar un programa de alfabetización en El Salvador

Más de 500 personas saben leer y escribir tras completar el programa de un año de duración.

Más de 500 personas en El Salvador han aprendido a leer y escribir gracias a una iniciativa anual apoyada por la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA), en asociación con el Ministerio de Educación de El Salvador.

Cientos de personas se reunieron en la Escuela Adventista de Capacitación en San Juan Opico, La Libertad, el 21 de enero de 2023, para una ceremonia especial de graduación, donde 521 estudiantes recibieron diplomas por completar el programa de alfabetización de un año (en curso desde 2002).

“Ustedes han hecho un compromiso especial para mejorar su vida, y estamos muy contentos de verlos hoy aquí para celebrar con ustedes”, dijo el Pr. Elie Henry, presidente de la Iglesia Adventista en la División Interamericana. El pastor Henry elogió el duro trabajo de los miembros voluntarios de la iglesia, de ADRA y de la administración de la Unión por su compromiso de décadas para mejorar la vida de tantas personas en el país.

David Poloche, director de ADRA Interamérica, agradeció a todos los involucrados en el proyecto de larga duración, que sigue transformando la vida de tantas personas.

La asociación de ADRA Interamérica con ADRA El Salvador ha visto el compromiso y el apoyo de muchas organizaciones en el pasado, dijo Alexander Figueroa, director de ADRA El Salvador. En 2014, más de 1.000 personas formaron parte del programa de alfabetización, y en 2017, más de setecientas personas completaron el programa de alfabetización, gracias al apoyo financiero de Hope for Humanity de la División Norteamericana, la División Interamericana y la iglesia de El Salvador.

El programa de alfabetización dura aproximadamente un año, en el que el Ministerio de Educación capacita al personal de ADRA, y brinda material impreso y seguimiento técnico y legal a las personas que terminan el proceso y alcanzan nuevos niveles de educación, explicó Figueroa. “Cada año, tenemos más de 200 voluntarios; alrededor del 40 % de ellos son miembros de la iglesia que, semana tras semana, se comprometen a ayudar”. Cada año se celebran ceremonias regionales de graduación, pero este año se reunieron todos en un mismo lugar para la celebración, añadió.

En los últimos tres años, se han graduado más de 1.200 personas. “La pandemia ralentizó la media de 500 personas que se gradúan del programa cada año, pero estamos contentos de ver que ahora hay más participantes del programa”, dijo Figueroa.

Figueroa informó de que el 70 % de los inscritos en el programa de alfabetización son personas mayores, y el 90 % de ellos son mujeres.

“Cuando ofrecemos educación, generamos desarrollo”, dijo Figueroa.

Para Milton Serrano Zepeda, de San Francisco Menéndez, Ahuachapán, graduarse del programa de alfabetización fue un sueño hecho realidad. “Esto ha cambiado mi vida”, dijo Zepeda. A sus 54 años, ahora es diferente. “Ya no soy analfabeto. Ahora puedo firmar con mi nombre en lugar de poner mi huella dactilar, y es tan maravilloso saber que es posible, y que podemos lograrlo”. 

Zepeda ha animado a otros a aprender a leer y escribir y ha enseñado a algunos amigos a firmar con su nombre. “Me siento muy orgulloso de mí mismo y siento que, en verdad, soy el que más se ha beneficiado de este programa”, dijo.

Cada beneficiario recibió su diploma, un cuaderno de ejercicios de lectura y una Biblia, dijeron los líderes de la iglesia.

Para Delmy Hernández, de Sensembra, Morazán, el voluntariado para ayudar a leer y escribir a cinco estudiantes de su grupo ha supuesto mucha alegría. Ella es una de las 200 instructoras capacitadas que participaron en el programa de alfabetización el año pasado. “Como instructora, siento mucha satisfacción cuando veo que obtienen su diploma”, dice Hernández. “Ver su arduo trabajo, incluso para algunos que necesitan un poco más de tiempo para completar el programa, con paciencia, resulta maravilloso ahora que llegan a este momento de graduación”. 

Las técnicas de enseñanza son las mismas cuando se enseña a un niño, a un joven o a un anciano, añadió Hernández. "Estoy muy contento y orgulloso [de] los frutos que hemos podido ver durante este tiempo enseñando".

El Pr. Abel Pacheco, presidente de la Unión Salvadoreña, felicitó a todos los beneficiarios y agradeció a los organismos gubernamentales y a los donantes su ayuda durante las dos últimas décadas para mejorar la vida de miles de personas en todo el país.

Para más información acerca del programa de alfabetización y otras iniciativas de ADRA en El Salvador, ingresa AQUÍ.

La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de la División Interamericana.