Andrews University

Varios planes de mejora para el Museo de Naturaleza y Ciencia de la Universidad Andrews

Los responsables se esfuerzan por aumentar considerablemente el alcance y la repercusión del museo.

El Dr. Daniel González-Socoloske y Roshelle Hall sostienen especímenes mientras permanecen de pie frente al “Mamut de Prillowitz”, el mamut colombino más completo hallado en el estado de Michigan. Sus restos fueron descubiertos en 1962 en la granja de Wesley Prillowitz en Eau Claire, Michigan. [Foto de Nicholas Gunn]

El Dr. Daniel González-Socoloske y Roshelle Hall sostienen especímenes mientras permanecen de pie frente al “Mamut de Prillowitz”, el mamut colombino más completo hallado en el estado de Michigan. Sus restos fueron descubiertos en 1962 en la granja de Wesley Prillowitz en Eau Claire, Michigan. [Foto de Nicholas Gunn]

El Museo de Naturaleza y Ciencia de la Universidad Andrews, antes conocido como Museo de Historia Natural de la Universidad Andrews, ha permanecido prácticamente inalterado en los 63 años transcurridos desde su creación en 1960. El museo comenzó como una colección de especímenes donados utilizados para la enseñanza en el Departamento de Biología, pero se amplió cuando se reservó espacio tras la finalización del Complejo de Ciencias de la universidad a principios de la década de 1970.

El museo ha crecido lentamente con el tiempo. La mayoría de sus artefactos y colecciones han sido donados a lo largo de los años por exalumnos o miembros de la comunidad, incluida la pieza más famosa del museo, el “Mamut de Prillowitz”, un mamut colombino (mammuthus columbi) descubierto por un granjero local en Eau Claire, Michigan, en 1962. 

Uno de los cambios recientes más importantes en el museo ha sido la incorporación de Roshelle Hall como conservadora adjunta. Desde que asumió el cargo en enero de 2022, Hall ha estado trabajando junto con el Dr. Daniel Gonzalez-Socoloske, conservador y profesor de biología, para mejorar diversos aspectos del museo y la participación de la comunidad. 

Nacida y criada en el sur de California, la fascinación de Hall desde una edad temprana por los animales y el mundo natural la llevó a cursar estudios universitarios de biología con especialización en zoología en la Universidad de La Sierra.

Hall llegó a la Universidad Andrews después de que su marido fuera contratado como miembro del cuerpo docente, lo que la llevó a explorar oportunidades de voluntariado en el museo de la universidad y en el Departamento de Biología, reavivando su amor por la investigación, la educación y la ciencia. Con una pasión por los reptiles que se remonta a sus años en La Sierra, Hall se unió al laboratorio de González-Socoloske para cursar una maestría, estudiando la serpiente de cascabel Massasauga oriental en peligro de extinción en el condado de Berrien. Después de completar su maestría en 2019, Hall continuó involucrada en el departamento como voluntaria en el museo. Hall y González-Socoloske comenzaron a reimaginar el potencial del museo.

Actualmente, el equipo está trabajando en una estrategia triple para el Museo de Naturaleza y Ciencia de la Universidad Andrews, que incluye una mayor participación y compromiso de la comunidad, colaboración científica y desarrollo académico.

Hall y González-Socoloske coinciden en que la participación de la comunidad es un componente fundamental de su plan de desarrollo del museo. “Siempre estamos pensando en nuevas formas de conectar con nuestra comunidad”, afirma González-Socoloske. “Para conectar con nuestra comunidad a un nivel más profundo, renovaremos las exposiciones, nos esforzaremos mucho más por etiquetar los especímenes y crearemos exposiciones temáticas. También queremos centrarnos mucho más en nuestros programas de divulgación, basados en la misión del museo, que es la educación medioambiental”.

El museo también pretende convertirse en un museo de trabajo que promueva activamente la investigación científica. Hall hizo hincapié en la necesidad de clasificar correctamente los especímenes y hacerlos accesibles mediante bases de datos en Internet, lo que permitirá a los estudiosos obtener datos fundamentales sin necesidad de visitar físicamente el museo. Este esfuerzo mejorará la colaboración entre científicos de todo el mundo y ayudará a la investigación de la biodiversidad. “En las conversaciones con otras universidades, les entusiasma saber lo que tenemos previsto hacer con el desarrollo de nuestra base de datos en línea de nuestros especímenes únicos”, explicó Hall.

El museo pretende enriquecer el plan de estudios de la Universidad Andrews al servir de recurso para diversos cursos como biología, arte, diseño y educación. Tanto Hall como González-Socoloske creen que los especímenes del museo y las nuevas exposiciones pueden ofrecer oportunidades de aprendizaje práctico que unan la teoría con las experiencias prácticas. Mediante el compromiso con una amplia gama de disciplinas, el museo puede convertirse en una herramienta educativa dinámica para los estudiantes de toda la universidad, del suroeste de Michigan e incluso del mundo.

El museo se ha comprometido a ser más accesible y relevante para una comunidad más amplia. Entre sus planes se incluyen la renovación de la marca y la revitalización de las exposiciones para centrarse en los ecosistemas locales, las especies globales y los problemas medioambientales más acuciantes de la actualidad. El museo pretende participar activamente en trabajos y eventos innovadores mediante actividades de divulgación para educar e implicar a personas de todas las procedencias.

Para obtener más información acerca de visitas, voluntariado, contribuciones a la investigación o donaciones al Museo de Naturaleza y Ciencia de la Universidad Andrews, entra en contacto con Roshelle Hall por correo electrónico: [email protected].

La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de la Universidad Andrews.

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