Maria Shchedromirskaya, de Nikolaev (Ucrania), se convirtió en el primer fruto de los esfuerzos del pastor Vladimir Pop en Bulgaria (ver el comienzo de la historia aquí). Esta maestra de guardería y trabajadora de una residencia de ancianos, ya jubilada, llegó a Bulgaria al principio del conflicto ruso-ucraniano. Tiene un hijo y una nuera adventistas y, mientras estuvo en Ucrania, incluso fue a la iglesia algunas veces con ellos por cortesía. Sin embargo, a María nunca le interesó especialmente la religión.

Durante su estancia en Bulgaria, Maria se alojó en el hotel donde el pastor Pop decidió intentar celebrar reuniones espirituales con las personas que mostraran interés. María no tardó en unirse al grupo. Otros adventistas ucranianos que residen allí la describen como muy tranquila y excepcionalmente dedicada. Como no todos los refugiados de su hotel están libres todo el tiempo, el pastor ucraniano organizó numerosos estudios bíblicos a lo largo de la semana. “Nunca he conocido a nadie que viniera tres veces por semana a mi estudio bíblico”, dice el pastor Pop, con una sonrisa. “Es como una esponja espiritual, que absorbe todo lo que oye de la Palabra de Dios. Y su apellido le viene como anillo al dedo: Se traduce como ‘generosa con el mundo’ ”.

María cuenta que su hijo mayor (que se quedó en Ucrania para trabajar como voluntario en ADRA) no dejaba de insistir que aceptara a Jesús. “Vivimos tiempos peligrosos, mamá; no hay tiempo para dilaciones”.

Por eso, el 29 de julio de 2023, un grupo de adventistas ucranianos y búlgaros se reunió a orillas del Mar Negro para asistir al bautismo de Maria. Con una sonrisa radiante, entró en las aguas junto con el pastor Pop, el primer testigo de la gracia de Dios en este lugar tan lejano de su hogar en Nikolaev. Pero no estaba sola. A la feliz ocasión asistieron su hijo menor y su familia. También viven en la costa del Mar Negro. Los nietos de María formaban parte del proyecto ADRA-UNICEF que enseña búlgaro a los refugiados ucranianos.

Los adventistas búlgaros se alegraron mucho de acoger a su nueva hermana en la iglesia. No paraban de abrazarla, expresándole sus deseos de que Dios la guiara y protegiera, y colmándola de golosinas de chocolate. No es casualidad que el nieto de Maria ya haya encontrado algunos amigos jóvenes en esta amigable iglesia y haya declarado que piensa asistir a sus actividades.

Algo curioso es que el pastor Pop se planteó en un principio marcharse a Rumania, pero ahora está muy contento de haberse quedado. Un representante de EUD News le preguntó si hay otros refugiados que consideren la posibilidad de bautizarse. “Hay unas diez personas en mi clase de bautismo, pero María fue la primera en decidirse por Jesús”.

Es importante orar para que más y más personas se unan al movimiento de Dios de los últimos días. ¡Dios puede usar cualquier circunstancia para traer a sus hijos a casa con él!

La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de la División Intereuropea.