Jamaica | Kimarley Medley and Inter-American Division News

No satisfecho con tan solo servir en la Iglesia Adventista del Séptimo Día por medio de la predicación, la enseñanza y el aconsejamiento en su país natal, Jamaica, el pastor Kemar Douglas obtuvo el título de médico.

Tras cuatro años de estudio, Douglas es médico interno en el May Pen Hospital, después de graduarse con honores de la Facultad de Ciencias Médicas del Caribe Kingston, Jamaica, el 30 de octubre de 2022, además de recibir el Premio del Rector al Desempeño Académico y al Liderazgo.

Douglas, de 43 años, terminó la carrera de medicina mientras pastoreaba un distrito de cinco iglesias con 2.100 miembros.

“Encontrar el equilibrio no fue fácil”, dijo Douglas. “Me había comprometido con Dios y con el ministerio del Evangelio, y había prometido cuidar a mi familia, así que tuve que asegurarme de que ninguno sufriera, aunque no pudiera hacerlo todo”. Douglas añadió que tuvo que aprender a depender de Dios, de su esposa y de los ancianos de la iglesia para que lo ayudaran en su ministerio.

Respetado y querido

Joyce Tennant Stewart, primera anciana de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Linstead, elogió el trabajo del pastor Douglas.

“Es un pastor muy trabajador y orientado a la misión, y se dedica con esmero a equipar a los miembros y a otros para que impartan correctamente la Palabra de Dios”, dijo Stewart. “Es muy respetado, querido, humilde, amable y apreciado, y no escatima esfuerzos en su servicio a la iglesia y a la comunidad”.

Tras graduarse de la Escuela Secundaria de Calabar en Kingston, Douglas continuó sus estudios en la Universidad del Norte del Caribe (NCU) en Mandeville, donde obtuvo una licenciatura en Religión y Teología en 2001, y luego una maestría en Religión en 2011. Además, obtuvo un doctorado en Ministerio con especialización en Liderazgo del Seminario Teológico Adventista Interamericano en 2017.

Deseos de llegar a ser médico

Aunque siempre se había sentido llamado al ministerio, el deseo de ser médico también estuvo siempre presente, relató Douglas. No obstante, la convicción de que Dios le indicaba que había llegado el momento fue lo que finalmente lo convenció de comenzar la carrera de medicina.

“Después de recibir el diploma de doctor en Ministerio, sentí que había cumplido con todos los requerimientos académicos que el Señor me pedía para servir en su causa y en la iglesia, pero al saludar a las personas después de la ceremonia, uno de mis colegas graduandos, quien conocía mi pasión por la salud y el bienestar, me incentivó a seguir medicina”. Otros también lo alentaron a obtener el título en medicina.

Douglas manifiesta que, en su paso por las aulas, Dios fue abriendo puertas y caminos cuando todo parecía perdido.

Llegar a este punto no ha sido fácil para Douglas. Admitió que vivir con una familia de tres varones de 10, 11 y 15 años, un trabajo a tiempo completo y, además, tener que dedicarse a sus estudios, fue una experiencia estresante. También destacó las numerosas veces que defendió su fe durante el desarrollo de esta carrera. “A menudo, debido a mis convicciones bíblicas, las cuestiones del sábado, el creacionismo y la reforma prosalud, pasé por momentos tensos, ya que nunca comprometí mi fe por causa de las actividades relacionadas con mis estudios”.

Sin remordimientos

Sus estudios hicieron que Douglas aprecie plenamente el mensaje de salud presentado por Elena de White, cofundadora de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. “Estudiar también me ha ayudado a sentirme plenamente realizado, y ha profundizado mi confianza en Dios”, añadió Douglas. “Durante todo este tiempo, pude ver que Dios realizaba un milagro tras otro en mi vida, y abría puertas que nunca pensé que existieran”.

La salud y el bienestar es una necesidad que todos sentimos, dijo Douglas. “Dios me ha preparado para servir a su iglesia y a la comunidad en una forma que combina la mente, el cuerpo y el espíritu de una manera integral que da gloria a su nombre”.

Poder satisfacer las necesidades de las personas, explicarles cuáles son sus dolencias físicas y luego proporcionarles orientación espiritual, y capacitarlas para seguir la reforma prosalud, constituye una bendición y alegría enormes para él, expresó Douglas.

Douglas prometió dedicar su vida al ministerio del evangelio, pero también expresó que utilizará su preparación para beneficiar a la iglesia y a la comunidad.

“No tengo la intención de dejar el pastorado”, dijo. “Me encanta enseñar y conducir el pueblo de Dios. Sin embargo, ahora estoy en mi primer año de entrenamiento, después de recibir el título de médico, como interno en el Hospital May Pen en Clarendon, y no veo la hora de obtener mi licencia para poder atender a los pacientes y ayudarlos a lograr y conservar una salud óptima”.

Un prodigio adventista

Una de las principales preocupaciones de los líderes de la Asociación Central de Jamaica, donde Douglas también es director de los Ministerios de Salud, era que él pudiera atender adecuadamente a su familia, el trabajo pastoral y sus estudios. “Ahora es un prodigio adventista, y lo evidenció al destacarse en todos los desafíos de su trabajo en la iglesia y, al mismo tiempo, obtener altas calificaciones y graduarse con honores”, dijo el pastor Nevail Barrett, presidente de la Asociación Central de Jamaica. “Lo aplaudimos y felicitamos, y nos sentimos sumamente orgullosos de él y de sus logros”.

El Dr. Douglas es el pastor principal de la Iglesia Adventista de Portmore, en St. Catherine, la iglesia adventista más grande de Jamaica. Anteriormente se desempeñó como director del departamento de Comunicación, Asuntos Públicos y Libertad Religiosa. Él ha estado sirviendo en la Iglesia Adventista del Séptimo Día por más de 21 años.

Douglas también encuentra tiempo para ofrecer su servicio a la comunidad como Juez de Paz del municipio de St. Catherine y capellán voluntario de la Policía de Jamaica.

“Si sienten el llamado de Dios a alcanzar una meta, y está en consonancia con la Biblia y el Espíritu de Profecía, avancen por la gracia de Dios”, dijo Douglas. “Confíen en Dios y en sus tiempos. Agradezco a Dios por las bendiciones que me ha dado. Se lo debo todo a él”.

El artículo original se publicó en el sitio web de la División Interamericana.

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