Maestros en comunidad indígena reciben adiestramiento pedagógico en Araguaia

Maestros en comunidad indígena reciben adiestramiento pedagógico en Araguaia

La iniciativa es el resultado de la asociación entre ADRA y la Educación Adventista en el Medio Oeste

Un grupo de 15 empleados de Educación Adventista del Medio Oeste realizó un proyecto de voluntariado en la comunidad indígena de São Domingos, en Luciara, Mato Grosso, con voluntarios de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) de Araguaia. La acción, llevada a cabo la semana pasada, tuvo como objetivo renovar la escuela indígena local y promover la formación pedagógica de los profesores y las charlas informativas para la comunidad.

La iniciativa partió de la base de ADRA instalada en la ciudad de São Felix do Araguaia, Mato Grosso. La agencia humanitaria está preparada para recibir voluntarios periódicamente para atender a la población necesitada que vive en los alrededores, así como a la comunidad indígena de la región.

Esta vez, la aldea de Krehawa fue elegida para recibir al grupo de voluntarios: representantes de la Educación Adventista en el Medio Oeste. El lugar cuenta con una comunidad de 210 indígenas Karajá y una escuela estatal indígena para niños y adolescentes. Son 110 alumnos y 8 profesores que forman la escuela indígena Hadori.

"La formación pedagógica se realizó a partir de las áreas de mayor necesidad, indicadas por los profesores que trabajan en la escuela. Se trabajaron las asignaturas de producción de textos, matemáticas y lengua portuguesa"

explica Rafaela Reis, una de las organizadoras del proyecto y coordinadora de ADRA en Araguaia.

Reis señala además que las charlas a la comunidad también se hicieron con el mismo criterio. Los temas elegidos fueron el fortalecimiento del núcleo familiar, las finanzas domésticas y las cuestiones relacionadas con los problemas con el alcohol y las drogas, dirigidas a los adolescentes y a los padres. Hubo tres noches de conferencias, y el espacio alcanzó una capacidad máxima de 130 personas.

Durante el día, los voluntarios se dedicaron a la renovación de la escuela.

"El grupo llevó a cabo una limpieza a fondo de todo el edificio, la eliminación de las imperfecciones de las paredes y la pintura interior y exterior de la escuela. Se pintaron tres aulas, la sala de administración y coordinación; se renovaron los dos baños de la escuela y se cambió el filtro del bebedero de los alumnos"

detalla Reis.

Según el profesor Luiz Carlos Mauri, uno de los líderes de la comunidad de São Domingos, la renovación de la escuela llegó en un buen momento, ya que el edificio llevaba ocho años sin ser restaurado.

"La escuela tenía ventiladores rotos; las pinturas estaban muy desgastadas; y las pizarras también estaban dañadas. Ahora es muy bonita.... Los alumnos, la comunidad y el jefe, todos estamos muy contentos con la renovación"

celebra.

Además, el grupo también preparó un taller de creación de marionetas para los profesores de la escuela. Durante el taller, los profesores crearon sus propias marionetas basadas en personajes y en la identidad cultural de Karajá. Los voluntarios también representaron espectáculos de marionetas para los niños durante las clases nocturnas.

Para el pastor Samuel Bruno, director de Educación Adventista para todo el Medio Oeste, traer a algunos de los líderes y colaboradores de la Educación Adventista a proyectos de este tipo tiene un objetivo bien definido.

"Queremos reforzar nuestro propósito como Educación Adventista, que es formar para el servicio a los demás. Y como líderes, tenemos que ser los primeros en vivir este concepto en la práctica"

reflexiona.

Geise Kelly Gomes es secretaria de Educación Adventista en el Medio Oeste y participó en su primera misión con el grupo. "Lo que más me impresionó fue la receptividad que tuvieron con nosotros. Ver la alegría en los ojos de cada niño cuando llegamos a la aldea no tiene precio", destaca. Geise también habló de las lecciones aprendidas en estos días.

"Su cultura se está perdiendo poco a poco, y ellos luchan por preservarla. Están abiertos a la modernidad, pero no quieren que la cultura se olvide. Otra cosa son las pinturas que usan en la cara y el cuerpo. Todas tienen un significado".

Con la escuela renovada, los voluntarios también aprovecharon el momento para decorar algunas salas, con materiales como EVA, cartulina, el alfabeto, figuras de animales, etc., todo ello realizado con los profesores y adaptado a la lengua y cultura locales.

"Mi consejo para quien esté interesado en participar en una misión es que estudie la cultura y las costumbres del lugar para que esta experiencia sea lo más natural posible, evitando situaciones que puedan generar barreras o dificultar la integración con la comunidad a la que se va a servir", mencionó el profesor Edimar Junior, director de Educación Adventista para el Oeste de Mato Grosso. Esta es la tercera misión que realiza, todas en diferentes culturas. "Proyectos como éste refuerzan nuestro espíritu de servicio".

El grupo llevó a cabo la renovación de la Escuela Estatal Indígena Hadori