Cientos de laicos adventistas se reunieron recientemente en iglesias de toda Cuba para ser reconocidos por su compromiso de compartir el evangelio, aprender nuevos métodos de discipulado y redoblar sus esfuerzos en la predicación de Jesús y su pronta venida en sus ciudades y comunidades. Las celebraciones en diez ciudades, denominadas “Festivales de los laicos”, vieron a líderes de iglesias viajar desde Pinar del Río, en la parte occidental de la isla, hasta Baracoa, en la parte oriental, del 13 al 23 de enero.

Muchos viajaron a pie, en bicicleta, en carro de caballos, en camiones o en cualquier medio de transporte disponible para participar del festival y obtener inspiración, motivación y habilidades para difundir el Evangelio, dijo el Pr. Aldo Pérez, presidente de la iglesia en Cuba. Pérez estuvo acompañado por líderes de la Unión que emprendieron el viaje por carretera de 1.200 kilómetros para reunirse en iglesias de Pinar del Río, La Habana, Matanzas, Villa Perla, Camagüey, Las Tunas, Holguín, Santiago, Baracoa y Guantánamo, con el fin de celebrar a miles de miembros activos de la iglesia.

“Es difícil reunir a todos en un solo lugar, porque las condiciones económicas son muy limitadas, y es mejor que viaje un grupo más pequeño de líderes en vez de movilizar a la membresía”, dijo Anoldis Matos, directora de Ministerios Personales de la Unión Cubana. Era especialmente importante para ellos, porque la última vez que se celebraron festivales de laicos en la isla fue antes de la pandemia.

MEJOR EQUIPADOS PARA SERVIR

El trabajo incansable de más de 8.000 laicos y del equipo de pastores de iglesia ha marcado la diferencia en toda la isla en los últimos tres años, afirmó Pérez.

“Nuestros miembros laicos desbordan de gozo por compartir el Evangelio y quieren estar mejor equipados para servir y cumplir la misión”, dijo Pérez. Esa dedicación y compromiso con la ganancia de almas se hizo evidente en 2022, cuando la iglesia alcanzó los 3.082 bautismos, el mayor número de bautismos jamás alcanzado en un solo año en Cuba, añadió.

El entusiasmo por esparcir el evangelio en Cuba deja boquiabierto a cualquiera, dijo el Pr. Melchor Ferreyra, director de Ministerios Personales de la División Interamericana. “Se puede ver su compromiso, aun con la crisis de escasez que están viviendo, están ciento por ciento comprometidos, muy apasionados por la misión”.

Los festivales, cuyo tema fue “Discipulando hasta el fin”, brindaron tiempo para que los laicos comprendieran la nueva visión del discipulado, que incluye cinco fases: preparar, plantar, cultivar, cosechar y preservar, dijo Ferreyra.

MULTIPLICAR DISCÍPULOS

“El discipulado consiste en enseñar a otros lo que uno sabe hacer bien”, dijo Ferreyra. “Se trata de conectar al miembro con Dios y con los demás, entender quién es Jesús, sus enseñanzas, equipar y ayudar a otros para que también caminen con Dios y cumplan la misión”.

El pastor Ferreyra desafió a los laicos de todas las ciudades a más que duplicar el número de nuevos creyentes para este año. “Si cada uno de ustedes enseña a uno más a discipular a otros, entonces estamos hablando no solo de añadir, sino de multiplicar más miembros en la iglesia”, dijo. “Tenemos una responsabilidad dentro y fuera de la iglesia, y debemos avanzar en la transformación de Cuba con el mensaje de esperanza que tenemos en Jesús”.

Allí de pie y con una tímida sonrisa estaba Concepción Morales, de 67 años, miembro laica de Guantánamo. Morales fue galardonada como miembro laica campeona de Cuba por llevar a 50 nuevos creyentes al bautismo en 2022. Se le otorgó una insignia del premio mayor y recibió una medalla del centenario de la División Interamericana. 

“Dios me ha dado el don de compartir la Palabra de Dios durante más de 24 años”, dijo Morales. Ella ha podido discipular a otros con el método de Cristo para alcanzar a otros, añadió. “Ese método nunca falla”. Ella dijo que los nuevos miembros son colocados en grupos pequeños durante seis meses, donde ella continúa enseñándoles antes de que estén listos para discipular a otros. “No solamente he bautizado a 50, sino que ese número va a seguir multiplicándose”.

Como miembro laica campeona, Morales recibió varios premios; entre ellos una bicicleta eléctrica para que pueda continuar su ministerio.

DEJÁNDOLO TODO POR LA MISIÓN

Yoan Rafael Paz, de 33 años, fue otro de los cientos de laicos reconocidos durante los festivales. Él pertenece a la Asociación Oriental de Cuba y ha estado activo desde que se unió a la Iglesia Adventista en 2017. Antes de convertirse, era dueño de su propio negocio y tenía un trabajo en el gobierno, pero decidió dejarlo todo.

“Acepté a Jesús como mi Salvador personal, asumí el reto de compartirlo y servirlo con pasión desde el día en que me bauticé, y me convertí en un testigo de la verdad”, dijo Paz. Poco después, creó y distribuyó folletos de estudio de la Biblia, comenzó un ministerio de bondad con su iglesia, compartiendo esperanza y alimentos con huérfanos y más personas necesitadas de la comunidad, y creó un ministerio por internet para jóvenes, ofreciendo cursos de estudio de la Biblia. Gracias a esta iniciativa, se han bautizado 24 creyentes.

“Doy gracias a Dios por haberme conducido a la Iglesia Adventista y por haberme dado la fuerza y los recursos para llegar a otros, según Dios me ha dirigido en la empresa más grande y exitosa del mundo, donde Dios es el dueño y no hay posibilidad de fracaso”, dijo Paz.

Paz fue reconocido por su compromiso de discipular a otros y llevar a 15 personas al bautismo en 2022. Él y su familia asisten a la Iglesia Adventista de Bocas, en la Asociación de Oriental Cuba.

Entre los más de 200 laicos que recibieron un reconocimiento especial en Cuba, Víctor Vargas, pastor distrital, fue galardonado por discipular a 120 nuevos miembros en la Iglesia Adventista de Tunas, en la Asociación Oriental de Cuba.

“No queríamos dejar pasar esta oportunidad para agradecer al Pr. Vargas y reconocerlo por su dedicación y empuje para traer la mayor cantidad de almas a los pies de Jesús en 2022”, dijo Pérez.

El trabajo de los laicos es muy importante en nuestra iglesia hoy, dijo Ferreyra. “Hay una diferencia asombrosa que noté, y es cómo ministran, y hacen tanto con menos. Están muy comprometidos con el programa misionero y tienen un gran sentido de responsabilidad para contribuir al crecimiento de la iglesia, incluso cuando no hay suficientes pastores para cada congregación. Hay una increíble dedicación hacia el crecimiento del discipulado en Cuba, y es evidente que el Señor continúa bendiciéndolos de muchas maneras”.

Hay cerca de 40.000 adventistas en Cubra, que se reúnen en 508 iglesias y congregaciones. La Iglesia tiene seis asociaciones y misiones, además de un seminario teológico afiliado al Seminario Teológico Adventista Interamericano.

Melchor Ferreyra contribuyó a este informe.

La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de la División Interamericana.