Southern Asia-Pacific Division

La Iglesia Adventista dirige un seminario de sensibilización respecto a los sordos en el sur de Filipinas

Un programa especial dirigido a una comunidad desfavorecida refuerza la celebración del Día Internacional de la Lengua de Signos.

Philippines

[Crédito de la foto: División Sudasiática del Pacífico]

[Crédito de la foto: División Sudasiática del Pacífico]

En respuesta al Día Internacional de la Lengua de Signos, el Ministerio Adventista de las Posibilidades (MAP) de Pagadian, Zamboanga del Sur, Filipinas, puso en marcha el programa “Regalar nuevas sonrisas y nuevas esperanzas”. Este programa tiene como objetivo mejorar la vida de la comunidad sorda mediante la promoción de las habilidades de la lengua de signos y la sensibilización respecto a los sordos entre la comunidad filipina.

Este esfuerzo transformador tuvo lugar el 25 de septiembre de 2023, utilizando Zoom para unir a participantes de diversos orígenes. Brindó a los asistentes la oportunidad de aprender las complejidades de la lengua de signos y profundizar en su comprensión de la comunidad sorda.

Jewey Serrano, pastor de la iglesia de Pagadian, desempeñó un papel fundamental a la hora de motivar a la comunidad local para que participara activamente en esta iniciativa. Los laicos adventistas también se unieron para apoyar al Ministerio de Sordos del departamento del MAP de la Unión Filipina del Sur (UFS).

“Todas las personas merecen la oportunidad de abrazar la esperanza y ser testigos de la guía e intervención de Dios en su vida. La comunidad sorda ocupa un lugar especial en el corazón de Dios, y él escucha la voz del corazón de ellos. Es nuestra responsabilidad facilitar su conexión con Dios y proporcionarles una experiencia espiritual significativa”, subrayó el pastor Serrano.

Miriam Acosta-Llanos, presidenta de la Oficina de Asuntos de Personas con Discapacidad (PDAO, según sus siglas en inglés) de Filipinas, fue una figura clave en esta colaboración. Su liderazgo y dedicación fueron decisivos para hacer realidad este programa.

Acosta-Llanos expresó su sincero agradecimiento, afirmando: “Los esfuerzos deliberados de la Iglesia Adventista para llegar a nuestras comunidades de sordos resuenan profundamente en mí. Trabajar en colaboración con la Iglesia Adventista nos produce una inmensa alegría al compartir esperanza y sonrisas con personas a las que a menudo se pasa por alto”.

El objetivo de esta iniciativa única fue recaudar fondos y sensibilizar a la opinión pública mediante una serie de sesiones de capacitación, en las que los participantes, por solo 100 yenes (unos 2 dólares), contribuían a una buena causa al tiempo que adquirían valiosos conocimientos de la lengua de signos filipina. Estas sesiones fueron impartidas por apasionados líderes y defensores sordos comprometidos con la difusión de la rica cultura, identidad y lengua de la comunidad sorda. Los participantes recibieron certificados tras completar con éxito la capacitación, reconociendo su compromiso con la promoción de la pertenencia y la comprensión.

Este evento brindó a los participantes una oportunidad única de influir directamente en la vida de sus amigos sordos y de otros miembros de la comunidad en el seno de la UFS, contribuyendo así a una causa con el poder de crear un cambio duradero.

Recientes informes del Consejo Nacional de Asuntos sobre Discapacidad (NCDA, por sus siglas en inglés) ponen de relieve la acuciante necesidad de iniciativas como el programa de APM. Según el NCDA, casi el 50 % de las más de 1.700 unidades de gobierno local de Filipinas carecían de una oficina o persona dedicada a atender las necesidades de las personas con discapacidad. Esto subraya la urgencia y la importancia de los programas para zanjar estas lagunas.

Acosta-Llanos hizo hincapié en el papel crucial que desempeña la PDAO para llegar a las personas con discapacidad que pueden tener dificultades para acceder a los programas y servicios públicos. Con al menos 1,44 millones de personas con discapacidad en el país, según los datos del Censo de Población y Vivienda de 2010 de la Autoridad Estadística de Filipinas, la necesidad de este tipo de iniciativas no puede ser exagerada.

“Regalar nuevas sonrisas y nuevas esperanzas” no fue un mero programa, sino que encarnó el poder de la compasión y el espíritu inquebrantable de la comunidad eclesiástica. Ofreció a los individuos una forma tangible de marcar una diferencia positiva en la vida de las personas con discapacidad, ejemplificando los principios básicos del Ministerio Adventista de las Posibilidades. Cuando las personas se unieron para apoyar esta iniciativa, se embarcaron en un viaje que prometía nuevas sonrisas y renovadas esperanzas a los necesitados.

Si deseas más información acerca del Ministerio Adventista de las Posibilidades, ingresa aquí.

La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de la División Sudasiática del Pacífico.

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