“Te pedimos, oh Dios, que mantengas viva la esperanza en nuestra vida, porque donde no hay esperanza, no hay necesidad de fe. No solo te pedimos que nos ayudes a mantener la esperanza, también te pedimos que nos ayudes a ver la belleza en la diversidad. Te pedimos, oh Dios, que nos ayudes a no dejar que lo que nos diferencia siga dividiéndonos. Y, por último, Dios, te pedimos que nos ayudes no solamente a reunirnos para orar, sino también a comprometernos con la acción, para que podamos hacer realidad en nuestro mundo aquello por lo que oramos”. Esta fue la oración del reverendo Robert Turner, pastor principal de la Iglesia Bautista de San Juan en Columbia, Maryland, en el Desayuno de Oración por la Libertad religiosa organizado por la División Norteamericana de los Adventistas del Séptimo Día (DNA).
El 17 de enero de 2023, aproximadamente 100 personas de diversas tradiciones religiosas se reunieron en el cuarto desayuno anual. El acto, que volvió a celebrarse en persona por segundo año consecutivo, reconoció el 16 de enero como Día Nacional de la Libertad Religiosa en Estados Unidos e incluyó oraciones por la bendición de la comida servida, los funcionarios electos, la comunidad, la nación, la salud y la sanación mundial, la paz, la libertad religiosa y la unidad en espíritu. Representantes de varios grupos religiosos oraron por estos temas, incluidos participantes de diferentes tradiciones religiosas: adventistas, judíos, musulmanes, de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, bautistas y cristianos no confesionales. Varios líderes de la DNA y de iglesias locales participaron con oraciones y partes musicales.
Durante la bienvenida al desayuno de oración, Orlan Johnson, director de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa de la DNA, dio un caluroso saludo a los invitados, ofreció un breve resumen del programa y compartió el significado de la fecha de enero para el evento, haciendo hincapié en el marco histórico impreso en el programa del evento.
Johnson declaró: “Muchos estadounidenses damos por sentada nuestra libertad religiosa, a pesar de que casi el 80 % de la población mundial no tiene libertad para adorar y practicar su fe de la manera que consideren necesaria, y de que la libertad religiosa es una preocupación global, no únicamente nacional”.
Johnson también describió un reciente y emotivo encuentro que tuvo con Wes Moore, el gobernador entrante de Maryland. Durante el encuentro, el gobernador contó cómo, tras la inesperada muerte de su padre cuando él tenía tres años, la familia de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Takoma Park proporcionó alimentos, amor y apoyo a la familia de Moore en su momento de necesidad. Ese acto de bondad contribuyó a dar forma a gran parte de sus futuras elecciones profesionales, como convertirse en director general de la Fundación Robin Hood, la mayor organización de lucha contra la pobreza de la ciudad de Nueva York, y crear el lema principal de su candidatura a gobernador de no abandonar a nadie.
El rabino Craig Axler, del Templo Isaiah de Fulton, Maryland, fue el orador principal del evento, que volvió a registrar una asistencia más nutrida tras un desayuno reducido en 2022.
Tras comenzar con un chiste que contenía alguna triste verdad sobre la discriminación en la década de 1950, Axler, durante su intervención, habló de la película Shared Legacies [Legados compartidos], que narra la historia de cooperación y alianzas entre las comunidades judía y afroamericana desde los primeros tiempos de la lucha por los derechos civiles, pasando por la década de 1960, hasta la actualidad.
“Las comunidades religiosas minoritarias de Estados Unidos han estado igualmente comprometidas en la lucha para garantizar que esta promesa de protección de y desde la religión se aplique y extienda realmente a todos”, dijo Axler. “Estoy agradecido como rabino –como judío reformado– de vivir en una nación que protege mi libre ejercicio de la religión y me protege a mí y a otros de la imposición de creencias o prácticas religiosas que no son las mías. Navegar y determinar dónde están esos límites –cuál es el ejercicio público apropiado de la fe privada– puede resultar especialmente difícil. Casi todos los temas de actualidad –temas en los que tú y yo podemos tener creencias espirituales y religiosas profundamente diferentes o completamente consonantes– rozan este tema”.
Axler prosiguió: “Parte de la belleza de nuestro sistema estadounidense es que todos tenemos la libertad religiosa de salir a la calle y defender, protestar y alzar la voz, influir y, en última instancia, buscar el compromiso que nos convierta en una nación más justa y equitativa”.
TIEMPO DE ORACIÓN
Durante el acto se ofrecieron siete oraciones especiales. La oración por la libertad religiosa corrió a cargo de Calvin Watkins, vicepresidente de la DNA. Watkins agradeció el derecho a amar y adorar a Dios, y la libertad de compartir ese amor con los demás.
A continuación, la reverenda Mary Ka Kanahan, de la Iglesia Unida de Saint John, elevó una oración por la comunidad.
“Dios de protección, por favor, permanece entre nosotros mientras nos reunimos como tu cuerpo para interceder por nuestro país. Protege a nuestro país de la división que desafía nuestra capacidad de vivir una vida que te agrade. Defiende a los vulnerables y a los que no tienen voz, y haz justicia a los que han sufrido injusticias. Realinea y unifica a tu pueblo mientras clamamos a ti por nuestra tierra. [...] Por favor, quédate en medio de nosotros. [...] No sabemos lo que nos deparará el mañana. Ayúdanos a descansar en ti, confiando sin descanso en tu soberanía y en tu plan. Que podamos perseverar, llevando toda nuestra ansiedad a ti”, dijo Gilda Roddy, directora asociada del Ministerio Adventista de Capellanía de la DNA, durante su oración por la nación.
Al orar por los funcionarios electos, el reverendo Galen Carey, vicepresidente de relaciones gubernamentales de la Asociación Nacional de Evangélicos, expresó: “Oh, Señor soberano, cuya gloria llena la tierra, encomendamos nuestra nación a tu misericordioso cuidado para que seamos guiados por tu providencia y habitemos seguros en tu paz. Envía sobre aquellos que ocupan cargos públicos el espíritu de sabiduría, caridad y justicia para que, con firme propósito, puedan servir fielmente en sus cargos para promover el bienestar de todas las personas”.
Turner ofreció una oración por la salud y la sanación en el mundo. Pidió a Dios que ayude a los que se han visto agobiados durante la pandemia. “Te entregamos la COVID-19”, oró, “porque si es que hay un Sanador definitivo que puede hacer frente a esta difícil pandemia, sabemos que eres tú. Eres un Dios que todo lo puede”.
Turner continuó: “No solo te entregamos esta pandemia, sino que hay otra condición que está paralizando tantas vidas en este planeta. Se llama odio, prejuicio, injusticia, violencia. [...] No solamente oramos por la paz, sino que te pedimos, oh Dios, que nos ayudes a aferrarnos a la esperanza. Ayúdanos a no perder nunca la esperanza, porque la esperanza es el interruptor que activa nuestra fe”.
A continuación, el padre Volodymyr Stellac, líder parroquial de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana de los Estados Unidos de América, pronunció una oración por la paz. Stellac abordó la situación en Ucrania, explicando en primer lugar que llegó a Estados Unidos hace más de 20 años al “ganar” la lotería de la tarjeta verde. Ya era sacerdote en su lugar de origen, y llegó a EE. UU. con una perspectiva única y, ha “amado cada segundo de estar aquí”.
“Pero nunca pensé que mis hermanos y hermanas allí en casa vivirían una guerra tan injusta, improcedente y trágica”, dijo Stellac. “Los ucranianos [...] quieren ser libres, y como la libertad no debe provenir de una persona, sino de Dios [...] les pido que por favor se unan a mí en la oración. Oro todos los días por la paz en el mundo, por la paz en Ucrania, por la paz en cualquier parte”.
Stellac oró: “Dios de todos los pueblos y naciones, muéstranos el camino de la paz, que es tu presencia abrumadora. Clamamos a ti por paz. Protege a quienes únicamente desean y merecen vivir con seguridad y protección. Consuela a los que temen por su vida y la de sus seres queridos, y a los débiles. Oh, Dios, oramos por todos los líderes de la fe y los fieles que luchan por la paz en la Tierra y la buena voluntad hacia el hombre. Te pedimos que bendigas y protejas a todos los aquí presentes, su liderazgo en el bendito compromiso por la paz. [...] Te pedimos que traigas paz aquí, en Ucrania, en todo el mundo. Te pedimos que traigas paz a nuestra mente, nuestra alma, y al mundo entero para hacernos íntegros”.
Tras una conmovedora interpretación de “You Raise Me Up” [Tú me elevas] por el cantante Jim Williams, el acto concluyó con la oración de G. Alexander Bryant, presidente de la DNA, por la unidad en espíritu.
“Pedimos unidad, no uniformidad”, dijo Bryant. “Al dejar este lugar, bríndanos un espíritu de unidad en nuestro trabajo, en nuestras relaciones y en nuestra vida”.
La noticia original se publicó en el sitio de noticias de la División Norteamericana.