Como parte de las actividades del Mes de los Océanos, unos cuatrocientos jóvenes adventistas se sumaron a la Alcaldía de Ciudad de Panamá, para un día de actividades de limpieza en la Playa Costa del Este, el 1° de septiembre de 2024. El esfuerzo no solo buscó restaurar la belleza natural de este importante espacio de la costa, sino también reafirmar el compromiso de los jóvenes con el cuidado del medioambiente, un principio que es parte de su vida diaria y creencias religiosas.
Por más de veinte años, Panamá ha dedicado cada septiembre a crear conciencia sobre la importancia de los ecosistemas marinos y la necesidad urgente de protegerlos. Durante este mes, se llevan a cabo iniciativas educacionales y de limpieza con organizaciones públicas, privadas y no gubernamentales.
En 2024, el evento se enfocó específicamente en el desafío de la contaminación plástica en los océanos. Según un informe del Programa Ambiental de las Naciones Unidas (UNEP), los plásticos suman el 85 % de los desperdicios que terminan en los océanos, con proyecciones que indican que para 2040, la cantidad de plásticos en los océanos podría triplicarse. Los líderes adventistas dijeron que ese pronóstico alarmante es una de las razones que llevó a que los jóvenes adventistas participaran en la limpieza de la playa Costa del Este, una de las más populares de Panamá.
Iniciativa de limpieza de los jóvenes
Desde temprano en la mañana, el pasado 1° de septiembre, jóvenes voluntarios se hicieron presentes en la playa, equipados con guantes y bolsas de residuos, listos para recoger tanta basura como fuera posible. Para muchos de ellos, este acto no solo representó una obra de servicio comunitario, sino también una oportunidad de vivir su fe de manera tangible, dijeron los organizadores.
Los voluntarios lograron recoger grandes cantidades de basura, en su mayor parte plástica, que había sido arrastrada y traída por los ríos y las mareas del océano, dijo Carlos Rangel, coordinador de los voluntarios en la Asociación Metropolitana de Panamá. Para el final del día, la playa había recobrado un poco de su estado original, algo que hizo que los jóvenes se sintieran orgullosos de su contribución, añadió.
Buenos mayordomos del planeta
La Alcaldía de Ciudad de Panamá, que ayudó a coordinar la iniciativa, agradeció a los voluntarios adventistas por su compromiso. “Estamos profundamente agradecidos a estos jóvenes por su dedicación y esfuerzo”, dijo Jarelys Gómez, directora de Gestión Ambiental de la Alcaldía. “No solo han ayudado a limpiar una de nuestras playas más importantes, sino que también han inspirado a otros a unirse a la causa. Es esencial que entendamos que nuestras acciones tienen un impacto directo en el bienestar del planeta”.
“Es un honor para nosotros participar en esta actividad,” dijo Rangel. “Creemos firmemente que cuidar del medioambiente es una manera de honrar la creación de Dios. Tenemos el deber de preservar la naturaleza, y actividades como esta nos permiten cumplir con ese propósito”.
En servicio a Dios y a la comunidad
Para muchos de los participantes, la experiencia les permitió reflexionar sobre la importancia de las acciones pequeñas pero significativas para proteger el medioambiente.
Rolando Lyne, un joven de 14 años de la iglesia adventista San Miguelito que formó parte del grupo, compartió su experiencia. “Al principio no estaba seguro de cuánto podríamos lograr en solo una mañana de trabajo. Pero cuando vimos la cantidad de basura que recolectamos, me di cuenta de que cada pequeño esfuerzo cuenta. Es increíble cómo algo tan sencillo como recoger desechos puede ser una forma de servir a Dios y a nuestra comunidad,” dijo Lyne.
Otra voluntaria, Yorlenis Villarreal, de 17 años y proveniente de la iglesia adventista Belén, también destacó el sentimiento de comunidad y propósito después de participar de la iniciativa. “Lo que más me sorprendió fue ver cómo todos estábamos unidos por una causa común. No solo limpiamos la playa, sino que también fortalecimos los lazos entre nosotros. Me siento más conectada con mi iglesia y mi comunidad, y quiero seguir participando en actividades como esta”.
Vivir la fe
Para los jóvenes adventistas, la acción de limpiar playas va mucho más allá de una simple tarea como voluntarios. Es una extensión de su fe, dijeron los líderes. “La Biblia nos enseña que somos guardianes de la creación de Dios”, explicó Misael González, pastor y director de Jóvenes de la Unión Misión Panameña. “Al limpiar esta playa, estamos actuando como buenos mayordomos del mundo que Dios ha encomendado a nuestro cuidado. Es una forma tangible de vivir nuestra fe”, expresó.
Además de la limpieza, la jornada sirvió como una plataforma para educar a la comunidad sobre la importancia de mantener los entornos naturales limpios y libres de desechos. La participación de los jóvenes adventistas subraya una creciente conciencia sobre la sustentabilidad entre las nuevas generaciones. En un contexto global en el que el cambio climático y la contaminación marina son preocupaciones de primer orden, la acción local puede ser un motor poderoso de cambio, expresaron.
El evento del 1° de septiembre concluyó con una ceremonia de agradecimiento, en la que los voluntarios recibieron un reconocimiento por su dedicación.
Más allá de los resultados inmediatos de la limpieza, los esfuerzos de los jóvenes voluntarios han sembrado una semilla de concientización en la comunidad, dijeron los líderes adventistas.
“El cambio es posible cuando la comunidad se une para una causa común”, dijo Gómez al final del evento.
El artículo original se publicó en el sitio web de la División Interamericana.