El proyecto Misión Caleb inspira la participación multigeneracional en Brasil

Natalina Vasconcelos (82) participa por primera vez en la Misión Caleb con su hija y su nieta. (Foto: Thayná Berti)

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El proyecto Misión Caleb inspira la participación multigeneracional en Brasil

El programa evangelístico, dirigido a los jóvenes, prepara a casi 10.000 voluntarios de todas las generaciones para el servicio comunitario y la evangelización.

El pasatiempo veraniego de los habitantes de Río de Janeiro, cuando las temperaturas pueden superar los 40°C, suele ser ir a la playa o realizar otra actividad refrescante. Sin embargo, casi 10.000 voluntarios decidieron marcar la diferencia en la vida de otras personas durante parte de sus vacaciones mediante acciones sociales con Misión Caleb.

Misión Caleb es un proyecto de la Iglesia Adventista del Séptimo Día que existe desde 2007. Al principio, la participación masiva era de jóvenes, pero actualmente también participan adultos y personas de la tercera edad, así como jovencitos autorizados por sus tutores. El objetivo es implementar esfuerzos evangelísticos y actividades comunitarias como renovación y limpieza de plazas, escuelas, escaleras y casas, donaciones de sangre y ferias de salud, entre otras.

En la región central de Río de Janeiro, 2.172 voluntarios Caleb trabajan en 56 localidades diferentes. En la región sur del estado, hay 5.286 voluntarios, y 2.100 en la región norte y en la Región de los Lagos. En total, 9.558 personas están destinando sus vacaciones a llevar a cabo el proyecto, repartidas en más de 180 localidades.

“Nuestra mayor expectativa para cada Caleb es siempre espiritual. Su compromiso con la misión permite atender las necesidades sociales de las comunidades. En la zona sur de la capital, tenemos poca presencia adventista, y queremos marcar la diferencia en estos barrios. En cada uno de los 56 puntos [de la región central de Río de Janeiro], se trazó una estrategia para llegar a las personas en sus necesidades primarias, además de predicar el evangelio del amor de Jesús”, dice Robson Pereira, líder de Jóvenes de la Iglesia Adventista en la región central de Río de Janeiro.

TRES GENERACIONES DE MISIONEROS

En Imbariê, distrito del municipio de Duque de Caxias, 272 voluntarios están divididos en tres puntos. Allí se desarrollan simultáneamente dos escuelas cristianas de vacaciones para decenas de niños en Santa Lúcia y Jardim Nazareno. Para estos misioneros, la edad no es un obstáculo. Prueba de ello es Natalina da Silva de Vasconcelos (82 años), que participa con su hija Norma S. Vasconcelos (60) y su nieta Maria Eduarda F. Vasconcelos (23).

“Veía en Televisión Nuevo Tiempo reportajes sobre Misión Caleb, y este año me enteré de que las personas mayores podían inscribirse, así que quise participar. Me alegré mucho. Me gustó mucho visitar el Instituto de Apoyo y Recuperación Nueva Canaán y estudiar la Biblia con los 34 internos. Me encanta participar de Misión Caleb. Espero volver a participar en otras ediciones”, comenta Natalina.

Luan F. Pinheiro (15), hermano de Luana, se empeña en llevarla a todas partes. (Foto: Thayná Berti)
Luan F. Pinheiro (15), hermano de Luana, se empeña en llevarla a todas partes. (Foto: Thayná Berti)

Luana Feliciano Pinheiro (22) está en silla de ruedas y participa por primera vez en Imbariê, con su hermano Luan (15). “Formo parte del Club de Conquistadores, y todos fueron invitados a participar de Misión Caleb. Para mí, ser un Caleb es una aventura inolvidable. Después de todo, ¡ayudar a los demás no tiene precio!”

En el barrio de Vila Isabel, donaron sangre y ofrecieron otros servicios. En Duque de Caxias, en la Baixada Fluminense, limpiaron el condominio Carandiru y tuvieron una asistencia de 100 niños para la Escuela Cristiana de Vacaciones en el mismo lugar. En Sarui, ya bautizaron a un joven; y en Pedras, organizaron un grupo de trabajo de limpieza en el barrio.

PASATIEMPO PARA EL BIEN

En Botafogo, el domingo 15 de enero, 50 voluntarios de Caleb iniciaron sus actividades de limpieza en la playa. El lunes, los niños de la comunidad de Santa Marta iniciaron sus actividades en la Escuela Cristiana de Vacaciones, que duró hasta el sábado, con actividades recreativas y juegos de 9 a 11:30. El martes y el miércoles, mejoraron el primer bloque de escalones de las escaleras de la misma comunidad, pintando los pasamanos de los escalones.

Calebs de Botafogo restauran una escalera en la colina de Dona Marta. (Foto: Divulgación)
Calebs de Botafogo restauran una escalera en la colina de Dona Marta. (Foto: Divulgación)

El 22 de enero, realizaron una feria de salud en el estadio Arena de la comunidad, de 9 a 12 horas, con la presencia de médicos, enfermeros, fisioterapeutas y psicólogos con especialidades en salud y alimentación. También se ofrecieron cortes de pelo y asesoramiento jurídico.

En Copacabana, en la zona sur de Río de Janeiro, los voluntarios realizaron esfuerzos los fines de semana, que fueron desde la entrega de agua y libros misioneros hasta el suministro de desayuno para personas sin hogar, la participación en actividades recreativas con niños y la donación de kits de higiene para mascotas. En la tarde del sábado 21 de enero, realizaron divertidas actividades recreativas para niños en la plaza Edmundo Bitencourt, en Copacabana, como juegos inflables, pintura, búsqueda del tesoro y fabricación de globos.

“Los Caleb son personas que hacen amigos con facilidad; además, la influencia del grupo ayuda al crecimiento espiritual de los que se unieron al proyecto ‘por casualidad’. Los verdaderos milagros ocurren durante los 15 días de la misión, porque el mismo Espíritu que movió a aquellos espías [Josué y Caleb; ver Números 13] mueve a nuestros Caleb en la misión actual”, concluye Pereira. 

Este proyecto de Misión Caleb comenzó el 14 de enero y continuó hasta el final del mes.

[Crédito: DSA]

La versión original de esta noticia fue publicada en el sitio de noticias en portugués de la División Sudamericana.