La primera semana de septiembre de 2023 no fue una semana cualquiera para muchas mujeres adventistas de la División de África del Sur y del Océano Índico (DSOI). Más de 2.000 mujeres de 6 territorios de la Unión de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Malawi, Zambia y Zimbabue asistieron a un congreso regional en la Universidad de Rusangu, cerca de Monze, Zambia. Doscientas noventa pertenecían a la Unión de Malawi. El tema del congreso regional fue “Mejores, no amargadas”.
Margery Herinirina, directora del Ministerio de la Mujer de la DSOI, fue la oradora principal de los momentos devocionales. Compartió con las delegadas la Palabra de Dios de Rut 1:20 y 2:11. “Es bueno que las mujeres sean mejores, no amargadas, pues la amargura es como un veneno en el corazón que consume los buenos pensamientos”, dijo.
Herinirina animó además a las mujeres a dejar de amargarse y a tener esperanza siempre que se enfrenten a desafíos. “Deben confiar en Dios, y serán transformadas”, dijo. Continuó animando a las mujeres a ser amables con las demás, para que algunas personas puedan transformarse y empezar a confiar en Dios por medio de su bondad. En la historia bíblica, Noemí confió en Dios gracias a la bondad de Rut y Booz.
Asistió Harrington Simui Akombwa, presidente de la DSOI. Akowbwa dijo que ya era hora de que las mujeres se levantaran y brillaran en el nombre del Señor. “Estamos en un mundo lleno de desafíos, pero levantémonos, brillemos y oremos”, dijo. “Y los desafíos desaparecerán”.
Otros líderes presentaron diversos temas. Trymore Mutimwi, director de Mayordomía de la Unión del Este de Zimbabue, habló acerca de las mujeres y la evangelización. Mutimwi animó a las mujeres a evangelizar y difundir el Evangelio, señalando que debería ser la razón de su existencia. “Las mujeres también tienen dones, igual que los hombres”, dijo. “Compartan sus creencias con todo el mundo mediante acciones, y predicando como hizo Dorcas”.
El Dr. Gift Mweemba, pastor jubilado y líder de la Unión Sudafricana, también animó a las participantes a ser mejores, no amargadas. “Las mujeres deben tener una elevada autoestima, porque son personas por sí mismas”, dijo Mweemba a las asistentes. “Deben confiar en sí mismas, en que pueden hacerlo mejor. [...] Aprendan a disfrutar y a trabajar para el Señor, y la iglesia crecerá, porque hay más mujeres que hombres en el mundo. Siéntete orgullosa de ti misma, como Jesús mismo confió en su madre mientras estuvo en la tierra”.
Precious Milingo, miembro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Olive, en Kampala (Uganda), y fundadora de Utano Health Solutions, condujo a las invitadas por temas relacionados con la salud de la mujer. Aconsejó a las mujeres que siguieran el ejemplo del mantenimiento y la gestión de un coche caro. Dijo que las mujeres también son “caras”. “Ustedes son un activo multimillonario, así que tienen que cuidarse comiendo sano [...] hacer ejercicio, evitar el estrés, relacionándose con personas con las que puedan compartir libremente, y descansar y dormir siete horas”, dijo Milingo.
Mercy Kumbatira, directora ejecutiva del Banco de la Reserva de Malawi, habló de las mujeres y las finanzas. En su presentación, dijo que todo el mundo quiere dinero y lo necesita para sobrevivir. “Deben tener ahorros para [luego decidir cómo gastarlo]... y desarrollar pequeños negocios para alcanzar sus objetivos a corto, medio y largo plazo”, dijo Kumbatira.
En cuanto a las mujeres y la violencia, Maimba Ziela, socio gerente de Lusitu Chambers y directora de Ministerio Personal de la Unión del Norte de Zambia (UNZ), recordó a los participantes que el abuso es cualquier conducta o acto que pueda causar daño a la seguridad, la salud y el bienestar de una persona. “No se escondan ni guarden silencio cuando sufran abusos”, les dijo Ziela. “Por favor, busquen ayuda”.
Respecto a las mujeres ocupadas y el equilibrio en el trabajo, Linda Sibanda, directora del Ministerio de la Mujer de la UNZ, aconsejó a las mujeres que desarrollaran habilidades para gestionar el tiempo. “Aprendan a valorar a quienes las rodean y a trabajar con ellos en equipo para evitar el agotamiento”, aconsejó. “Las animo, compañeras, a planificar con antelación y priorizar sus tareas, comunicar sus límites al compartir sus horas de trabajo [...] e invertir en sus relaciones. Aprendan a decir ‘no’ ”.
Nokanyo Lulu Ndholvu, de Sudáfrica, fue la oradora principal durante la hora de poder diaria y el servicio vespertino. Animó a las mujeres, diciéndoles que son la luz del mundo y que, si oran por su matrimonio y sus hijos, Dios las bendecirá. También les aconsejó que evitaran el rencor y la amargura. “Elijamos la esperanza-gratitud en lugar de la amargura siempre que tengamos problemas”, dijo Ndholvu. “Demos gracias a Dios en todo y escribamos las cosas buenas que el Señor nos ha hecho. Cuando vivamos en oración, tendremos gratitud, y nuestros hijos la imitarán”.
Durante el evento, las mujeres salieron a efectuar actividades de evangelización y servicio. Visitaron el Hospital de la Misión de Monze, la prisión de Monze y la escuela de Choongo para niños discapacitados. El director de la escuela dijo que se alegraba de ver a mujeres de tres países visitando Choongo. “Como escuela, nos sentimos honrados”, dijo. “Estos niños que ven hoy son de los alrededores. [...] La mayoría de estos alumnos están en silla de ruedas y son acompañados por sus padres cuando la escuela está abierta. Cada vez que tiren comida a la basura, por favor, piensen en estos niños que se enfrentan a muchas dificultades”. Las mujeres distribuyeron artículos variados, como zapatillas, jabón, libros y dinero en efectivo.
El congreso duró cuatro días y fue clausurado por desfiles de las uniones con presentaciones culturales.
La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de la Adventist Review.