A pesar de la turbulenta economía mundial, la Iglesia Adventista continúa creciendo también desde el punto de vista financiero, informó el domingo pasado Robert E. Lemon, tesorero de la iglesia mundial.

“No solo se han incrementado los diezmos y las ofrendas,” dijo Lemon, “sino que la iglesia tuvo la bendición de recibir un diezmo extraordinario millonario”. El informe financiero de Lemon en el Concilio de Primavera reflejó la mitad de ese diezmo extraordinario, que fue anunciado por primera vez en el Concilio de Otoño de 2007.

Jan Paulsen, presidente de la iglesia mundial, describió ese diezmo extraordinario como un “privilegio” que permitiría a la iglesia trabajar en formas que de otra manera no serían posibles.

Parte de ese diezmo extraordinario ha sido destinado a áreas específicas del ministerio, informó Juan Prestol, subtesorero de la iglesia mundial. Los delegados acordaron una lista de pautas que permitirán evaluar iniciativas potenciales para utilizar el monto restante. Paulsen dijo que la iglesia aguardará a revisar las propuestas de cada región de la iglesia, y entonces avanzará “con presteza” en la distribución de los fondos.

“La iglesia está haciendo planes cuidadosos pero expeditivos para utilizar estos fondos en la misión, particularmente en zonas no alcanzadas”, dijo Paulsen.

Los diezmos se incrementaron un nueve por ciento durante 2007, hasta alcanzar 1.780 millones de dólares, en comparación con los 1.600 millones de 2006, informó Lemon. Por primera vez, el diezmo de las regiones mundiales de la iglesia fue casi el mismo que el monto recibido en la región Norteamericana.

Si bien las fluctuaciones en las tasas de cambio y el dólar norteamericano son responsables de parte de este incremento, Lemon dijo que la iglesia mostró también aumentos en la devolución de diezmos calculada en las monedas locales.

Aunque un dólar más débil aparentemente mejora los balances financieros de la iglesia, afecta el rendimiento de los fondos en los territorios de las misiones, dijo Lemon.

Lemon también mencionó el “muy alentador” crecimiento del doce por ciento en las ofrendas para la misión en la región Norteamericana de la iglesia en los últimos cuatro años. En el año fiscal, esas ofrendas alcanzaron los 24 millones de dólares en Norteamérica y 38 millones en las demás regiones. En los últimos 20 años, las ofrendas totales para la misión se han incrementado un 199 por ciento en las demás regiones de la iglesia.

Paulsen dijo que estos incrementos son un “testamento” del énfasis de la iglesia en el trabajo misionero. “Si nuestros miembros ven que seguimos enfocados en la misión, van a querer apoyarnos”, dijo.

Lemon dijo que el crecimiento de las ofrendas para la misión y los diezmos, además de la frugalidad de la sede central de la iglesia cerca de Washington D.C., significa que la iglesia termina el año fiscal con 23 millones de dólares de incremento en los ingresos totales netos, sin contar el diezmo extraordinario. Algunos de estos fondos pertenecen a cuentas restringidas o a montos asignados a propósitos especiales, pero el balance no permanecerá en la sede central de la iglesia.

Los directivos de la finanzas de la iglesia también se refirieron a las inversiones de la iglesia a la luz del fluctuante mercado. Al hablar específicamente de los fondos de jubilación de la iglesia, Roy Ryan, tesorero asociado de la iglesia mundial dijo que como los valores en cartera de la iglesia son a largo plazo, diversificados y conservadores, los riesgos pueden ser manejados.

Dada la volatilidad de los mercados, “nadie espera que 2008 sea un año financiero sólido,” añadió Ryan, “pero la fortaleza de los mercados internacionales y emergentes resultan alentadores para los inversores norteamericanos”.

Como cierre de los informes financieros, Jim Nyquist, el auditor externo, socio de la firma Maner Costerisan & Ellis, expresó una opinión “limpia y no calificada” de los registros financieros de la iglesia, a la vez que recomendó ajustes menores para que los balances financieros de la iglesia sigan los nuevos y más estrictos lineamientos de los Estados Unidos.

Por primera vez, el Concilio de Primavera fue llevado a cabo en la Universidad Andrews, una institución de educación superior de propiedad de la iglesia. Estos concilios suelen llevarse a cabo en sitios ajenos a la sede central de la iglesia. En octubre próximo, los líderes de la iglesia mundial se reunirán para el Concilio Anual en Manila, Filipinas.