Cientos de niños y adolescentes de Panamá son desafiados a depender de Jesús

Inter-American Division

Cientos de niños y adolescentes de Panamá son desafiados a depender de Jesús

Los asistentes al Congreso anual de Niños y Adolescentes experimentan un reavivamiento espiritual

Cientos de niños y adolescentes de entre 7 y 14 años viajaron desde cada rincón de Panamá para participar de un congreso, donde se les enseñó principios bíblicos y aprendieron más del amor de Jesús y el propósito para su vida.

Los jóvenes llegaron con sus maestros y líderes para dedicar dos días a participar de una serie de mensajes espirituales, oración y actividades sociales en el Auditorio de la Escuela Adventista Metropolitana en Ciudad de Panamá, Panamá, el 22 y 23 de septiembre de 2023.

“Para nosotros, este es un evento fundamental y sumamente importante, para ayudar a que los niños y los adolescentes crezcan en su fe y se fortalezcan en su relación con Dios desde una edad temprana”, dijo Rosalinda De Gracia, directora del Ministerio del Niño y del adolescente de la Unión Panameña. Implica invertir tiempo y recursos para que ellos puedan aprender a confiar en Dios, ganar confianza para liderar a medida que crecen y se convierten en líderes espirituales.

Reafirmar que Jesús es un refugio seguro

Bajo el lema “Jesús, nuestra Roca eterna”, el evento tuvo por objetivo dejar un claro mensaje y ofrecer herramientas para que los niños y los adolescentes puedan tomar decisiones sabias y tener la seguridad de que Jesús es la “Roca”, su protección y su salvación. “Quisimos reafirmarles que Jesús es un refugio seguro, nuestra fuerza, nuestro ayudador, consolador, defensor y el mejor guía y amigo que podrían tener”, dijo De Gracia.

La joven delegación representó a casi 13.000 niños y adolescentes diseminados en las iglesias y grupos de Panamá, dijo De Gracia. Casi 50 de los niños presentes no pertenece a la Iglesia Adventista, añadió.

En el congreso, la joven delegación se vistió de blanco, portando cada uno una corona en la noche de apertura, señalando así las ropas blancas que los redimidos tendrán en el cielo. “Me gustó cómo nos veíamos todos de blanco”, dijo Sofía Hernández, de 9 años. “Quiero ir al cielo y ver a todos los niños y ver a Jesús vestido de blanco, al igual que yo”, expresó.

Lo que se buscó es dejar impresiones duraderas, dijo De Gracia. Los jóvenes aprendieron cuáles son los beneficios de la terapia de abrazos, la creación y la importancia del descanso, el uso de los medios sociales y sus peligros, y la importancia del matrimonio como institución bíblica establecida por Dios entre un hombre y una mujer.

Vivir en una sociedad confusa

“Vivimos en tiempos de depresión, acoso, violencia, acoso escolar, ansiedad, hogares divididos y suicidios. Vivimos en una sociedad confusa”, dijo De Gracia. “En los programas y las películas que se transmiten en la pantalla, vemos y sentimos el bombardeo con la nueva moda de los matrimonios del mismo sexo”. Fue importante señalar cómo deben ser los matrimonios, expresó.

Los niños y los adolescentes se pusieron de pie aplaudiendo y lanzando exclamaciones de alegría cuando escucharon que sonaba la marcha nupcial y los cuatro matrimonios marcharon a la plataforma para renovar sus votos matrimoniales.

“Fue tan interesante de qué manera los matrimonios transmitieron ese amor que sentían el uno por el otro, y una buena manera de mostrar a los niños una muestra de cómo establecer la familia de Dios”, dijo Mirna Belford, directora del Ministerio del Niño y el Adolescente de la iglesia adventista Berea en Ciudad de Panamá.

En la tienda de oración

Los jóvenes delegados hicieron fila para la tienda de oración, donde los pastores estaban listos y oraron por sus preocupaciones y pedidos específicos. “La fila se hizo tan larga, que otros dos pastores tuvieron que ayudar en la tienda de oración”, dijo De Gracia. Muchos de los pedidos de oración incluyeron oraciones para que sus padres no se divorcien, oraciones para que sus padres encuentren empleo, oraciones pidiendo sanación y muchas otras, expresó.

“Un niño en particular pidió que oraran para que él y su familia pudieran tener comida, porque sus padres no tenían trabajo y estaban pasando hambre”, dijo De Gracia. Poco después, se les avisó a los líderes de ADRA Panamá para que visiten el hogar del niño con alimentos y ayuda.

Entre los cinco pastores que oraron por los niños se encontró el pastor José De Gracia, presidente de la Unión Panameña. El pastor De Gracia dijo que ha sido una bendición apoyar a los niños que necesitan oración. “Algunos de los mejores testimonios e historias provienen de tiendas de oración como esta”, dijo. De Gracia recordó de qué manera Rosendo Sanjur, de 9 años y quien asistió al primer Congreso del Niño y el Adolescente llevado a cabo en 2018, llegó para que oraran por él, porque no quería ser un ladrón como lo fue su abuelo. Los líderes se movieron rápido para visitar a la familia y matricular al niño en una escuela adventista. En el presente, Rosendo sigue estudiando en la Escuela Adventista de Chorrera, en la Provincia Occidental de Panamá, y es un niño líder activo en su campo local, dijo el pastor De Gracia. Los padres de Rosendo ahora son miembros de la Iglesia Adventista.

Jesús como fundamento

La oradora especial Edith Ruiz de Espinoza, directora del Ministerio del Niño y el adolescente de la División Interamericana, desafió a los jóvenes delegados para que se aferren a Jesús y hagan de él el fundamento y la fuente de la sabiduría en su vida, al navegar por sus actividades diarias. “Ustedes son una luz para Jesús, y necesitan brillar sobre los que los rodean”, dijo en el encuentro.

“Jamás he visto un congreso tan grande solo para niños”, dijo Espinoza. Ver sus rostros sonrientes, su amor y devoción por Cristo y por la iglesia me emocionó profundamente. “Muchas uniones llevan a cabo congresos para maestros del Ministerio del Niño, pero esta inversión en tantos niños reunidos con un programa tan hermoso donde se reafirman los principios bíblicos es una real bendición para la iglesia y la comunidad a la que impactarán cuando regresen a sus hogares”.

Los jóvenes delegados y sus maestras informaron acerca de las actividades de impacto en la iglesia y en todas sus comunidades durante este año.

Cada delegado recibió una medalla para participar en el congreso, y también el desafío de confiar en Dios como su Roca Eterna, ser activo para servir a sus comunidades, ser agentes de cambio, y estudiar su Biblia todos los días.

“Tenemos la responsabilidad de marcar esas vidas jóvenes con opciones, para que puedan tomar las decisiones correctas en la vida y darles la seguridad de que todo estará bien cuando Dios esté con ellos”, dijo la señora De Gracia.

Para saber más acerca del Congreso del Niño y el Adolescente de la Unión Panameña, ingresa AQUÍ.

La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de la División Interamericana.