Solamente dos eventos adventistas celebrados en este país han reunido a más personas que los campamentos regionales de este año. Uno de ellos fue el Congreso de Jóvenes de Lisboa que, según algunos informes, reunió a cerca de 10.000 personas en el entonces Pavilhão Atlântico en 1999. El otro fue el Camporee de la División Intereuropea (DIE), 20 años después, en Sesimbra, donde se reunieron cerca de 3.000 personas.
Por supuesto, hay una gran diferencia. Las 2.586 personas que asistieron a los campamentos regionales se reunieron en cinco lugares diferentes y no juntas en el mismo espacio, como en estos dos eventos, pero eso no quita el impacto que estos campamentos han tenido en las iglesias locales durante las últimas cuatro décadas.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día en Portugal ha experimentado un fuerte crecimiento. Muchas iglesias, especialmente en la región de Lisboa, ya se ven obligadas a celebrar no solo uno, o dos, sino tres cultos los sábados por la mañana, porque el espacio es demasiado pequeño para tantos miembros. Se podría decir, en un análisis rápido, que este crecimiento tiene mucho que ver con la inmigración, lo que no es falso, pero también se ha intensificado la participación de las iglesias locales en la proyección nacional.
Hay algo especial en estos campamentos regionales por el hecho de que, el sábado, se reunieron en estos cinco lugares más de 3.000 personas, entre familiares y participantes, el equivalente a casi un tercio de la Iglesia Adventista en Portugal. De las 110 iglesias que componen la presencia adventista en Portugal, 73 participaron en los campamentos regionales.
Este año, hubo un aumento del 22 % en las inscripciones en los campamentos regionales en comparación con el año anterior. En total, 566 personas más acudieron a los “regionales” que en 2022.
Al menos tres iglesias (Canelas, Lisboa Central y Barreiro) llevaron más de 100 participantes cada una a este encuentro regional de jóvenes. Estas cifras llevan a los miembros a reflexionar en el por qué los campamentos regionales atraen a tanta gente, convirtiéndolo en el único evento en Portugal que reúne a jóvenes y mayores en una simbiosis única.
Pablo Silva tiene 49 años, pero comenzó su experiencia como líder de jóvenes incluso antes de cumplir los 18 años. Actualmente, es responsable de los jóvenes en la región central y cree que “las regionales son, sin duda, el mayor acontecimiento de la IASD en Portugal, ya que utilizan un modelo, tal vez único en Europa, de unir a los JA y a la iglesia en general en un campamento”. Este año, la región central del país reunió a 590 jóvenes en Quiaios, en Figueira da Foz. De las 24 iglesias que componen esta región del país, solo 6 no asistieron, a pesar de la enorme logística necesaria para estar presente en esta actividad.
Cada iglesia local es responsable de proporcionar comida a sus jóvenes. Este año, como ejemplo, la IASD de Caldas da Rainha llevó a 81 jóvenes al AcReg Centro, lo que implicó que los líderes de esta iglesia garantizaran la creación de un pequeño restaurante para alimentar a todos estos jóvenes en las 8 comidas que tuvieron allí. Es en este trabajo de montaje de tiendas, cocinas, transporte de alimentos y, sobre todo, la hora de la comida donde un pequeño niño de 7 años se sienta al lado de su mayor de 50 o 60 años frente al fuego, donde reside la simbiosis única entre niños, jóvenes y adultos, un ambiente único promovido en este evento.
Igor Domingos, director del Ministerio Joven de las regiones de Madeira y Azores, estuvo en el AcReg de Montado do Pereiro, en Madeira, y reunió a 70 jóvenes. Dice: “Los momentos más notables fueron aquellos en los que se crearon lazos. Donde pastores, líderes de iglesias y jóvenes dejaron de ser personas que se ven una vez a la semana en la iglesia y empezaron a estar unidos en su objetivo de seguir a Jesús. Vivieron juntos estas experiencias: el cansancio de las caminatas, estar en equipos opuestos en el juego de aproximación y, sin embargo, ayudarse mutuamente a todos a superar los objetivos, comer la misma comida sentados en el suelo, pasar el mismo frío, cantar el mismo himno. [...] Todo esto contribuyó a que, cuando se planteó la pregunta: “¿Iremos todos?”, cada joven tuvo la oportunidad de decir y oírse decir: “Yo Iré”.
El próximo año, el desafío será aún mayor. El director de Jóvenes Adventistas en Portugal, Tiago Alves, aprovechó los campamentos para hacer el anuncio de que, en 2024, también en torno a la Pascua, se celebrará un Camporee Nacional que reunirá a todos los jóvenes de todos los campamentos regionales en el mismo lugar, al mismo tiempo. La previsión es que, al menos, 2.600 participarán en esta actividad.
Los campamentos regionales de Portugal siguen un modelo tal vez único en Europa. El hecho de que se basen en el trabajo voluntario, comunitario e intergeneracional significa que todo el mundo puede decir: “Iremos todos –contestó Moisés–: jóvenes y mayores, nuestros hijos y nuestras hijas, y nuestros rebaños y nuestras manadas. Debemos unirnos todos para celebrar un festival al Señor” (Éxodo 10:9, NTV).
La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de la División Intereuropea.