“El pueblo de Dios debe ser poderoso, pero estamos distraídos”. Dwain Esmond, director asociado del Patrimonio Elena G. de White, subió al escenario el 11 de octubre para presentar una nueva y revolucionaria iniciativa de la Iglesia durante el Concilio Anual 2022.
La iniciativa “Volver al altar” busca revitalizar y reavivar la Iglesia al regresar a sus fundamentos: el hogar y la familia. Como expresó Elena de White en El ministerio de curación, página 269: “La restauración y la edificación de la humanidad empiezan en el hogar. [...] El bienestar de la sociedad, el buen éxito de la iglesia y la prosperidad de la nación dependen de la influencia del hogar”. Indudablemente, al reunir a nuestra familia para pasar tiempo juntos con Dios, formamos un vínculo inquebrantable entre unos y otros y nuestro amoroso Salvador, que nos lleva a ser discípulos más eficaces en la proclamación del triple mensaje angélico “a toda nación, tribu, lengua y pueblo” (Apocalipsis 14:6).
Aunque muchos adventistas pueden estar de acuerdo con la importancia de estar conectados como familia, estudios recientes ilustran nuestra desafortunada realidad. Según un estudio de la Oficina de Archivos, Estadísticas e Investigación de 2018, solo el 52% de los adventistas realizan su culto personal de manera periódica, mientras que solo el 37% de las familias adventistas participan regularmente en el culto matutino y vespertino. “¿Puede una iglesia donde solo el 52% de sus miembros realiza su culto personal, o donde solo en el 37% de los hogares se realiza el culto familiar, proclamar eficazmente al mundo un mensaje centrado en la adoración?”.
Esmond planteó esta pregunta cuando se dirigió a los líderes de la Iglesia Mundial en el Concilio Anual, desafiándolos a regresar al altar familiar y a animar a sus miembros a hacer lo mismo. Pero ¿qué es exactamente lo que nos aleja de pasar tiempo con Dios?
AL CONTEMPLAR, SOMOS... ¿RECONFIGURADOS?
“¡La tecnología nos está drenando [la vida]!” Un estudio reciente muestra que el usuario medio de las redes sociales pasa 2 horas y 27 minutos en ellas y, según datos declarados por él mismo, el usuario medio pulsa, hace clic o desliza el dedo por su teléfono 2.617 veces al día. Aunque puede haber otras cosas que nos alejan de pasar tiempo con Dios, Esmond se centró en la tecnología como una distracción importante y la plataforma principal que nos aleja de las cosas que más importan; específicamente, nuestro tiempo con Dios. Compartió las siguientes estadísticas reveladoras, mientras desafiaba a los asistentes a examinar su uso de la tecnología:
En Estados Unidos, los niños de entre 8 y 12 años pasan de 4 a 6 horas al día viendo o usando pantallas; los adolescentes pasan hasta 9 horas al día usando pantallas.
El tiempo frente a la pantalla conduce a la exposición potencial a cosas como:
Violencia y comportamientos de riesgo.
Contenido sexual.
Estereotipos negativos.
Consumo de sustancias, ciberacosadores y depredadores.
Información engañosa o inexacta.
Los medios digitales/sociales poco saludables y desequilibrados:
Dañan nuestra capacidad de concentración y atención.
Nos hacen sentir solos.
Provocan problemas de sueño.
Aumentan nuestros niveles de estrés.
Aumenta la depresión y la ansiedad.
Conduce a la adicción.
Provoca déficits de memoria.
Sin duda, el aumento de la tecnología y el uso desequilibrado de las redes sociales contribuyen en gran medida a reducir nuestro tiempo con Dios, así como nuestra capacidad de pensar y conectarnos con él y con su palabra. Como se vio anteriormente, nuestra concentración, atención y memoria se ven obstaculizadas por el uso poco saludable y desequilibrado de la tecnología, y los estudios han demostrado incluso que nuestra mente está siendo reconfigurada. Se está volviendo cada vez más incapaz de pensar profunda y eficientemente para procesar la información. Sin duda, la profundidad de pensamiento necesaria para pasar tiempo de calidad en la Palabra de Dios se ve afectada.
Aunque, como señaló Esmond, la tecnología y los medios de comunicación pueden utilizarse para el bien, para dar testimonio a los demás y proporcionar acceso a los recursos del ministerio, también afirmó que a veces los medios de comunicación “pueden convertirse en un medio que se interpone entre Dios y nosotros y [...] tenemos que tener cuidado para poder recuperar nuestro espacio y tiempo para Dios”.
EL REAVIVAMIENTO DE LA LLAMA... EMPIEZA EN CASA
“El poder de nuestra Iglesia para hacer la voluntad de Dios en el mundo es directamente proporcional al tiempo que pasamos en el altar con Dios. Como Iglesia, nunca nos hemos enfrentado a un desafío más formidable para la adoración personal que el que plantean los medios digitales, y ya no es algo que podamos pasar por alto; tenemos que hacer algo al respecto”. Esmond no se anduvo con rodeos a la hora de describir por qué nació “Volver al altar”, y por qué es necesario.
Esta “revolución de adentro hacia afuera” está llamando al pueblo remanente de Dios en todo el mundo a consagrarse “a Dios todas las mañanas” y hacer “de esto [su] primer trabajo”, El camino a Cristo, página 70. “Volver al altar” pretende animar y equipar a las personas y a las familias para que mantengan una conexión ininterrumpida y sin intermediarios con Dios, a medida que pasan más tiempo alejados de la tecnología y, en su lugar, pasan tiempos de refrigerio en el altar de Dios y en escenas de la naturaleza. Al hacerlo, establecerán conexiones más profundas con Cristo. A su vez, la Iglesia manifestará el poder de Dios al proclamar su mensaje del tiempo del fin al mundo.
Esmond cree firmemente que la familia es la unidad básica de la instrucción espiritual. Es donde se capta y se enseña el amor, donde nace la vida devocional, florece el ministerio y se cumple la misión profética de Dios. Él afirma: “Es crítico para la familia de Dios ejemplificar una conexión con él y tener su poder. Necesitamos poder espiritual, y solo hay un lugar para obtenerlo: en el altar con Dios”. Esta conexión se traducirá en reavivamiento, reforma y poder para hacer la voluntad de Dios en el mundo.
SENTAR LAS BASES ADECUADAS
El culto personal es fundamental para todos los demás ministerios, incluidos el Ministerio de Salud Integral y el Mensaje de los Tres Ángeles. Según Obreros evangélicos, página 526, “en nuestra obra no hay nada más necesario que los resultados prácticos de la comunión con Dios”. Sin embargo, añade Esmond, “la mayor víctima de nuestro tiempo con la tecnología es nuestra pérdida de tiempo con Dios”.
Ahora es el momento de unirnos al movimiento y recuperar nuestro tiempo con Dios, individualmente y en familia. Ramón Canals, secretario ministerial de la Asociación Ministerial de la Asociación General, dijo: “[La Iglesia Adventista del Séptimo Día] gira en torno a la misión y la iniciativa ‘Volver al altar’ gira en torno a la misión. Se trata de Jesús. Cuanto más nos acercamos al tiempo del fin, más tenemos que acercarnos a Jesús. Esta iniciativa se centra en Jesús y en su misión de salvar al mundo”.
Recursos
La iniciativa “Volver al altar” aspira a que el 70% de las personas y las familias adventistas participen regularmente en el culto matutino y vespertino en 2027. Este objetivo se puede alcanzar al colaborar con las iglesias locales para animar a los miembros a tomar las riendas de su jornada espiritual y el de sus familias, y volver al altar.
Como tal, la Iglesia está desarrollando actualmente varios recursos para ayudar a las familias y a los individuos a reavivar la llama y pasar tiempo de calidad de forma consistente y rutinaria unos con otros y con Dios.
Algunos ejemplos de los recursos que se están elaborando son:
Presentaciones en vídeo sobre aplicaciones prácticas de los consejos encontrados en Conducción del niño y El hogar adventista de Elena de White.
Guías de adoración familiar, clasificadas por dinámica familiar para incluir hogares monoparentales, familias mixtas, familias jóvenes, familias con hijos mayores, personas que viven solas, etc.
Día Mundial del Culto Familiar, en colaboración con el Ministerio de la Familia.
Directrices digitales de salud mental.
Conferencias de reavivamiento familiar (estilo reuniones campestres).
Plan de estudios para el culto familiar, dividido en contenidos apropiados para cada edad.
Tras la presentación, los líderes de la Iglesia Mundial votaron unánimemente a favor de aprobar la iniciativa “Volver al altar”.
"Escucharán mucho más sobre esta iniciativa en los próximos días, pero podemos empezar ahora mismo. Si volvemos al altar con Dios, seremos transformados a su imagen y capacitados para terminar su obra”.