«Tenemos tolerancia cero hacia los incidentes de violencia, negligencia o abuso infantil», dijo Lorraine Vernal, directora del Ministerio de la Mujer, el Niño y el Adolescente de la Unión Jamaiquina, durante un reciente taller de protección infantil. «La Iglesia Adventista del Séptimo Día está comprometida para crear un ambiente seguro y enriquecedor para todos los niños».
El taller, celebrado en St. Ann del 24 al 26 de marzo de 2025, bajo el lema «Protección de los niños: una prioridad piadosa», tuvo como objetivo crear conciencia sobre las leyes locales, las políticas de la iglesia y las estrategias para proteger a los niños. Vernal enfatizó el compromiso de la Iglesia con la acción decisiva, diciendo: «Actuamos con decisión para tomar medidas contra un individuo o grupo en cualquier incidente de abuso, denunciándolo a la policía y a otras autoridades pertinentes».

El objetivo principal del taller fue equipar a los obreros de la iglesia con las herramientas y el conocimiento necesarios para proteger a los niños. “Nuestro objetivo es establecer Comisiones de Protección Infantil en todos los niveles de la Iglesia para finales de 2025”, añadió.
Para abordar la negligencia infantil
Lesia Bhagwandat-Vassell, subsecretaria de la Agencia de Protección Infantil y Servicios Familiares (CPFSA), destacó la creciente preocupación por el abandono infantil. Aunque las denuncias de negligencia han mostrado una ligera disminución en los últimos años, sigue siendo la forma de abuso más frecuente en Jamaica, según datos del Registro Nacional de la Infancia (NCR). En 2024, los casos de negligencia fueron un 41,44 % más altos que los casos de abuso sexual y un 33,55 % más altos que los casos de abuso físico.
«La negligencia sigue siendo la forma más prevalente de abuso infantil que se reporta a la CPFSA», dijo Bhagwandat-Vassell. «Nos preocupa que muchos cuidadores aún no brinden el cuidado, la disciplina y la supervisión adecuados a sus hijos». Los padres y tutores tienen que rendir cuentas de sus responsabilidades, entre ellas, que se satisfagan las necesidades básicas de los niños y que reciban la atención adecuada, enfatizó.
Instó a los líderes y miembros de la sociedad a trabajar juntos para crear una comunidad más segura para los niños.

Bhagwandat-Vassell describió signos de negligencia, como por ejemplo el abandono, las necesidades médicas o de higiene no atendidas, la falta de supervisión y el acceso limitado a la educación. «Necesitamos estrategias creativas para garantizar que los adultos responsables supervisen adecuadamente a los niños», dijo.
También hizo un llamado a la Iglesia Adventista para que continúe desempeñando un papel activo en la identificación y denuncia de casos de abuso a la CPFSA, mientras implementa políticas para garantizar la seguridad de los niños.
Esfuerzos en curso para proteger a los niños
Vernal reflexionó en los esfuerzos de la Iglesia Adventista en los últimos siete años para proteger a los niños. Tras la adopción en 2017 de los reglamentos de la Comisión de Protección Infantil por parte de la División Interamericana, la Unión Jamaiquina organizó un taller nacional de implementación de políticas de protección infantil. Desde entonces, la unión, las asociaciones y las iglesias locales han llevado a cabo una serie de talleres, seminarios y sesiones de capacitación para pastores, padres, maestros y líderes.

Vernal enfatizó que los esfuerzos de protección infantil están guiados por la Ley de Protección Infantil de 2024, y que todos los casos deben ser denunciados a las autoridades correspondientes. «Hemos utilizado plataformas como la celebración anual del Mes del Niño en mayo para crear conciencia», expresó.
La iglesia continúa su colaboración con agencias gubernamentales como la CPFSA, la Secretaría del Registro del Menor (OCR) y la Fuerza Policial de Jamaica (JCF). Las medidas adicionales incluyen áreas designadas para denunciar durante los campamentos y eventos de la iglesia donde los niños pueden expresar sus preocupaciones de manera segura.
En las escuelas, el Departamento de Orientación supervisa la protección de los niños, y todos los miembros del personal son designados como denunciantes obligatorios. «Todos los adultos empleados en una escuela están obligados por ley a denunciar cualquier incidente de abuso», dijo Vernal. «Los directores actúan como los principales responsables de la denuncia, asegurándose de que los casos se denuncien a las autoridades, mientras que las escuelas promueven la creación de conciencia medainte talleres y seminarios».

El taller también contó con presentaciones clave, lo que incluyó una visión general de las normas de protección infantil, los Reglamentos de Protección Infantil de ADRA, los efectos psicológicos, emocionales y sociales del abuso en los niños, y la importancia de la protección de datos para salvaguardar a los niños.
El artículo original se publicó en el sitio de noticias de la División Interamericana . Únete al canal de WhatsApp de ANN para recibir las últimas actualizaciones de noticias adventistas.