Inter-European Division

ADRA Rumania ayuda a más de 500 niños de familias desfavorecidas

En Rumania, el abandono escolar representa un problema social, sensible y urgente.

ADRA Rumania ayuda a más de 500 niños de familias desfavorecidas

[Foto: ADRA]

La educación desempeña un papel crucial en el desarrollo de los niños, ya que no solamente influye en su progreso académico, sino que también forja su personalidad, sus valores y sus habilidades sociales. Por eso, ADRA Rumania trabaja en proyectos que facilitan el acceso a la educación, con el objetivo de romper el ciclo de la pobreza y promover la igualdad de oportunidades.

En Rumania, las tasas de abandono escolar son un problema social acuciante. A pesar de que en Rumania la educación es obligatoria hasta el duodécimo curso, decenas de miles de estudiantes abandonan los estudios cada año, lo que es motivo de preocupación, afirma la organización.

Según las investigaciones, las razones por las que los estudiantes abandonan la escuela vienen determinadas principalmente por el entorno en el que crecen, en el que se pueden identificar múltiples factores: pobreza, inestabilidad familiar, problemas de salud, una relación profesor-alumno defectuosa, falta de motivación y de modelos de conducta, etcétera. Por estas razones, los niños pierden la oportunidad de desarrollarse profesionalmente, un hecho que les impide a largo plazo integrarse en el mercado laboral e, implícitamente, les hace perder la oportunidad de seguir el ritmo del desarrollo de la sociedad en la que viven.

El proyecto de ADRA “¡Quiero ir a la escuela!” tiene cobertura nacional y su objetivo es apoyar a los niños que tienen un buen rendimiento académico, pero corren el riesgo de abandonar los estudios debido a situaciones familiares desafiantes. Mediante esta iniciativa, ADRA Rumania trabaja para prevenir el abandono escolar prematuro, ofreciendo a los niños la oportunidad de un futuro mejor y promoviendo la igualdad de oportunidades.

Las principales actividades del proyecto “¡Quiero ir a la escuela!” son la distribución del material escolar necesario a los niños seleccionados como beneficiarios, que incluye una mochila equipada con material en septiembre y un segundo lote de material a mitad del curso escolar; la distribución de alimentos básicos para los niños beneficiarios y sus familias cada mes, durante todo el curso escolar; la distribución periódica de kits de higiene, así como ropa y calzado, en función de las necesidades detectadas; asesoramiento a los padres para motivarlos a apoyar el proceso educativo de los niños; actividades de capacitación y formación para los profesores de las escuelas implicadas en el proyecto, con el fin de mejorar la relación profesor-alumno; organización de reuniones periódicas con el fin de desarrollar la autoestima de los alumnos de entornos vulnerables, mediante debates sobre sus planes de futuro y orientación para alcanzar los objetivos; organización de campamentos gratuitos, durante las vacaciones, para los niños premiados que obtuvieron grandes resultados al final del curso escolar.

"El abandono escolar es un problema complejo al que se enfrenta Rumania y está estrechamente relacionado con factores sociales, motivacionales e incluso familiares que van más allá del ámbito educativo", afirma Gabriela Istrate, directora de proyectos de ADRA Rumania.

"Es cierto que el abandono escolar repercute sobre todo en el niño, que se arriesga a comprometer irreversiblemente su futuro, pero las consecuencias de este fenómeno repercuten en la sociedad en general. Estoy feliz de que ADRA Rumania haya decidido invertir en educación, una vez más, este año, y traerá esperanza y alegría a los corazones de los niños", comparte Istrate, y concluye: “Avanzamos con entusiasmo, pero también con la confianza de que Dios proveerá los recursos necesarios para este nuevo año escolar, y tengo todo el respeto por los patrocinadores y voluntarios que nos acompañan en este proyecto”, añade.

En el curso escolar 2024-2025, la participación de ADRA Rumania en el proyecto apoyará a 502 estudiantes de Banat, Bucovina, Crișana, Dobrogea, Maramureș, Moldavia, Muntenia, Oltenia y Transilvania, todos ellos con buenos resultados académicos y que luchan por superar su condición por medio de la educación.

Los beneficiarios son identificados por intermedio de las asociaciones que ADRA Rumania mantiene con las escuelas de la zona y los ayuntamientos locales.

El artículo original se publicó en el sitio web de la División Intereuropea.

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