Con solo 11 años, Laís, Ana Alice y Helena tomaron una decisión: cortarse el pelo largo para apoyar a las mujeres que se someten a tratamientos contra el cáncer.
«Saber que esto hará felices a otras mujeres es realmente genial», dijo Laís Ferreira, estudiante del Colegio Adventista de Boa Vista en Brasil, con una sonrisa tímida pero orgullosa.
Las niñas forman parte de «Mechones de esperanza», una campaña de donación de cabello que comenzó en 2016 y que desde entonces ha movilizado a estudiantes, profesores y familias en actos de solidaridad. La edición de este año recogió 30 mechones de cabello, donados por estudiantes, profesores y madres de la comunidad escolar.

Para Helena Padilha, también de 11 años, la experiencia fue emotiva.
«Siempre he tenido el pelo largo. Cuando llegó el momento de cortármelo, estaba nerviosa, pero ahora volverá a crecer y quiero ayudar a más personas», dijo.
El cabello donado se utilizará para fabricar pelucas para mujeres que sufren pérdida de cabello durante el tratamiento contra el cáncer. Este año, la campaña se ha asociado con el salón de belleza de la empresaria Maria Leal, que apoya la iniciativa desde 2024.
«Ya tenemos la costumbre de realizar proyectos de servicio», explica. «Cuando me enteré del proyecto, me involucré de lleno. Y este año, decidimos hacer algo diferente: vamos a ampliar la campaña a lo largo de todo el año y beneficiar a aún más mujeres».

Todas las donaciones se destinan al Centro Humanitario de Apoyo a la Mujer (CHAME), que presta asistencia a mujeres diagnosticadas con cáncer. La directora del centro, Hannah Monteiro, destacó la importancia de estas contribuciones.
«Cada semana recibimos a una mujer que está comenzando el tratamiento y pronto se enfrentará a la pérdida del cabello. Tener pelucas listas para entregar, gracias a campañas como esta, es esencial. Y que provengan de niños tan pequeños, pero que ya tengan este sentido de la solidaridad, nos llena de esperanza», afirmó.
Más allá de la recolección de cabello, la campaña «Mechones de esperanza» refuerza valores como la empatía y la compasión entre los estudiantes, principios fundamentales del modelo educativo adventista. La iniciativa forma a estudiantes con un alto rendimiento académico y los inspira a convertirse en personas socialmente responsables.
Las donaciones de cabello se aceptan durante todo el año en el centro de apoyo a la mujer CHAME, que forma parte de la Asamblea Legislativa de Roraima.
El artículo original se publicó en el sitio de noticias en portugués de la División Sudamericana. Únete al canal de WhatsApp de ANN para recibir las últimas noticias adventistas.