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Aviones misioneros llevan ayuda médica y esperanza a comunidades remotas del Perú

A través de Perú Projects, los misioneros adventistas utilizan la aviación para llevar atención médica de emergencia, Biblias y el evangelio a regiones remotas del Amazonas.

Perú

Anne Seixas, División Sudamericana, y ANN
Aviones misioneros llevan ayuda médica y esperanza a comunidades remotas del Perú

Eben Espinosa, director de Perú Projects, surca los cielos de la selva peruana para llevar ayuda médica y la Biblia.

En un país como Perú, donde las montañas, los ríos y los densos bosques suelen separar comunidades enteras, el cielo se ha convertido en un salvavidas y la fe, en el combustible. Mediante aviones misioneros, la Iglesia Adventista del Séptimo Día está llegando a personas en algunas de las regiones más remotas del país, proporcionando atención de emergencia, ayuda humanitaria y el mensaje de Cristo, vuelo tras vuelo.

Aunque la Iglesia Adventista ha participado en proyectos de aviación desde la década de 1960, no fue hasta 1997 que se lanzó oficialmente Perú Projects. Inspirados por una iniciativa de la Asociación General en Estados Unidos, un grupo de pilotos adventistas se unió con un objetivo singular: utilizar la aviación como herramienta para la misión.

Una iniciativa aeronáutica anterior, en la década de 1980, se había interrumpido, pero los fondos restantes se reservaron con la visión de reanudar algún día la labor misionera aérea cuando se presentara la oportunidad.

Un sueño de infancia que echa a volar

Eben Ezer Espinosa, ahora director de Perú Projects, soñó por primera vez con ser piloto misionero cuando tenía solo cuatro años. Criado en México, estudió teología y comenzó a servir en iglesias locales, pero el deseo de combinar el ministerio con la aviación nunca se desvaneció.

«Después de cuatro años de ministerio, tuve la oportunidad de estudiar aviación en la Universidad Andrews», recuerda. «No tenía dinero, pero Dios me proporcionó lo que necesitaba poco a poco. Ese proceso fortaleció mi fe».

Espinosa esperaba servir en Papúa Nueva Guinea, pero cuando esa puerta se cerró, un profesor lo puso en contacto con Perú Projects. En ese momento, el proyecto tenía una infraestructura limitada y no contaba con ingresos estables. Los misioneros compartían las comidas, compraban alimentos en grupo y confiaban en que Dios supliría sus necesidades. Espinosa llegó a Perú hace diez años y desde entonces ha liderado el proyecto en medio de crecimiento y desafíos.

Según Espinosa, cada vez que las comunidades se dan cuenta de que hay misioneros, piden Biblias.
Según Espinosa, cada vez que las comunidades se dan cuenta de que hay misioneros, piden Biblias.

Tendiendo puentes entre el cielo y la tierra

La base aérea de Pucallpa acoge actualmente a unos 14 misioneros voluntarios, tanto locales como internacionales, que prestan servicio durante períodos de tiempo variables. Docenas de misioneros más trabajan en la selva peruana, compartiendo las enseñanzas de la Biblia y ofreciendo apoyo en zonas de difícil acceso.

Los aviones vuelan entre cuatro y seis veces por semana, a veces realizando varios viajes en un solo día. Transportan pacientes críticos, personal médico y suministros, junto con algo igual de valioso: el mensaje de que Dios ve y cuida de todas las personas, por muy aisladas que estén.

Según Espinosa, una de las peticiones más habituales de los aldeanos es muy sencilla: «Queremos Biblias». Gracias a una donación de Light Bearers, ahora se distribuyen 20.000 Biblias durante los vuelos de misión.

«Oramos antes de cada vuelo», comparte Espinosa. «A veces no sabemos qué tiempo encontraremos o si el paciente sobrevivirá. Pero confiamos en Dios». Esa confianza ha llevado al equipo a vivir innumerables milagros, desde aterrizajes seguros en condiciones peligrosas hasta recuperaciones inesperadas y momentos de profundo impacto espiritual.

Desafíos y una visión para el futuro

A pesar de su éxito, el programa enfrenta importantes desafíos logísticos. Las pequeñas aeronaves que se utilizan actualmente tienen más de 60 años, con alcance y capacidad de carga limitados. Mientras un avión está en el aire, otro suele estar en reparación. El mantenimiento es costoso y las piezas de repuesto pueden tardar meses en llegar.

El equipo espera adquirir una aeronave más nueva y con mayor capacidad que les permita ampliar su alcance a regiones aún más remotas del país. «Creemos que Dios proveerá en el momento adecuado», dice Espinosa, un sentimiento que refleja la fe que sustenta el proyecto.

Perú Projects es un ministerio sin fines de lucro y de sostén propio de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. El artículo original se publicó en el sitio de noticias en portugués de la División Sudamericana. Únete al canal de WhatsApp de ANN para recibir las últimas noticias adventistas.

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