En un mundo en el que las redes sociales dominan las interacciones de la gente, a veces, inesperadamente, un largo desplazamiento por la página conduce a conexiones profundas. Conozcamos a Pepito y Lhyne Guisando, una animada pareja de Bohol (Filipinas) cuya presencia en Internet se convirtió en un faro de fe para un amigo necesitado.
Todo empezó con una publicación en Facebook: una simple instantánea de Pepito y Lhyne vestidos a juego, acompañada de versículos bíblicos edificantes. No se imaginaban que su muestra digital de fe provocaría una conexión que cambiaría la vida de Mario Bracho, un hombre de Manila que luchaba contra la pobreza.
“Todos los sábados compartimos un post de nuestra familia. Es nuestra forma de invitar a otros a nuestro día sagrado, mostrando cómo apreciamos nuestro tiempo juntos y lo infundimos con amor y alegría”, explicó Lhyne. “No nos dábamos cuenta del impacto que un simple post podía tener en la vida de otra persona. Nos abrió la puerta a compartir el mensaje de Jesús de una manera significativa”.
Mario se topó con sus mensajes en un momento especialmente difícil de su vida. Atraído por la fe inquebrantable y la positividad de los Guisando, se puso en contacto con Lhyne, iniciando una conversación que alteraría el curso de su viaje espiritual.
“No son solamente amigos, son una inspiración. Cada vez que me encuentro con sus posts, hay una innegable sensación de algo especial. Es como si se encendiera en mí una chispa de curiosidad que me impulsa a buscar la misma alegría y plenitud que veo irradiar en su familia”, cuenta Mario.
Sus intercambios se adentraron en las raíces de las creencias adventistas, y la curiosidad de Mario se despertó al hablar del significado del sábado. Con la orientación de Lhyne y una plétora de recursos en línea, Mario y su familia se embarcaron en un viaje de descubrimiento, explorando los principios del adventismo del séptimo día.
A medida que profundizaban, Mario y su familia encontraron consuelo y propósito entre las paredes de su iglesia adventista local. Inmersos en el estudio de las Escrituras y rodeados de una comunidad de apoyo, experimentaron una transformación que trascendió sus interacciones digitales.
En un conmovedor día de diciembre de 2023, Mario, su esposa, Irma, y su hija, Ermalyn, afirmaron públicamente su compromiso con Cristo mediante el bautismo. Rodeados de sus seres queridos y nuevos amigos, abrazaron un nuevo capítulo, guiados por la fe y el compañerismo.
Para Pepito y Lhyne, su alegría no tuvo límites al ver florecer su conexión digital en una profunda amistad cimentada en la fe. El vínculo entre los Guisandos y los Brachos se mantuvo inquebrantable a pesar de la distancia, gracias a la comunicación en línea y al apoyo inquebrantable.
Su historia es un testimonio del poder de las redes sociales para unir corazones y mentes, llevando a las almas a un viaje de renovación y despertar espiritual. Su historia es un recordatorio de que, a pesar del ruido digital, existen conexiones genuinas y encuentros que cambian la vida para quienes los buscan en un mundo en el que las pantallas suelen ser la presencia dominante.
La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de la División de Sudasiática del Pacífico.