Una niña adventista expondrá sus obras en el Louvre

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Una niña adventista expondrá sus obras en el Louvre

Sophia Helena tiene 10 años y tendrá una exposición en el Carrusel del Louvre en octubre de este año.

La historia de Sophia Helena Moreira de Oliveira comienza en el Colegio Adventista de Jacarepaguá, cuando a los seis años demostró aptitudes artísticas diferentes de las de los niños de su edad. Su profesora de entonces se puso en contacto con su madre y le pidió que invirtiera en este don. Lo que no imaginaban era que, cinco años más tarde, Sophia tendría la oportunidad de exponer sus cuadros en el Louvre, en Francia, el museo más visitado del mundo.

Con solo 10 años, Sophia Helena fue seleccionada en un concurso internacional y dos de sus obras se expondrán en el Carrusel del Louvre, un espacio dedicado a los nuevos talentos. La exposición tendrá lugar en octubre de 2024.

Madureira es un barrio tradicional de la periferia de Río de Janeiro y forma parte del territorio de la Asociación Río Sur (ARS), sede administrativa de la Iglesia Adventista del Séptimo Día para la región centro-sur de Río de Janeiro.

El presidente de la Unión Río Sur, el pastor Geovane Souza, quedó sorprendido con el talento de la niña. “Cuando vemos a los niños descubrir sus talentos y entregárselos a Jesús, nos sentimos muy felices y con una sensación de misión cumplida”, dice Souza, que está alentando el éxito de Sophia.

LA CARRERA DE LA NIÑA ARTISTA

Las muñecas o los juegos electrónicos no atraen tanto la atención de Sophia cuando se trata de divertirse. A ella le gusta mucho pasar horas y horas dibujando o pintando. Su talento fue detectado muy pronto por su profesora de Pre II, que llamó la atención de su madre, Daniele Moreira. “Su profesora fue fundamental en este proceso. Fue ella quien me aconsejó que invirtiera en el don de Sophia”, explica, emocionada por su hija, que vivirá una experiencia que la marcará para el resto de su vida.

Para Sophia, esta experiencia es solamente el principio de más logros que Dios tiene para su vida. Al recibir la noticia de que había pasado la selección, sintió una mezcla de sentimientos. “Al mismo tiempo que estaba ansiosa y asustada, me volví confiada. Intento dejar todas las preocupaciones sobre el futuro en manos de Dios, porque sé que él dirigirá mi vida”, cuenta la artista.

A los 7 años, le pidió a su madre que le comprara un lienzo y, a partir de entonces, se descubrió en el mundo de la pintura. Uno de sus primeros cuadros fue la figura de Jesús, que se expuso en una feria del Club de Aventureros, un programa para niños de la Iglesia Adventista del Séptimo Día que incluye actividades recreativas, educativas y espirituales.

A los 9 años empezó a recibir clases de pintura en un estudio especializado y tuvo su primer contacto con la pintura profesional utilizando pintura acrílica. “El primer día empecé un cuadro, mi primer cuadro, llamado ‘La casa de Friburgo’. Mi profesor y los demás alumnos quedaron asombrados de mi talento”, cuenta.

En la actualidad, Sophia suele pintar paisajes, animales y arte abstracto con pintura acrílica. Según ella, su objetivo es inspirar al espectador “alegría, pensamientos positivos, interés por el arte y la cultura”, y explica cómo le gusta impactar a la gente con su arte. Algunas de sus obras ya han sido expuestas en la galería de arte Design y en Aliança Francesa, en Friburgo.

DON DIVINO

Criada en un hogar adventista, Sophia siempre ha participado de las actividades de la iglesia y, con su don, puede encontrar diferentes maneras de mostrar el amor de Jesús. “Dondequiera que esté, puedo dar testimonio de Jesús con mis palabras, mis acciones y dándole a Dios en primer lugar en mi vida”, explica.

Para el profesor Robledo Moraes, director de la red de Educación Adventista en el centro sur de Río de Janeiro, la Educación Adventista se compromete a instruir a los estudiantes para que descubran su don y lo ejerzan de manera honorable. 

“En 2018, tuve la oportunidad de tener un encuentro con la doctora Cristina Delou. Ella es una de las mayores autoridades en Brasil cuando se trata de elevadas capacidades. Ella mencionó en el momento que es probable que haya estudiantes con altas habilidades en todas las escuelas. Algunos, en un porcentaje mayor, otros en un porcentaje menor, pero existen”, explica Robledo. 

Destaca que “encontrar a estos alumnos y darles un camino para que se desarrollen es un desafío, y la Educación Adventista está comprometida con ello”.

El artículo original se publicó en el sitio de noticias en portugués de la División Sudamericana.