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Una iniciativa de ADRA India ofrece formación en huertas ecológicas a familias de comunidades vulnerables

Varias familias con dificultades económicas se benefician de la agricultura sostenible.

[Crédito de la foto: ADRA]

[Crédito de la foto: ADRA]

Tamilarasi es una madre de 31 años que también es el sostén de su familia. Vive con su esposo y sus dos hijas en Ayanambakkam, Tamil Nadu (India).

La economía familiar de Tamilarasi empezó a agotarse cuando ella tuvo que dejar su anterior trabajo como vendedora de papad (pan plano seco). Su marido trabajaba como jornalero, pero sus ingresos eran insuficientes para mantener a su familia. A menudo gastaba la mayor parte del dinero que ganaba en sus hábitos de bebida, lo que dejaba a Tamilarasi a cargo de la familia.

Cuando estalló la pandemia de COVID-19, tanto Tamilarasi como su marido carecían de una fuente de ingresos. Esta situación les dejó preocupados, ya que poco a poco fueron agotando sus ahorros. Consciente de la necesidad de proporcionar ayuda inmediata a las comunidades vulnerables afectadas, la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) de la India respondió proporcionando transferencias incondicionales de efectivo. Esta asistencia ayudó a Tamilarasi y a su comunidad a mantenerse durante tres meses. Sin embargo, estaban preocupados por lo que harían después de esos tres meses.

Comprendiendo la necesidad de un apoyo sostenible en la zona de intervención, ADRA India ayudó a Tamilarasi y a otras nueve familias a establecer huertas orgánicas. La huerta orgánica es una iniciativa de subsistencia alternativa que forma parte del proyecto RISE (Educación Remedial e Inclusiva, según sus siglas en inglés). En el marco del proyecto piloto, ADRA India impartió formación en huertas ecológicas y llevó a las familias seleccionadas a visitas de exposición para que vieran las mejores prácticas.

Los alumnos aprendieron a preparar el terreno, diseñar la parcela, preparar el abono, sembrar y desherbar. El formador también les enseñó las diferencias entre insectos buenos y malos y cómo los insectos buenos protegen y ayudan al crecimiento de las plantas. Tras la formación, se seleccionó a los alumnos y se les suministraron semillas, una red de cercado y material para que empezaran a cultivar huertas en sus patios traseros.

Por desgracia, el fuerte monzón de esa temporada echó por tierra todo su duro trabajo. ADRA India volvió a proporcionarles semillas para que reiniciaran sus huertas. Afortunadamente, las plantas crecieron maravillosamente la segunda vez, y las familias disfrutaron de los frutos de su trabajo. “Podemos disfrutar de una comida con al menos una berenjena, chile verde, calabaza o tomate del huerto cada día, y eso me motiva para mejorar y tratar de hacerlo aún mejor”, dice Tamilarasi.

La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de ADRA.

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