Mientras los visitantes exploran el salón de exposiciones del Congreso de la Asociación General 2025, no solo se encuentran con llamativos exhibidores y conversaciones interesantes, sino también con oportunidades para probar leches vegetales, bocadillos e innovadoras alternativas a la carne.
Desde Ghana hasta Brasil y Corea del Sur, las empresas alimentarias adventistas están convirtiendo la nutrición en una misión, ofreciendo bocados deliciosos y saludables, y dando una idea de cómo los alimentos pueden financiar escuelas, empoderar comunidades e inspirar la fe.
Castañas de cajú (cashew) con una causa: la historia de Goodone
Entre los animados puestos de la sala de exposiciones del congreso de la AG, destaca Goodone Cashews, no solo por sus aperitivos frescos y ligeramente salados, sino por su misión. Esta empresa social, propiedad al 100 % de ADRA, lleva las castañas de cajú (anacardos) cultivados en Ghana desde la granja hasta el envase y el mercado sin salir del país. ¿El resultado? Un sabor más fresco y un impacto más profundo a nivel personal, comunitario y nacional.
En la mayoría de las cadenas de suministro mundiales, los anacardos de Ghana se envían a miles de kilómetros para ser procesados en el extranjero. Goodone revierte ese modelo, procesando y envasando todo localmente, lo que permite a los agricultores conservar una mayor parte del valor que crean. No se trata de caridad, sino de verdadero desarrollo.

Y el impacto es tangible. Una madre contó que vender sus frutos secos a un precio superior le permitió comprar una máquina de soja para su hija, lo que la ayudó a poner en marcha un pequeño negocio. Otra mujer, abuela, utilizó sus ingresos para ampliar su granja y enviar a sus nietos a la escuela. En una aldea predominantemente adventista, los miembros de la iglesia probaron los anacardos tostados por primera vez.
«Los sostenían en sus manos como si fueran un tesoro», recordó un miembro del equipo de ADRA. «Era la primera vez que probaban el fruto de su trabajo».
Gracias a la presencia a largo plazo de ADRA en Ghana, se han plantado más de 400.000 árboles de anacardo y se ha capacitado a 14.700 agricultores, algunos incluso durante el apogeo de la pandemia de COVID-19. Con cada bolsa de anacardos Goodone, los compradores apoyan una misión basada en la dignidad, la sustentabilidad y la prosperidad compartida.
Y sí, los anacardos son deliciosos: sin OMG, sin aceite, veganos y ligeramente espolvoreados con sal rosa del Himalaya. Pero su sabor más intenso reside en la historia que llevan consigo.
Descúbrelos y prueba su impacto en el stand 817.
Un siglo de pasión por los alimentos vegetales: la misión de Superbom desde Brasil
Con un envase llamativo y muestras traídas desde Brasil, el stand de Superbom añade una nota colorida y sabrosa al salón de exposiciones de la AG. Fundada por miembros de la iglesia, la empresa celebró recientemente 100 años de promoción de la salud a través de alimentos y bebidas de origen vegetal, un legado profundamente arraigado en los valores adventistas.
Superbom comenzó con una misión sencilla pero poderosa: ofrecer alternativas nutritivas y sin carne en una cultura en la que la carne era un elemento central de las comidas diarias. Hoy en día, la empresa sigue creando versiones vegetales de clásicos muy apreciados, como hamburguesas, lonchas de fiambre e incluso especialidades de Pascua, elaborados con cuidado, sabor y salud en mente.
Aunque los productos Superbom aún no están disponibles a nivel internacional, su presencia en el Congreso de la AG va más allá de las ventas. Se trata de compartir una visión.
«Nuestra empresa existe para promover la salud a través de la alimentación, pero también para honrar nuestra herencia adventista», explicó un representante. «Creemos que la comida puede ser alegre, reconfortante y, al mismo tiempo, buena para el cuerpo y el planeta».
Desde alternativas a la miel hasta sustitutos del café, el stand refleja un movimiento global creciente de alimentación consciente. Estos alimentos no solo están pensados para nutrir, sino también para suscitar conversaciones significativas sobre la salud, la sostenibilidad y la fe. Aunque la tienda online de la empresa solo opera actualmente en Brasil, el interés de los visitantes internacionales demuestra su potencial de impacto global.
Mientras el aroma de las muestras de productos vegetales se mezcla con las risas y la curiosidad, una cosa queda clara: la historia de Superbom no es solo el pasado, sino también el futuro.
Encuéntrenlos en el stand 2227-3.

Más que soja: Sahmyook Foods nutre cuerpos y misiones
Si pasas por el stand 831, es posible que percibas el aroma de los fideos y las bebidas de soja. Pero detrás de la deliciosa variedad de productos vegetales de Sahmyook Foods hay una historia de educación, misión y generosidad que va mucho más allá de la cocina.
Fundada en 1982 y operando bajo la Universidad Sahmyook en Corea, la empresa tiene un propósito claro: apoyar la educación adventista y el trabajo misionero de los estudiantes.
«Durante más de 40 años, hemos donado nuestras ganancias, alrededor de 70 millones de dólares, para financiar escuelas y universidades», compartió un representante.
«Desde el nivel preescolar hasta la universidad, nuestro objetivo es apoyar a los estudiantes y capacitarlos para la misión a través de la educación».
Sahmyook Foods exporta actualmente a más de 30 países; entre ellos Australia, Canadá, Estados Unidos y varios países de Asia y Sudamérica. Aunque las regulaciones europeas plantean algunos desafíos, el alcance de la empresa sigue creciendo, gracias a la confianza generada en torno a la calidad de sus productos y su misión.
¿Su producto estrella? Una leche de soja pura, preparada de forma natural, elaborada mediante la cocción de semillas de soja enteras y la extracción de la leche mediante un método tradicional, sin productos químicos.
«Utilizamos el proceso más natural», explicó el representante.
«A diferencia de los métodos industriales que aíslan las proteínas mediante productos químicos, nosotros simplemente hervimos y prensamos».
Con más de 200 productos, entre los que se incluyen ramen, carnes de soja, aceites vegetales y opciones orgánicas, Sahmyook Foods ofrece el sabor del estilo de vida saludable adventista en cada bocado. Pero para ellos, la comida es más que nutrición, es una herramienta para conectar.
«Creemos que la comida puede abrir los corazones. Mediante la comida, las personas pueden aprender acerca de Jesús. Es un camino hacia una vida más saludable y plena, tanto física como espiritualmente».

Ya sea la dignidad que se encuentra en una bolsa de anacardos, la alegría de una receta vegetal centenaria o la pureza impulsada por la misión de la leche de soja, el salón de exposiciones del Congreso de la AG de 2025 demuestra una cosa: en la cultura adventista, la comida nunca es solo comida. Es conexión. Es salud. Es esperanza en un plato.
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