En el norte de Nigeria, más de 380 pastores adventistas, pioneros y sus cónyuges se reunieron en Jengre, estado de Plateau, Nigeria, para un retiro ministerial bajo el lema “Llamados a servir”.
Del 12 al 16 de abril, los participantes, procedentes de las tres asociaciones locales de la Unión Nigeriana del Norte, tuvieron interacciones asombrosas y conferencias y mensajes devocionales que invitaron a la reflexión y reafirmaron la singularidad de su llamado como ministros del Evangelio.
El retiro ministerial proporcionó una vía para hablar clara y abiertamente a los pastores y sus esposas para que se aferren a los fundamentos de su llamado de por vida a la salvación de las almas.
El Pr. Yohanna Harry, presidente de la Unión Nigeriana del Norte, declaró: “El retiro familiar pastoral se ha planeado intencionadamente para permitirnos [revisar] y reexaminar nuestra vocación como pastores y esposas de pastores”.
El Pr. Harry añadió: “Vivimos por nuestra vocación, por lo que necesitamos revisar nuestras actividades pastorales cotidianas. Estamos aquí reunidos en el nombre de Jesús. Él nos equipará para este noble trabajo. No hay vuelta atrás; hacia adelante, nos movemos hasta que veamos al Rey Jesús cara a cara”.
El Pr. Iliya Kwarbai, secretario ministerial de la Unión, bajo cuyo departamento se organizó el retiro, dijo que era necesario en esta época de incertidumbre ética reexaminar y reenfocar a los pastores del Evangelio eterno y a sus familias para un ministerio pastoral eficaz en el norte de Nigeria.
Entre los temas tratados en la cumbre ministerial figuraban la formación espiritual de los pastores, los abusos sexuales del pastorado, las responsabilidades bíblicas de esposas y esposos en el matrimonio, y el pastor y el distrito con muchas iglesias.
Otros temas fueron: vivir ante Dios: el pastor y la ética; el pastor y la ganancia de almas; entender a la comunidad; el pastor y las pequeñas cosas; el pastor del siglo XXI; el crecimiento de la iglesia; y la planificación de la jubilación.
En su presentación titulada “Los desafíos de la familia pastoral en el siglo XXI”, el Pr. Haruna Bindas, exvicepresidente de la División Africana Centro-Occidental, ya jubilado, señaló los desafíos de las familias pastorales en el siglo XXI, como lidiar con las críticas, la gestión del tiempo, los problemas físicos y mentales, la fatiga emocional, los fallos de comunicación, el síndrome de “arreglarlo todo”, las dificultades económicas, las expectativas incumplidas, el cambio de los valores familiares, la infidelidad y la promiscuidad, la educación y formación de los hijos, el aumento de los casos de divorcio entre el pastorado, la infiltración de la cultura extranjera y la urbanización, y los frecuentes traslados, entre otros.
El Pr. Bindas, sin embargo, hizo un llamamiento a los ministros y a sus cónyuges para que se ocupen intencionadamente de los problemas capaces de truncar su vida física, mental y espiritual, lo que, por extensión, podría impedir el progreso del Evangelio en el norte de Nigeria.
Dirigiéndose directamente a las esposas de los pastores, Nimonte Dorcas Donkor, coordinadora del área femenina ministerial de la División Africana Centro-Occidental, sostuvo que “ninguna mujer que sirva junto a un pastor está llamada a servir a la iglesia [hasta el punto de] descuidar a su marido y a sus hijos. Como esposa y madre, su ministerio principal está en casa, donde intenta ayudar y bendecir a su marido y criar a sus hijos”.
Donkor señaló que los hijos de la familia pastoral están siempre bajo el escrutinio no solo de la congregación, sino también de la comunidad y el vecindario. Siempre están en el centro de atención por el papel público que desempeñan sus padres.
El ministerio pastoral, que implica cuidar del pueblo de Dios y caminar a su lado en su formación cristiana, es un ministerio de equipo que requiere esfuerzos colectivos para la sostenibilidad y el crecimiento empírico.
Otros oradores, entre ellos el Pr. Theodore Dickson, decano del Departamento de Estudios Religiosos de la Universidad Babcock, subrayaron la necesidad de que los ministros evangélicos y sus esposas aprendan unos de otros, caminen estrechamente con el Señor, ejerzan el ministerio individual y colectivamente, vivan la vida juntos y honren el llamada de Dios en su vida.
Según ellos, estas virtudes son fundamentales para lograr un crecimiento sostenible del ministerio pastoral en el norte de Nigeria.
Los ponentes afirmaron que el ministro evangélico desempeña un papel único entre todas las vocaciones, y subrayaron que ninguna vocación es tan exigente desde el punto de vista ético como el ministerio pastoral. De ahí que se espere que un ministro evangélico sea un modelo de moralidad.
¿Qué más se puede decir? “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios” (Miqueas 6:8).
La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de la División Africana Centro-Occidental.