Creyentes en Dios hace años, la familia Almuna asistía a otra denominación, incluso levantaron un templo para adorar a Dios junto a vecinos y amigos, pero siempre con un anhelo incompleto: Sentir que en su congregación se estudiara la Palabra de Dios en profundidad.
Un día, Bernardita Retamal, la esposa de Guido Almuna, decidió buscar una programación especial y diferente en la televisión. Entonces, llegó a la señal de Nuevo Tiempo, de la ciudad de Longaví, en la zona central de Chile, y el impacto fue inmediato.
La familia, compuesta por los esposos Bernardita Retamal y Guido Almuna y sus hijos Ana Cecilia Almuna y Duván Almuna empezaron a notar que los programas de la TV Nuevo Tiempo eran con la Biblia abierta y ofrecían respuestas no de palabra humana, sino de la Palabra de Dios. Así, empezaron a asistir los diferentes programas y sermones, hasta que un día, Ana Cecilia, quien tiene dificultades auditivas y del habla, le dijo a su mamá: “Por qué no llamamos o escribimos y pedimos que nos envíen un curso o nos visiten”.
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Así fue como el pastor Fernando Ruíz, de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Miraflores, comenzó a visitar a la familia periódicamente para estudiar la Biblia con los cursos de la TV Nuevo Tiempo. También empezaron a asistir a la iglesia y a relacionarse en amistad con los miembros de Miraflores. Luego de un tiempo, el pastor los invitó a asistir a la ceremonia bautismal de una joven, llamada Daniela, que se realizaría en el templo, el pasado martes 14 de mayo.
La familia llegó al templo como espectadores, pero Dios utilizó Su Palabra, el testimonio poderoso de Daniela y la reflexión de la ceremonia para tocar los corazones de los Almuna. Ese día, el pastor Andrés Dinamarca estaba como invitado para bautizar y entregar el mensaje de Dios, y cuando comenzó la ceremonia bautismal de Daniela Vargas se fue la luz en toda la provincia. Entonces, los celulares se encendieron, las velas llegaron, los miembros adventistas comenzaron a cantar y la atmósfera se volvió mucho más especial. Daniela fue bautizada y a los minutos, un adulto mayor, llamado Héctor, también aceptaba pasar al bautisterio para entregar su vida a Dios.
En ese momento, ocurrió el milagro. El Espíritu de Dios, en medio de la oscuridad, con 1 grado de temperatura en el ambiente, tocó el corazón de la familia Almuna y en el momento del llamado, se levantaron y solicitaron ser bautizados esa misma noche, en esa misma ceremonia bautismal.
La noche, que tenía programada un solo bautismo, se convirtió en una ceremonia donde seis personas aceptaron a Dios como su salvador y le entregaron sus vidas. La Palabra de Dios nunca regresa vacía, Dios obra milagros y utiliza todos los medios para alcanzar a más personas. La Red Nuevo Tiempo de Comunicación y el trabajo en conjunto que realizan con las iglesias locales marcan una diferencia en miles de vidas.
Mira un breve video de lo vivido con la familia:
El artículo original se publicó en el sitio web en español de la División Sudamericana.