El programa PNG para Cristo ha concluido oficialmente tras dos semanas de programas por toda Papúa Nueva Guinea (PNG). Aunque todavía se están comunicando las cifras oficiales de bautismos, se espera que el número supere los 200.000.
En Minj, donde Ted N. C. Wilson, presidente de la Asociación General, presentó la serie Revelación de Esperanza, se bautizaron 3.708 personas durante el programa de 16 noches. Otros más de 3.000 bautismos tuvieron lugar en Ela Beach, Port Moresby, en la Asociación Central de Papúa, y estas cifras representan solamente una pequeña parte del impacto global que se sintió en todo el país.
Historias de capos de la droga que queman sus cultivos de marihuana y son bautizados, presos que responden a los llamamientos, pueblos enteros que se declaran adventistas, sanaciones y personas que entienden las presentaciones del Evangelio en sus propios idiomas son solamente algunas de las cosas de las que se ha informado.
Para los más de 200 oradores internacionales de toda la División del Pacífico Sur que participaron, fue una experiencia inspiradora y reveladora.
Durante su estancia en Papúa Nueva Guinea, Wilson dedicó iglesias y centros de influencia en lugares como Mount Hagen, Port Moresby, Lae, Goroka y Madang.
“La razón principal por la que queríamos que vinieran al país oradores internacionales invitados era para que conocieran mejor: eso es lo primordial”, afirma el pastor Malachi Yani, presidente de la Unión de Papúa Nueva Guinea (UPNG).
“Queremos que vengan y vean por qué la Iglesia está creciendo en Papúa Nueva Guinea. Queremos que Australia crezca también, que Nueva Zelanda crezca y que la Unión Transpacífica crezca también. Esperamos que organicen otra campaña como la que hicimos en Papúa Nueva Guinea, así que también tendremos que ir a su país y aprender de ellos. Nos mezclamos, aprendemos y predicamos juntos: eso nos sirvió para aprender”.
“Creo firmemente que es muy importante que las congregaciones locales miren más allá de sí mismas”, afirmó David Butcher, presidente de la Asociación Australiana del Sur.
La Asociación Australiana del Sur está asociada a la Misión Simbu de las Tierras Altas Orientales, donde estaban los 10 predicadores que enviaron a PNG para Cristo.
“Es fácil acomodarse donde estamos y ser egoístas”, dijo Butcher. “Creo que lo mismo ocurre con las asociaciones, con las uniones y, obviamente, con la División, que forma parte de todo el campo mundial. Así que para mí y para nuestro equipo, venir aquí y asociarnos con esta provincia, es maravilloso porque vemos algo más grande”.
“Vemos algo diferente y podemos aprender mucho de la gente de aquí. Creo que cuando damos a los demás, cuando apoyamos a los demás, también seremos bendecidos localmente”.
Miller Kuso es el director de Escuela Sabática y Ministerio Personal de la UPNG, y tuvo el gran trabajo de coordinar PNG para Cristo.
“Estoy coordinando más de 2.000 sitios en Papúa Nueva Guinea. Y para mí es un gran privilegio y un honor visitar diferentes lugares a lo largo y ancho de nuestro país”, afirmó.
“Me gustaría dar las gracias [a los casi 300 oradores internacionales] por estar juntos, como movimiento, con la UPNG para llevar el mensaje de esperanza, el mensaje de salvación a la gente de esta gran nación de Papúa Nueva Guinea”.
“También tenemos a todos nuestros predicadores nacionales, nuestros predicadores locales, predicando en todos los sitios diferentes: los estudiantes de la Universidad Adventista del Pacífico y del Colegio Adventista de Sonoma y los pastores de las iglesias locales van a todas las partes más remotas de Papúa Nueva Guinea”, dijo Kuso.
Parte del éxito de este programa ha sido el compromiso y la participación de los miembros de la iglesia. Glenn Townend, presidente de la División del Pacífico Sur, que predicó en Arawa (Bougainville), rindió homenaje a los voluntarios que lo hicieron posible.
“Hay gente que se queda toda la noche cuidando del sonido y del escenario”, dijo Townend. “Está la gente de sonido, la gente de las transmisiones y proyección visual. Nos hemos sometido a revisiones médicas. Es trabajo en equipo. Es Todo Miembro Involucrado, y esto es realmente un movimiento de discipulado en ciernes y damos gracias a Dios por ello”.
Con una afluencia tan grande de nuevos miembros, la iglesia de Papúa Nueva Guinea está centrando su atención en nutrir e integrar a los nuevos miembros en los grupos existentes.
Yani reconoce los desafíos que traerá consigo el éxito de este programa. “El crecimiento conlleva muchos retos”, afirma. “Nos estamos quedando cortos de liderazgo. Nos estamos quedando cortos para acomodar a la gente en términos de espacio. Tendremos muchos desafíos con los conversos, de otras denominaciones”.
Parte de la respuesta, cree, se encuentra en ayudar a servir a la gente.
“Si somos una organización benéfica, ¿cómo utilizamos nuestros recursos para influir en la vida de la gente? Mostrando lo que creemos en términos de cuidar y compartir. Predicamos acerca del amor, pero eso no se ha visto en la forma en que tocamos vidas. Por eso, el Señor nos abrió los ojos y nos mostró ministerios reales que llegan a los necesitados”.
La Iglesia lo hace mediante el Ministerio de las Posibilidades (MAP). “El MAP es una de las cosas clave en las que nos embarcamos”, dijo Yani. “La razón es que la pobreza es uno de los mayores enemigos de este país. Y si hay gente que está en esta categoría, ¿cómo se la puede cuidar?”.
El MAP puede ayudar a alimentar a los hambrientos, proporcionar artículos de primera necesidad y atender a personas discapacitadas.
La UPNG ha empezado y espera seguir impartiendo formación financiera y talleres para pequeños y medianos empresarios (PYME), ya que pueden ayudar a retener a quienes dependen de las nueces de betel o los cerdos para obtener ingresos. “Impartimos formación por todo Papúa Nueva Guinea para ayudarles a gestionar bien el dinero y, con los pocos activos que tienen, puedan generar ingresos con ello”.
COVID-19 resultó ser una “bendición disfrazada” para la UPNG, que estaba planeando PNG para Cristo en 2020. “Pensábamos que, en ese momento, 2019, 2020, estábamos listos para cumplir. En realidad, no lo estábamos”, dijo Yani.
“Estábamos realmente desanimados porque no íbamos a realizar esta campaña”, dijo. “Pero a medida que avanzábamos, la iglesia se agrupó rápidamente en células, bajo los árboles, y empezamos a tener grupos pequeños, de cinco a diez en cada casa. Y este número se multiplicó rápidamente”.
“Empezamos a ver las necesidades de la gente de un modo muy personal, porque al tener grupos pequeños [se llega a] conocer las necesidades individuales, sus desafíos. Y así empezamos a explorar nuevas ideas para evangelizar y ministrar”.
Debido a la escasez de combustible en todo Papúa Nueva Guinea, se produjeron algunos retrasos en los vuelos cuando los ponentes internacionales intentaban regresar a casa, pero los que participaron llegaron sanos y salvos, transformados para siempre por la experiencia.
El joven pastor Michael Qiokata, de la Misión de Fiyi, predicó en Upper Bena y se mostró entusiasmado por participar en su primer programa de evangelización en el extranjero. “PNG para Cristo tendrá un gran impacto en mi vida como joven pastor”, dijo.
“Llevo menos de dos años de experiencia sobre el terreno y esta campaña me ha enseñado muchas lecciones. Cuando regrese a mi país y a la escuela donde estoy sirviendo, asumiré el desafíos de evangelizar más, especialmente a los estudiantes a los que sirvo”.
“Solo estamos cumpliendo la palabra de Dios de que su Evangelio debe llegar a todo el mundo. Y él vendrá muy pronto”.
El artículo original se publicó en el sitio web de la División del Pacífico Sur.