Como resultado de su impulso evangelizador, la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Angola ha registrado un fuerte crecimiento en el número de miembros. Sin embargo, este crecimiento también ha traído consigo la necesidad de construir más iglesias para albergar a los nuevos miembros. En muchos lugares, la falta de iglesias –o la presencia de iglesias sin terminar– se ha convertido en un verdadero obstáculo para la comunidad. Sin embargo, esta triste historia ya es cosa del pasado en la aldea municipal de Londuimbali, en la provincia de Huambo, la segunda ciudad más grande de Angola. Desde 2019, el Pr. Silvino Calei Albino, pastor de distrito en la zona, se ha asegurado de que el pueblo de Dios tenga lugares de culto decentes.
Al ver la necesidad de albergar a los hijos de Dios en instalaciones decentes, el Pr. Albino tuvo que arremangarse para ensuciarse las manos, y comenzó a construir iglesias para los hijos fieles de Dios en esta vasta área. En los últimos cuatro años, el Pr. Albino y su equipo han construido no una, ni dos, sino cuatro hermosas iglesias permanentes, tres iglesias temporales de barro y una casa pastoral para el pastor del distrito.
Hablando de su humilde trabajo y de su equipo, el pastor Albino dijo: “Fue la necesidad y el deseo de acoger a nuevas personas convertidas lo que me llevó a pensar en estructuras para albergarlas”. Indicó que él y su equipo tardaron menos de un año en construir una iglesia; de ahí que, durante los últimos cuatro años, hayan conseguido construir cuatro hermosas iglesias. En cuanto a los costos, el Pr. Albino dijo que toda esta construcción ha consumido hasta ahora unos 5 millones de kwanzas (unos 10.000 dólares). Sobre cómo lo ha conseguido, el Pr. Albino dijo: “Los miembros de la iglesia compran los materiales de construcción, y yo y mi equipo nos encargamos de levantar las paredes, el tejado y toda la [mampostería], como la llaman los especialistas”.
El Pr. Albino reiteró que la construcción no es para obtener ingresos personales; lo que hace es una labor misionera para promover el reino de Dios, pues cree que su recompensa está en el cielo. Hasta ahora, ha animado a otros hermanos y hermanas con estos dones a imitar su don espiritual mientras la iglesia mundial se embarca en el llamado “Yo iré”. En ese momento, el Pr. Albino trabaja mano a mano con el personal cualificado de la Compañía Nacional de Electricidad para asegurarse de que todo el cableado eléctrico y las demás cañerías se ajusten a las recomendaciones de las normas establecidas por el gobierno de Angola.
Como dice la Biblia, más bienaventurado es dar que recibir. No es de extrañar que el distrito en el que trabaja el Pr. Albino ha sido uno de los más fieles en la devolución de diezmos y ofrendas a la Misión Central, la sede administrativa de la Iglesia Adventista del Séptimo Día para la región central de Angola. Como resultado de su dedicación a la misión de la iglesia, el Pr. Albino es uno de los preferidos de su comunidad, aunque da a Dios toda la gloria por los dones espirituales con los que lo ha dotado. Los adventistas de todo el mundo pueden orar para que muchas personas se sientan inspiradas al imitar la dedicación del Pr. Albino a la misión de la iglesia.
La noticia original se publicó en el sitio web de noticias de la División Africana del Sur y del Océano Índico, Adventist Echo.