Nuevo director de capellanía espera incrementar training, recruiting

Nuevo director de capellanía espera incrementar training, recruiting

Ministerio a los hospitales, las universidades y las fuerzas armadas de un campo cada vez mayor, dice Councell

A primera vista, no mucho ha cambiado para Gary Councell desde que fue nombrado director de Ministerios de Capellanía el pasado 1 de mayo.


El capellán retirado del ejército aún se levanta a las cuatro, y llega a su oficina entre las 5:15 y 6 de la mañana. Su departamento aún apoya a los adventistas que colaboran como capellanes en los hospitales, en los predios universitarios y en las fuerzas armadas. Aún trabaja para que los adventistas que están en las fuerzas armadas tengan el sábado libre y todavía conserva la misma oficina que tenía cuando llegó a ser director asociado del departamento dos años atrás.


Después de pasar más de treinta años en servicio activo, Councell comenzó a trabajar para la sede central de la iglesia en 2005, literalmente al día siguiente de su retiro del Ejército de los Estados Unidos.


La vida fue diferente de lo planeado para este niño de Ohio que planeaba ser un guardabosques. Councell tuvo tías y tíos que participaron de la Segunda Guerra Mundial y de la Guerra de Corea, por lo que era casi inevitable que terminara en el Ejército. Solo que con un propósito diferente.


Councell, de 64 años de edad, dice que llegó a ser capellán para brindar la clase de apoyo que su propio padre no tuvo cuando fue reclutado durante la Segunda Guerra Mundial, dos semanas después de convertirse al adventismo.


“En ese entonces no había capellanes adventistas para ayudar a los feligreses que formaban parte del ejército. Mi propio padre tuvo toda clase de problemas, desde el sábado hasta el régimen alimentario y la posibilidad de no portar armas, y no tuvo a nadie que lo ayudara a defender sus convicciones”, dice.


La tarea de Councell ahora es la supervisar un departamento que apoya a 350 capellanes adventistas en los Estados Unidos y coordinar el trabajo con los departamentos similares en otros países que apoyan la labor de otros 300 capellanes.


Councell dice que lo motiva “el amor por nuestro pueblo, por nuestros feligreses”. Eso es lo que lo ayuda a venir a su oficina cada mañana. Asimismo, dice estar motivado por “un sentido de visión respecto de la dirección que quiero que asuma el departamento”.


Councell dice que está entre sus planes contar con más capellanes en las cárceles, tener un coordinador de tiempo completo para los predios de instituciones públicas, establecer programas de instrucción en capellanía independientes en más regiones de la iglesia mundial y ayudar a que más graduados de los seminarios teológicos entiendan que “la capellanía constituye una expresión viable del ministerio, y es tan vital como la tarea del pastor y el evangelista”.


Dice Councell: “Hay cada vez más graduados de teología, y muchos no pueden ser empleados por la denominación. Necesitan entender que los capellanes son llamados también al ministerio, al igual que los pastores”.


El mensaje parece estar llegando a destino porque Councell dice que las llamadas más comunes que recibe son las de ministros que quieren ser capellanes.


Antes de trabajar en la sede central de la iglesia, este abuelo de cinco nietos trabajó en el Pentágono como director de información, gestión de recursos, instalaciones y logística en la oficina del Jefe de Capellanes. Antes había colaborado como capellán principal de todos los capellanes militares del Pacífico.


Councell fue también el segundo adventista en obtener el grado de coronel, un logro que solo ocho de cien capellanes del ejército logró.


Aun así, dice que le gustaría que las iglesias respetaran más la tarea del capellán. “Tendemos a mirar solamente el número de personas bautizadas. Pero los capellanes siembran y cultivan las semillas del evangelio. Participamos en el desarrollo de la credibilidad de la iglesia y nos contactamos con personas que jamás oyeron hablar de los adventistas”, dice.


Para Councell, en su caso esta tarea representa un ministerio personal. Es por eso que tiene sentido que Martin Feldbush, que se acaba de jubilar, recomendó a Councell para el puesto: “Tenemos trasfondos diferentes, pero compartimos objetivos filosóficos para este departamentos. Confío en su juicio”.


Y William Broome, capellán adventista en el Pentágono, y alguien que ha conocido a Councell durante 25 años, no dudó cuando se le preguntó si éste era la persona correcta para esa tarea.


“Gary entiende cómo trabajan los capellanes y como fiel hombre de Dios entiende lo que estos necesitan”, dijo Broome.