Es un desafío enfrentar las enormes necesidades de salud pública del continente
Una nueva Escuela Adventista de Medicina en Nigeria es la primera de la denominación en África.
La Escuela de Medicina Benjamin S. Carson y el Hospital Docente de la Universidad Babcock fueron inaugurados este mes durante las ceremonias de graduación en la Universidad Adventista Babcock, en Lagos (Nigeria).
Directivos de educación adventista y de los Ministerios de Salud dicen que la nueva institución señala un compromiso creciente por parte de los africanos para desarrollar el sostén propio a la hora de enfrentar los tremendos desafíos de salud pública que enfrenta el continente.
Según informes de las Naciones Unidas, solo en el África subsahariana viven al menos dos tercios de los 33 millones de adultos y niños con HIV/SIDA, aunque la región solo emplea el uno por ciento de los gastos mundiales en salud y el dos por ciento de los trabajadores de la salud.
El lanzamiento de una escuela de medicina en Nigeria, si bien no proporcionará soluciones instantáneas, es un “claro comienzo” hacia un “sistema de salud sin parangón en el continente”, expresó James Makinde, rector de la Universidad Babcock.
La Escuela de Medicina funciona en el Colegio Universitario Babcock de Ciencias Médicas y de Salud, que también incluye escuelas de enfermería y salud pública. Los administradores dicen que se planea agregar escuelas de farmacia y odontología. La escuela posee la acreditación para otorgar un título de grado de cuatro años en medicina, con especialización en cirugía (MBBS), el primer título que un estudiante médico puede obtener cuando estudia en una universidad que sigue el modelo británico de educación superior.
Los 37 estudiantes matriculados en el programa comenzaron a estudiar en enero pasado, cuando los administradores solicitaron por primera vez la inauguración pública de la naciente escuela de medicina. Pero en esa ocasión, el lanzamiento oficial no se llevó a cabo debido a que aún no se habían cumplido los requisitos de acreditación y a los disturbios después de que el gobierno de Nigeria interrumpió un subsidio a los combustibles, explicó Lisa Beardsley-Hardy, directora de educación de la Iglesia Adventista mundial.
“Necesitábamos verificar que se habían cumplido las condiciones [de acreditación]. Ahora, ese es el caso”, dijo Beardsley-Hardy. Y añadió que la infraestructura de la escuela de medicina ya está casi completa.
Los directivos de la educación adventista trabajaron en colaboración estrecha con Ministerios de Salud para establecer estándares para la escuela de medicina.
Allan Handysides, director de Ministerios de Salud, que ha apoyado la obra médica misionera en el África por décadas, se hizo eco del apoyo de Beardsley-Hardy.
“Rara vez he visto un progreso tan destacado en un tiempo tan corto en alguna de las demás instituciones. El equipo de Babcock ha seguido seriamente las sugerencias y la orientación que se le dio, y los resultados son excelentes”, dijo Handysides.
“Creemos que esta institución naciente posee el potencial de crecer y alcanzar nuevas alturas y estándares de excelencia”, añadió. “Estamos agradecidos a Dios por sus bendiciones y a la administración de la División del África Centro-Occidental de la iglesia”.
El Dr. Ben Carson, un neurocirujano pediatra de renombre mundial, y por quien se nombró la nueva escuela, tuvo unas palabras en el lanzamiento, en las que destacó que una escuela médica de primera categoría en el África posiciona el continente para comenzar a hallar soluciones para los desafíos de la región.
“Me agrada mucho que mi nombre esté asociado con la Universidad Babcock debido a su visionario liderazgo y al gran potencial que tiene que producir una variedad de excelentes profesionales de la salud que tendrán un impacto positivo no solo en Nigeria, sino en todo el continente africano y potencialmente en todo el mundo”, le dijo Carson más tarde a ANN.
Carson, un adventista que ha usado su figura pública para compartir el mensaje de esperanza y sanidad de la iglesia, instó a los estudiantes médicos de Babcock a que busquen oportunidades de servicios comunitarios con énfasis misionero.
“La Universidad Babcock tiene una reputación de excelencia y, en efecto, es considerada por muchos la universidad privada número uno de Nigeria”, dijo Carson. “Está bien posicionada para brindar atención médica seguida de atención espiritual a las masas, de la misma manera en que lo hizo Cristo”.
La Escuela de Medicina Benjamin S. Carson Sr. es la cuarta escuela de medicina en el mundo, y la segunda en lengua inglesa. La iglesia administra las escuelas médicas de Montemorelos (México); Entre Ríos (Argentina); y la institución insignia en Loma Linda (California, Estados Unidos). Universidades adventistas de Perú y de las Filipinas también están desarrollando sus programas de medicina.
Los estudiantes de Babcock pueden escoger de entre tres caminos: uno en Nigeria, otro en toda la región del África Occidental y otro, “el global”, que incluye rotaciones en el Reino Unido y los Estados Unidos.
En los últimos años, África ha luchado por mantener a los profesionales capacitados en la región después de que se gradúan. El Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas estima que cada año emigran del continente unos veinte mil africanos capacitados, eligiendo a menudo las oportunidades económicas y la estabilidad política de Europa Occidental y Norteamérica. La pérdida de médicos es “la que más impresiona”, según informes de la agencia.
“Espero que esta posibilidad de practicar en otros países no sea lo principal aquí; no queremos que esa opción se convierta en otro medio para salir del país”, dijo Beardsley-Hardy.
Los directivos de educación adventista dijeron que el tener caminos claros para el servicio médico en la región impedirá una mayor fuga de cerebros.
“Queremos capacitar no solo médicos, sino médicos misioneros que vayan a todas partes de la región subsahariana y ofrezcan atención de la salud desde una perspectiva bíblica”, dijo Chiemela Ikonne, director de educación de la iglesia en la División de África Centro-Occidental.
“La curación del cuerpo jamás puede ser plena sin la curación del alma. Este método de capacitación incorpora la dimensión que falta en la preparación secular de los médicos”, dijo Ikonne.
-- informe adicional de Ansel Oliver