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La práctica profesional en Mauricio de los estudiantes de Teología de Avondale da lugar a bautismos

El esfuerzo curricular de ganancia de almas tiene un impacto significativo en la isla de África Oriental.

Katie Askin, estudiante de la Licenciatura en Ministerio y Teología de la Universidad Avondale, ayuda a un pastor local a bautizar a una de las 68 personas que demostraron públicamente su compromiso con Jesucristo. [Crédito: Ellsworth Baxen]

Katie Askin, estudiante de la Licenciatura en Ministerio y Teología de la Universidad Avondale, ayuda a un pastor local a bautizar a una de las 68 personas que demostraron públicamente su compromiso con Jesucristo. [Crédito: Ellsworth Baxen]

Una campaña de evangelización llevada a cabo por estudiantes del seminario de la Universidad Avondale en la isla de Mauricio, en África Oriental, revitalizó las iglesias, hizo regresar a los adultos jóvenes al culto en persona y dio lugar al menos a 68 bautismos.

La campaña, que duró diez días en julio, “movilizó a nuestros miembros para la evangelización” y “aportó una nueva sinergia al equipo pastoral local”, afirmó el pastor Ellsworth Baxen, presidente de la Asociación de Mauricio de los Adventistas del Séptimo Día.

Cada miembro del equipo de Avondale (ocho estudiantes, tres miembros del cuerpo docente del seminario y exalumnos que ahora trabajan en el ministerio pastoral) predicó sermones de Juan. La naturaleza narrativa de este Evangelio ayudó a los estudiantes a combinar la exégesis (explicación analítica) con la homilética (el arte de predicar), informó el pastor Hensley Gungadoo, conferenciante y mauriciano de nacimiento.

Descubierta por los holandeses pero gobernada por franceses e ingleses, que trajeron gente de África y la India como trabajadores contratados, Mauricio es una convergencia de culturas y religiones. “Así que es un lugar ideal para desafiar la sensibilidad de nuestros estudiantes”, dijo el pastor Gungadoo.

Las prácticas externas de inmersión intercultural, como las llama el seminario, pueden ser una experiencia transformadora. La estudiante de la Maestría en Ministerio Kate Suchanek describió que le dieron “una claridad acerca de mi llamado”. También fortaleció su fe. “Dios respondió a mis oraciones y me dio palabras para expresar. El Evangelio es poderoso. Proclamarlo es una de las cosas más emocionantes que puedes hacer en el ministerio”. Como estudiante fuera del campus que completaba el curso a distancia, disfrutó de la camaradería del equipo y de preparar las presentaciones con sus compañeros. “Ojalá pudiera tener esta dinámica de cooperación en la redacción de sermones cada vez que predico”.

El pastor Baxen describió que contribución de los seminaristas fue “guiada por el Espíritu”. Con más personas preparándose para el bautismo, el presidente de la Asociación espera que crezca el número de los que demuestran públicamente su compromiso con Jesucristo.

“Estamos agradecidos por la oportunidad de compartir el Evangelio y por la bendición de Dios al hacerlo”, dijo el pastor Gungadoo.

La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de Adventist Record.

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