General Conference

La Oficina de Archivos, Estadísticas e Investigación de la Asociación General acoge la primera conferencia académica acerca la importancia de la mujer en la historia de la Iglesia Adventista

El evento, celebrado en la Universidad Adventista de Washington, destacó el papel indispensable que desempeñaron las mujeres para hacer del adventismo lo que es hoy en día.

[Foto: Hannele Ottschofski]

[Foto: Hannele Ottschofski]

El liderazgo de la Oficina de Archivos, Estadísticas e Investigación (ASTR, según sus siglas en inglés) de la Asociación General (AG) organizó la primera conferencia anual para explorar la importancia de las mujeres en la historia adventista del séptimo día, del 12 al 14 de octubre de 2023. La conferencia también tuvo como objetivo avanzar en la investigación académica. Las presentaciones destacaron el contexto más amplio de la historia adventista, y muchas ponencias mostraron la eficacia de mujeres individuales. La conferencia tuvo lugar en el campus de la Universidad Adventista de Washington en Takoma Park, Maryland, Estados Unidos.

Asistieron 150 personas (mujeres y hombres) que viajaron desde Norteamérica, Europa, Sudamérica y África, según informó el servicio de noticias de la dirección de la AG.

NO SOLO ELENA DE WHITE

Si se pregunta por una mujer influyente en la historia de los adventistas del séptimo día, suele venir inmediatamente a la mente el nombre de Elena de White, cofundadora de la Iglesia. Sin embargo, otras mujeres también han hecho una importante contribución al desarrollo de la Iglesia Adventista. Trabajaron como misioneras, evangelistas y obreras bíblicas, al igual que como profesoras y médicas. Gran parte de su labor ha caído en el olvido; por ejemplo, Sarah Lindsey, cuyos sermones fueron tan influyentes que atrajeron a multitudes del circo Barnum & Bailey; o Lulu Whitman, que bautizó a más personas en un año que todos sus colegas varones juntos; o incluso Lauretta Kress, una doctora que fundó y dirigió varios sanatorios junto a su marido, Daniel, médico.

En su discurso de apertura, G. Alexander Bryant, presidente de la División Norteamericana, dijo: “Es bueno reconocer y honrar a las mujeres sobre cuyos hombros se construyó esta iglesia” y agradeció a las mujeres presentes su contribución. “No seríamos la Iglesia Adventista del Séptimo Día que somos hoy si no hubiera sido por las mujeres que han estado al frente durante décadas”. Las ponentes, entre las que había profesoras, investigadoras independientes, estudiantes, pastoras, líderes de la administración eclesiástica y otras, aportaron diferentes perspectivas.

MENGUANTE APOYO A LAS MUJERES

De particular interés fueron las ponencias de la escritora Anneke Stasson, quien trató de las mujeres en las misiones a lo largo de la historia de la Iglesia, y de Laura Vance, que investiga la Iglesia Adventista desde una perspectiva sociológica. Ella descubrió que en los primeros días de la Iglesia Adventista, docenas de mujeres, entre ellas Elena de White, fueron admitidas como ministras. Aunque Elena de White no adoptó una postura clara acerca de la ordenación de las mujeres, defendió que las mujeres debían seguir su vocación y sus talentos y ser remuneradas en igualdad de condiciones.

Sin embargo, con el paso del tiempo, a medida que la iglesia se afianzaba y los líderes se inclinaban a veces hacia el fundamentalismo, el apoyo a las mujeres en puestos de liderazgo disminuyó. No obstante, las mujeres siguieron encontrando formas de participar activamente en la Iglesia Adventista. Al mismo tiempo, Vance expresó lo incongruente que resultaba que en una iglesia en la que las mujeres habían tenido tanta influencia en el pasado, todavía hoy no se las reconociera en consecuencia.

HEROÍNAS OCULTAS

En su sermón titulado “Heroínas ocultas”, Ella Simmons, vicepresidenta jubilada de la AG (la primera mujer elegida para ese cargo en 2005) comparó la historia de la Iglesia Adventista con la de las poco conocidas matemáticas e ingenieras afroamericanas que ayudaron a lanzar a Estados Unidos al espacio. Su mensaje se basó en la premisa de la conferencia: dar a conocer las contribuciones de las mujeres no solamente enriquece la historia de la Iglesia, sino que también allana el camino para la continua participación de las mujeres en el liderazgo de la Iglesia. Simmons concluyó pidiendo una narrativa más inclusiva del desarrollo pasado y presente de la iglesia. “Cuando cambiamos nuestras historias, cambiamos el mundo”.

JUNTOS MÁS FUERTES

En la última jornada de la conferencia, dos mesas redondas, moderadas por Celeste Ryan Blyden, primera secretaria de la Unión de Columbia, presentaron a “leyendas vivas”, entre ellas mujeres líderes de diversos niveles eclesiásticos. Otro tema se centró en que hombres y mujeres son más fuertes juntos, especialmente en una iglesia y un mundo donde las mujeres son mayoría. La participante Ardis Stenbakken, directora jubilada del Ministerio de la Mujer de la AG, dijo: “Hoy tomamos decisiones basadas en nuestra historia y en nuestra comprensión de esa historia. Y necesitamos la participación de las mujeres. Las mujeres piensan de otra manera. Las mujeres actúan de forma diferente. Y necesitamos la fuerza, las ideas y la creatividad de todas ellas”.

La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de la División Intereuropea.

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