La Iglesia Adventista del Séptimo Día tiene sedes administrativas en diferentes territorios para atender más directamente las demandas locales, acompañar proyectos y permitir una mejor preparación de sus líderes. El 29 de enero, Bahía oficializó la división de algunas ciudades, que serán acogidas por una nueva sede regional, y este día estuvo marcado por acciones sociales en la comunidad.
La ciudad de Eunápolis fue elegida para recibir la Misión Bahía Extremo Sur, que cuenta con 187 iglesias y grupos, y con unos 14.000 miembros. El territorio abarca 24 distritos pastorales, 20 ciudades y 2 instituciones educativas con más de 1.400 alumnos.
Son 60 años de historia desde la llegada del evangelio a la región, liderada por familias que se mudaron a las ciudades y dedicaron tiempo y recursos al avance de la Iglesia Adventista y su misión. El territorio, que era compartido con la Asociación Bahía Sur, ahora está dividido para multiplicar el alcance a más personas.
“La fecha de hoy marca un nuevo comienzo, donde esta sede viene a iniciar y fortalecer las actividades de expansión y avance del reino de los cielos. Por lo tanto, la misión viene a fortalecer lo que Cristo reafirmó en la cruz del Calvario: la salvación, el cuidado de nuestro prójimo, este es nuestro deseo: instituir un campo aquí en esta región”, compartió el Pr. Jucimar Noya, presidente de la Iglesia Adventista para el territorio.
SOLEMNIDAD
Diversos líderes de la Iglesia Adventista para toda Sudamérica participaron de la ceremonia, que recibió autoridades locales y provinciales, empresarios de la región y personas de todas las ciudades del territorio, fortaleciendo la alianza y el compromiso de desarrollar un trabajo relevante en la comunidad.
También se rindió homenaje a los pioneros. Alaíde Ribeiro, que formó parte de la primera familia adventista de la ciudad, plantó iglesias y sigue evangelizando. “No puedo describir lo emotivo que es formar parte de este evento. Cuando llegue al cielo, hablaré a mis padres y a mi abuela de este día: el fruto de la obra que comenzó por medio de ellos”, dice.
En la inauguración se realizaron dos bautismos. Uno de ellos puso de relieve el plan de predicar a todos los pueblos. Iaçanã Bráz es un indio pataxó de la ciudad de Santa Cruz Cabrália, en la costa del descubrimiento. Perteneciente a la aldea de Agricultura, Bráz recibió la influencia positiva de amigos y familiares. Su padre es el cacique de la aldea y anciano de la iglesia local. Su decisión se celebró con una canción en el dialecto local.
“La iglesia no es sólo para Eunápolis; es para todo este territorio”, dijo el Pr. Moisés Moacir, presidente de la Iglesia Adventista para los estados de Bahía y Sergipe. “Es para eso que la construimos.. No es un fin en sí misma, pero de aquí salen los planes y proyectos para llegar a toda esta región. Existimos para servir, como Jesucristo vino al mundo, no para ser servido, sino para servir”.
ACCIONES SOCIALES
Varios departamentos de la iglesia estuvieron representados en las acciones sociales en la ciudad, especialmente los clubes de Conquistadores y Aventureros, que llevaron mensajes de esperanza e incentivaron la campaña de donación de sangre.
Por primera vez en la historia, el Hemocentro Regional de Eunápolis (HEMOBA) abrió sus puertas en domingo. En una mañana se donaron más de 80 bolsas, 71 de las cuales eran aptas, reponiendo el banco de sangre de la región, que se encuentra en estado crítico.
“La asociación con la Iglesia Adventista viene de larga data en la región. Ayuda a HEMOBA en el proceso de concientización de las personas acerca de la importancia de la donación de sangre, contribuyendo al mantenimiento del stock”, dijo agradecida Carolina Pimenta, coordinadora de la institución de salud.
Se recogieron cestas de alimentos básicos para abastecer las existencias de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA), cuya oficina local funciona en Eunápolis desde hace año y medio, llevando a cabo proyectos en la comunidad y en la propia institución.
CRECIMIENTO Y DESARROLLO
Una iglesia comprometida, unida y soñadora fueron características compartidas por el Pr. Stanley Arco, presidente de la denominación para Sudamérica, al describir el momento. “Estoy feliz y contento de ver una iglesia así, porque la iglesia está hecha de personas, de familias, de iglesias locales y es ahí donde queremos avanzar cada vez más, fortaleciendo este vínculo en el poder del Espíritu Santo”, subraya.
El mismo fin de semana, se reinauguró un templo en el centro de la ciudad mediante el proyecto “Iglesia nueva de nuevo”, que ya ha reformado 33 templos.
Joab Dantas fue el ingeniero responsable del proyecto y declaró: “Formar parte de una obra como esta es una inmensa satisfacción. En cierto modo, estamos construyendo el reino de los cielos en la tierra. Formar parte de ello es participar en la gran comisión dada por Jesucristo”.
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La noticia original se publicó en el sitio de noticias en portugués de la División Sudamericana.