En 2020, el COVID-19 nos sumió en una pandemia que alteró cada aspecto de nuestras vidas. Sin embargo, ¿sabías que hay otra pandemia que ignoramos constantemente? Esa es la pandemia del abuso en contra de los hombres, mujeres y niños. En el contexto eclesiástico, entre un tercio y la mitad de la cualquier congregación ha sido victimizada por alguna forma de abuso.[1]
El domingo 13 de noviembre de 2022, la División Norteamericana de los Adventistas del Séptimo Día (DNA) realizó su cumbre virtual de enditnow® sobre el abuso diseñada para ayudar a "crear iglesias y comunidades seguras"[2] La cumbre fue transmitida por el canal de Youtube de la División Norteamericana en inglés con subtítulos disponibles en francés y español. Dirigido por Julio Muñoz, Director Asociado de Comunicaciones de la DNA, atrajo a miles de espectadores a nivel mundial, teniendo 1,400 vistas hasta la fecha. La cumbre se enfocó principalmete en los pastores y líderes que están en la "primera línea del abuso y la intervención", como lo describió Iván Williams, Director de la Asociación Ministerial de la DNA, al mismo tiempo que hizo un llamado a la comunidad de la iglesia en general.
La cumbre contó con cuatro presentaciones educativas, entre ellas:
"Una cultura eficaz de prevención y respuesta", a cargo de Mike Sloan, director de la Iniciativa de Salvaguarda de G.R.A.C.E. (Godly Response to Abuse in the Christian Environment).
"Cicatrices invisibles", por la Dra. Tracey Ray, directora ejecutiva de Safe Haven of Pender, que atiende a víctimas y supervivientes de la violencia doméstica.
"Respondiendo a los abusadores en tu iglesia", también de Sloan
"Abuso de poder", por Dick y Ardis Stenbakken, jubilados de la Conferencia General de los Adventistas del Séptimo Día, donde Dick fue director de Ministerios Adventistas de Capellanía y Ardis directora de Ministerios de la Mujer. Lo que ahora se conoce como la iniciativa enditnow comenzó durante el mandato de Ardis en la Conferencia General.
Intercalados a lo largo de la cumbre hubo videos animados que ilustran las formas correctas e incorrectas en que los líderes de la iglesia deben responder a los escenarios relacionados con el abuso.
En su discurso de apertura, G. Alexander Bryant, presidente de la DNA, declaró: "Estamos decididos a poner fin a [todos] los abusos en nuestras iglesias, escuelas e instituciones y a hacer de la Iglesia Adventista del Séptimo Día un lugar seguro para los más vulnerables de entre nosotros. Permanezcamos vigilantes hasta acabar con ello ahora".
Cambiando la cultura de la Iglesia con respecto al abuso
Los presentadores retaron a los espectadores a ayudar a cultivar una cultura que prevenga y responda más eficazmente a los abusos. Sloan, el presentador de apertura, declaró: "Como cristianos, debemos reflejar el corazón de Dios para proteger a los demás y valorar a los vulnerables".
Sloan abogó por un cambio en la tendencia de las organizaciones a abordar los abusos desde una perspectiva de gestión de riesgos a otra que proteja a las víctimas. También promovió el desarrollo de políticas de abuso más amplias, que reconocieran que la mayoría de los abusos tienen lugar más allá de los programas de la iglesia para niños y jóvenes. Por último, propuso un marco cuatripartito, que incluía el prisma de la fe cristiana, la educación, los límites y la responsabilidad. Subrayó que "Jesús [a menudo] habló directamente contra los abusos", y nosotros también deberíamos hacerlo.
En su segunda presentación, Sloan profundizó en la responsabilidad de los agresores. Afirmó: "Nuestro llamado como líderes no es a ser ingenuos, sino a ser educados y proactivos y aportar seguridad entre los discípulos". Por lo tanto, debemos entender las distorsiones comunes de los agresores, como la negación, la minimización, la excusa, la mentira y el desplazamiento de la culpa, y tener cuidado con los agresores que utilizan la gracia y el perdón como herramientas de manipulación. "Aunque nuestra fe cristiana tiene en su raíz la gracia y el perdón", dijo Sloan, "también tiene en su núcleo líderes que utilizan su poder para proteger a las personas. Esto refleja el corazón de Dios". Así pues, el arrepentimiento debe preceder al perdón.
Además, las iglesias deben establecer políticas para proteger a sus miembros. Éstas incluyen exigir un alto nivel de responsabilidad a los infractores conocidos, su exclusión de puestos de poder, un proceso de evaluación exhaustivo y un plan de responsabilidad que exija la participación en el tratamiento de los infractores o en un programa dirigido por profesionales con licencia.
Sloan concluyó: "Es mucho lo que está en juego. Para alguien que sufre abusos y explotación, [nuestras iglesias] deben ser un lugar de refugio, fortaleza, protección y sanidad."
Ray, la segunda presentadora, reveló: "Este es un momento de círculo completo, ya que no sólo soy una profesional; también soy una superviviente de la violencia de pareja. Cuando miro hacia atrás y veo a mi yo de 16 a 21 años, la oigo decir: '[Aleluya], ¡lo conseguimos!".
A continuación, Ray compartió algunas estadísticas estremecedoras, como que 20 personas por minuto sufren abusos físicos por parte de una pareja íntima. Y según la revista American Journal of Emergency Medicine, al inicio de COVID-19, en 2020, los casos de violencia doméstica en el mundo aumentaron entre un 25 y un 33%[3]. Señaló que muchas víctimas de violencia doméstica, como ella, siguen acudiendo a la iglesia e incluso sirven, pero sienten que no se les ve y que hay una ausencia de atención. Se preguntó: "¿Dónde están esas víctimas? Es posible que estén compartiendo la banca en la iglesia contigo, conmigo. Estas estadísticas son reales y no podemos seguir ignorándolas".
Ray concluyó: "Mi deseo, mientras preparamos a nuestras iglesias para ser más empáticas con las víctimas de la violencia doméstica, es el de abrir nuestros corazones para estar presentes, creer en su historia y simplemente escuchar. Y si no sabemos qué hacer, buscar a alguien que sepa".
Trabajando juntos para erradicar el abuso
En la presentación final con los Stenbakkens se definió el abuso de poder como "el uso indebido de la autoridad conferida a una persona o a un funcionario para obtener ventajas personales, o el uso indebido de la misma hacia subalternos o subordinados, o una combinación de ambos, que produce efectos adversos y alimenta la negatividad". El abuso de poder se da en varias categorías: posicional, económico, de influencia, físico, informativo, psicológico y emocional, sexual y espiritual. Además, Dick afirmó: "El problema no se limita a una parte del mundo. Es una pandemia".
La pareja subrayó que, cuando se producen abusos, el responsable es siempre quien ostenta el poder. Ardis dijo: "No seremos juzgados por las tentaciones que nos pongan delante, sino por nuestra respuesta". Coincidió con Sloan en que la restauración no siempre es posible o apropiada. Sin embargo, debe intentarse cuando sea posible. En estos casos, implicará confrontación, confesión, arrepentimiento, asesoramiento personal, consejería matrimonial o familiar y grupos de rendición de cuentas.
Por último, Dick subrayó: "Cuando se traspasan los límites, siempre alguien sale herido... la víctima, la persona en el poder, la iglesia y la misión de Cristo". Pidió a los participantes que "imiten a Cristo y vivan una vida de amor" (véase Efesios 5:1) mientras trabajamos juntos para erradicar los abusos.
La respuesta positiva de los espectadores incluyó este comentario de Clara Baptiste de Ontario, Canadá: "Gracias por su compromiso con mantener el abuso fuera del closet en el cuerpo de Cristo y por proveer recursos para asegurar que hacemos todo lo que está a nuestro alcance para que acabe de una vez por todas".
Erica Jones, la organizadora de la cumbre enditnow y Directora Asistente de Ministerios de la Mujer de la DNA, comentó que en una encuesta de 1,400 miembros de iglesia que han experimentado abuso, el 60 por ciento se había acercado a algún pastor u otro miembro de iglesia en busca de ayuda. En vista de esto, esta cumbre y el Día de Énfasis enditnow en agosto buscan "equipar a los líderes y miembros para hacer de las iglesias lugares seguros para todos".
Jones concluyó, "el abuso no reconoce raza, género, edad o credo, pero con tu ayuda, podemos acabar con el abuso en nuestras comunidades y proveer lugares seguros en medio de un mundo caótico. Hagamos que acabe ahora, todos juntos".
[1] https://www.facebook.com/NADAdventist/videos/open-your-eyes-to-abuse-psalms-82-initiative/370750544335045/
[2] https://www.youtube.com/watch?v=VUtcE0GxRrw
[3] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7195322/
La versión original de esta historia fue publicada en el sitio web de la División Norteamericana.