La Iglesia Adventista del Séptimo Día en Filipinas está de luto por la trágica pérdida de vidas tras un accidente múltiple ocurrido alrededor del mediodía del 1° de mayo de 2025, en la autopista Subic-Clark-Tarlac Expressway (SCTEX). El accidente se cobró diez vidas y dejó al menos treinta heridos.
Entre los fallecidos se encontraban siete adventistas que viajaban para asistir a la Convención Infantil en el Colegio Adventista del Norte de Luzón, en Pangasinan. Según los informes, el incidente se produjo cuando un autobús de pasajeros chocó por detrás contra la furgoneta Nissan Urvan que transportaba a los delegados adventistas. El impacto provocó que la furgoneta se estrellara contra el vehículo que circulaba delante, lo que desencadenó una reacción en cadena en la que se vieron implicados al menos tres vehículos más.
El único superviviente del grupo adventista fue el conductor de la Nissan Urvan, que actualmente recibe atención médica. Su supervivencia en medio de la pérdida de sus ocho compañeros ha conmovido profundamente a la comunidad adventista y ha intensificado el llamamiento a la oración y el apoyo.
Esta desgarradora tragedia ha causado un inmenso dolor a la Iglesia Adventista en Filipinas y en toda la región Sudasiática del Pacífico (DSAP). Lo que debía ser un evento espiritual lleno de alegría y esperanza se ha convertido ahora en un momento de dolor, reflexión y solidaridad.
«Extendemos nuestro más sentido pésame a las familias y amigos de aquellos que perdieron la vida», dijo Roger Caderma, presidente de la DSAP de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
«Lloramos con ustedes. Estamos orando por ustedes. Y pedimos a nuestra familia adventista mundial que se una a nosotros para elevar a todas las familias afectadas por este devastador accidente».
La Iglesia hace un llamado a sus miembros y a todas las personas de buena voluntad en todo el mundo para que ofrezcan sus oraciones y apoyo emocional a quienes lloran la pérdida de sus seres queridos, a los heridos que aún se encuentran bajo tratamiento y a las familias y comunidades afectadas por esta tragedia.
«Este es un momento en el que debemos unirnos en oración», agregó Wendell Mandolang, secretario ejecutivo de la DSAP. «Recordemos las palabras del Salmo 34:18: «Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu». Estamos orando por sanidad, paz y fortaleza, no solo para las víctimas, sino también para sus seres queridos, cuyas vidas han cambiado para siempre».
Ante esta tragedia, la Iglesia Adventista sigue confiando en las promesas de Dios y mantiene su compromiso de apoyar a las familias afectadas con compasión y cuidado. Los líderes de la Iglesia están coordinando esfuerzos para brindar asistencia y consuelo a las familias de las víctimas.
Los líderes de la división invitan a la iglesia mundial a unirse en oración, confiar en la presencia reconfortante de Dios y apoyarse mutuamente en este momento de gran dolor.
El artículo original se publicó en el sitio de noticias de la División Sudasiática del Pacífico. Únete al canal de WhatsApp de ANN para recibir las últimas noticias adventistas.