Inter-American Division

Informe de la situación de ADRA Ucrania

Una crisis como esta tiene desafíos únicos

[Crédito: División Interamericana de los Adventistas del Séptimo Día]

[Crédito: División Interamericana de los Adventistas del Séptimo Día]

A pocas horas de la invasión de Ucrania el 24 de febrero, el equipo de ADRA en el país ya había recibido cientos de llamadas. A medida que aumentaban las noticias sobre el conflicto, la gente comenzó a comunicarse con las oficinas de ADRA en todo el mundo. Todos se hacían la misma pregunta: ¿Cómo podemos ayudar?

Mientras los patrocinadores compartían sus oraciones y donaciones; y las escuelas, iglesias, negocios y demás lanzaban campañas de recaudación de fondos, el trabajo de ADRA ya estaba en marcha.

Una crisis como esta tiene desafíos únicos. El personal de ADRA Ucrania no son solo socorristas de emergencia; están tan afectados por la guerra como los vecinos a los que siguen sirviendo. Han sido desplazados de sus hogares, se quedaban en el lugar mientras los miembros de la familia huían a lugares más seguros, quedaban aislados sin comida ni agua, y coordinaban su trabajo desde refugios subterráneos mientras las bombas caían sobre su cabeza.

No estaban solos. La red global de ADRA coordinó rápidamente el apoyo y desplegó equipos internacionales de respuesta a emergencias en Rumania y Polonia. Estos equipos ofrecieron recursos adicionales para los que estaban en Ucrania y ayudaron a los equipos de ADRA de los países vecinos a emprender proyectos de emergencia para los que huían del país.

Al momento de escribir este artículo, más de 7 millones de personas están desplazadas de sus hogares dentro de Ucrania, y alrededor de 6 millones han cruzado a países vecinos y más allá. Los hombres en edad de combatir no pueden salir de Ucrania, por lo que la mayoría de los refugiados son mujeres y niños.

Los que huyen han compartido sus historias de pérdidas desgarradoras y fugas horribles en los centros fronterizos donde ADRA ha estado activa desde los primeros días del conflicto.

Masha vivió la peor pesadilla de todos los padres cuando los helicópteros dispararon contra un puente roto que intentaba cruzar con sus dos hijitos. Los sujetó con fuerza mientras se precipitaba hacia el agua fría debajo, deslizándose a través de vigas dentadas y pedazos rotos del puente mientras cruzaban antes de trepar por la orilla y correr para salvar su vida.

Elena quedó atrapada en la devastación de Mariupol mientras la ciudad era bombardeada sin descanso. Perdió la noción de los días en un refugio antiaéreo que compartía con otros, con poca comida y agua a temperaturas bajo cero. Cuando los amigos finalmente la encontraron y la llevaron a su casa, las bombas no tardaron en llegar. Su terrible experiencia continuó con un escape de varios días a través de puestos de control y campos de minas activos.

Nina tenía solo un año cuando los nazis invadieron su ciudad natal en 1941. Sus padres huyeron con ella a un lugar seguro en Siberia en ese momento, y ahora nuevamente esta abuela de 82 años es una refugiada de guerra. Antes de tomar la decisión de dejar Ucrania, Nina se quedó en su departamento porque su movilidad limitada hacía que fuera muy difícil bajar al refugio en el sótano de su edificio de departamentos cada vez que volvían a sonar las sirenas antiaéreas. Como es la segunda vez que le toca ser refugiada, aprendió a mantenerse conectada con su teléfono inteligente y lleva consigo preciosos recuerdos y fotos favoritas en una memoria USB.

¿CÓMO ESTÁ RESPONDIENDO ADRA?

Gracias a la generosidad de los patrocinadores y colaboradores, el apoyo de ADRA es continuo y durará tanto como sea necesario.

La obra de Ucrania ADRA incluye la evacuación de personas de los puntos críticos del conflicto, la distribución de alimentos, agua y kits de higiene de emergencia, así como la provisión de apoyo monetario, lo cual es fundamental, ya que las necesidades de cada persona y familia son únicas.

En los países vecinos, el trabajo de ADRA en los centros de acogida en las fronteras de Rumania, Polonia, Eslovaquia, Moldavia y Hungría incluye el suministro de alimentos y agua, ropa, artículos de higiene y otros elementos esenciales, centros de juegos para niños, apoyo psicosocial y suministros para mascotas.

La obra de ADRA se expandió rápidamente. Esta comprende la atención de refugiados ucranianos en países de toda Europa, donde las sedes locales de ADRA brindan apoyo adicional, que incluye clases de idiomas, recursos legales, apoyo educativo, dinero en efectivo, actividades y clases sociales, juguetes, artículos para el hogar y otros elementos esenciales para estadías a largo plazo lejos de sus casas.

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