Las ciudades de Alegre, Apiacá, Guaçuím y Mimoso do Sul, en Brasil, entraron en estado de alerta tras las fuertes lluvias registradas a mediados de marzo de 2024. La tragedia en el sur del estado de Espírito Santo ya ha dejado al menos 20 muertos, tres desaparecidos y más de 19.600 personas desplazadas, que buscan refugio en casas de familiares o amigos. El gobierno del estado declaró una situación de emergencia.
Empatía y solidaridad
Para ayudar a las familias afectadas, las iglesias adventistas de la región movilizaron campañas de recolección de alimentos, agua y material de higiene y limpieza para los damnificados. ADRA (la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales) se asoció con los clubes de Conquistadores y Educación Adventista para recoger 10 toneladas de alimentos y productos de limpieza. ADRA es la Agencia humanitaria de la Iglesia Adventista del Séptimo Día y está presente en más de 110 países. En Brasil, son 18 regiones que atienden a todos los estados brasileños en tragedias, calamidades públicas y proyectos sociales.
“La situación exige una acción inmediata y hemos estado trabajando incansablemente para garantizar que la ayuda llegue a quienes realmente la necesitan. Es una carrera contra el tiempo. Cada donación puede ser un punto de inflexión en la vida de alguien que se enfrenta a los días más difíciles de la vida”, destaca Clairton Oliveira, líder de ADRA Espírito Santo.
Con la ayuda de ADRA y de las iglesias adventistas de Espírito Santo, también se recogieron 133 litros de lavandina, 80 paquetes de papel higiénico, 128 paquetes de compresas, siete paquetes de pañales, 150 paquetes de galletas, 90 litros de aceite y 150 jabones. Como resultado, se ensamblaron kits que han sido entregados desde el 23 de marzo de 2024.
El artículo original se publicó en el sitio web en portugués de la División Sudamericana.