La decisión pone fin a meses de incertidumbre para las minorías religiosas del país
La difícil saga de la Iglesia Adventista en Hungría sumó un nuevo capítulo esta semana cuando los legisladores de ese país votaron restaurar el estatus oficial de la denominación.
El Parlamento de Hungría enmendó la controvertida “Ley de Iglesias” del país el 27 de febrero de manera de incluir la lista de las iglesias reconocidas oficialmente de 14 a un total de 32. Otros grupos incorporados a la ley fueron la Iglesia Metodista, la Iglesia Pentecostal, la Iglesia Ortodoxa Copta y el Concilio Islámico de Hungría.
Tamás Ócsai, presidente de la Iglesia Adventista de Hungría, dijo que el voto pone fin a meses de incertidumbre tanto para los líderes como para los feligreses. Bajo la Ley de Iglesias, sancionada en julio del año pasado, 14 denominaciones conservaron su estatus legal tradicional mientras que unas trescientas minorías religiosas, incluida la Iglesia Adventista, fueron quitadas del registro e invitadas a solicitar nuevamente ingresar a esa categoría. El gobierno húngaro dijo que la ley es parte de esfuerzos más amplios de apuntalar la atribulada economía local, y busca impedir que grupos religiosos falsos reclamen los derechos y privilegios de los que gozan las iglesias.
“Los últimos seis meses nos han presentado grandes desafíos”, dijo Ócsai, minutos después de la votación parlamentaria. “No obstante, a lo largo del proceso, nos hemos sentido acompañados por la familia mundial de la iglesia, que ha orado junto con nosotros para que prevalezcan los designios de Dios”.
Bertil Wiklander, presidente de la División Transeuropea de la Iglesia Adventista, celebró la noticia, y expresó que el voto permite que la iglesia de Hungría mire hacia el futuro con propósitos y energías renovadas. “La Iglesia Adventista de Hungría posee una larga tradición de servicio comunitario por medio de sus templos, programas educativos e iniciativas de bienestar y salud pública”, dijo. “Nos alegra que el gobierno de Hungría haya reconocido esta rica herencia, y que puedan seguir adelante los variados y destacados ministerios de la iglesia por el bien público”.
Wiklander también felicitó a los directivos de la iglesia en Hungría por su “enfoque equilibrado y perseverante a la hora de enfrentar una situación política y legal compleja”.
“Hoy nos unimos a nuestros hermanos y hermanas de Hungría para agradecer a Dios por su conducción en momentos sumamente difíciles”, expresó.
Raafat Kamal, director de Relaciones Públicas y Libertad Religiosa de la División Transeuropea, dijo que la sanción de la enmienda representa “un inmenso alivio para todos los que han trabajado sin descanso para obtener este resultado”. Pero también destacó que la Ley de Iglesias ha sido motivo de considerable inquietud a nivel internacional desde que fue sancionada, y que algunos analistas afirman que politiza abiertamente el panorama religioso del país.
En respuesta a las críticas, el gobierno de Hungría ha enfatizado que aun los grupos religiosos sin el estatus oficial podrán seguir reuniéndose, llevar a cabo cultos y evangelizar, derechos protegidos por la constitución del país.
John Graz, director de Relaciones Públicas y Libertad Religiosa de la iglesia mundial, dijo que los adventistas de Hungría y del mundo poseen razones para agradecer.
“Mi esperanza”, añadió, “es que el gobierno de Hungría siga reevaluando la manera de tratar con las minorías religiosas. La libertad religiosa se ve más respetada cuando los gobiernos deciden no hacer distinciones legales entre las religiones, y extiende las mismas protecciones y privilegios a todas ellas”.
La Iglesia Adventista de Hungría fue reconocida oficialmente por el gobierno en 1957, y hoy cuenta con más de cien congregaciones y cinco mil miembros. También opera el Seminario Teológico Adventista en Pécel, cerca de Budapest, que cuenta con 66 estudiantes.